jueves, 10 de septiembre de 2015

Zaragoza y El Monasterio de Piedra

Zaragoza y El Monasterio de Piedra (un viaje muy intenso)

El día 11 de Junio de 2014 a las 5:30 de la mañana salíamos de Puertollano con destino a Zaragoza, un numeroso grupo que completaba dos autobuses, del que solo un 10 % éramos varones.

Después de realizar dos paradas, una de ellas para desayunar; sobre las 12:15 nos encontrábamos a las puertas del Palacio de la Aljafería, que era lo primero que estaba previsto visitar, cuya entrada y visita guiada, se encontraba incluida  en el conjunto del viaje.

 
Palacio de la Aljafería

Puedo decir que es muy bonito, que es de arte mudéjar,  que está rodeado por un foso que nunca tuvo agua ni cocodrilos ni nada por el estilo, que en él se encuentran las Cortes de Aragón, puedo hablar del extraordinario artesonado del Salón del Trono, de la torre del homenaje o torre del trovador, usada como cárcel de la inquisición y donde aún se conservan inscripciones de los presos que albergó,  y muchas cosas más, pero lo mejor es dejar paso a lo que dice el folleto explicativo que te dan a la entrada, en nuestro caso a la salida, y luego a los dos enlace correspondientes que se insertan a continuación

https://www.youtube.com/watch?v=c2oj064eLYI

https://www.youtube.com/watch?v=TZL4NasSFio


Iglesia de San Martín y patio de Santa Isabel

No obstante y aunque en  la presentación queda patente, quiero aclarar que la torre del trovador  recibió este nombre a partir del drama romántico de Antonio García Gutiérrez, El Trovador, de 1836, este drama fue convertido en libreto para la opera de Giuseppe Verdi, Il Trovatore, y otro punto a aclarar es el concerniente a la decoración ataurique, esto es decoración vegetal muy estilizada, inspirada en el acanto clásico, característica del arte islámico.




 
Arcadas pórtico Norte e Iglesia de San Martín
Al igual que ocurre en Salamanca que hay que buscar una rana, o en el Archivo General de la Marina Álvaro Bazán, en el Viso del Marqués, que hay una vaca que te mira, aquí se les coló un ave, una especie de faisán que está en la esquina de un pórtico, que la guía nos mostro sin esperar a que la localizáramos por nuestra cuenta.

 
Pórticos Norte y Sur

El palacio de la Aljafería

La Aljafería de Zaragoza fue declarada monumento  nacional de interés histórico-artístico el 4 de Junio de 1931, a pesar de lo cual todavía en 1947 permanecía como  <<un espantajo lamentable cubierto de harapos>>, según frase del arquitecto Francisco Iñiguez Almech, quien, durante más de 30 años, acometió una lenta y minuciosa labor de rescate, tras su muerte en 1982, ha sido continuada por los arquitectos Ángel Peropadre Muniesa, Luis Franco Lahoz y Mariano Pemán Gavín. El resultado de todas estas intervenciones, realizadas con el respaldo de varias  excavaciones arqueológicas, ha dado lugar al aspecto que el edificio presenta en la actualidad, en el que se pueden diferenciar los restos originales de los reconstruidos.


 
Artesonado policromado del Salón Dorado en correspondencia con los dibujos del suelo

A todo ello hay que añadirla instalación de las cortes de Aragón en una parte del conjunto monumental, habiendo dirigido las obras desde 1985 los arquitectos Franco y Pemán. Estos trabajos se enmarcan dentro de las corrientes estéticas de la arquitectura contemporánea, y, en ellas, sus autores han huido de la inclusión de de elementos históricos que pudieran producir posibles equívocos de interpretación.

 
Salas pórtico Norte y artesonado del Salón de los pasos perdidos

En el año 2001, la UNESCO declaró patrimonio de la humanidad el mudéjar de Aragón, destacando que el palacio de la Aljafería es uno de los monumentos más representativos y emblemáticos del arte mudéjar aragonés.

El palacio islámico

Conserva parte de su primitivo recinto fortificado, de planta cuadrangular y reforzado por grandes torreones ultrasemicirculares, a los que se suma el volumen prismático de la torre del Trovador, cuya zona inferior, data del siglo IX, es el resto más antiguo del conjunto arquitectónico. Este recinto alberga en su parte central unas construcciones residenciales que responden al modelo de tipología palacial islámica de influencia omeya, tal y como ya se había desarrollado en los palacios musulmanes del desierto, cuya cronología se remonta al siglo VIII.

Por lo tanto, frente al espíritu defensivo y la reciedumbre de las murallas, el palacio taifal, que es de una delicada belleza ornamental, presenta un esquema compositivo a base de un gran patio rectangular, a cielo abierto y con una alberca en su lado sur; a continuación, dos pórticos laterales, con arquerías mixtilíneas y polilobuladas  que actúan a modo de pantallas visuales; y, al fondo, unas estancias tripartitas que en sus orígenes estaban destinadas para uso ceremonial y privado. 

Asimismo, en el pórtico norte se encuentra un pequeño oratorio, de planta octogonal y de reducidas dimensiones, en cuyo interior se observa una fina y profusa decoración de yeso –con los típicos motivos de ataurique-, más unos fragmentos pictóricos, de tonos vivos y contrastados, de gran interés.

Todos estos logros artísticos se corresponden con las obras realizadas en la segunda mitad del siglo XI bajo el mandato del rey Abu-Yafar  Ah-amad ibn  Hud al-Muqtadir, y no hacen sino reflejar la importancia cultural y el virtuosismo plástico de su corte. Es más, el palacio de la Aljafería supone una de las mayores cimas del arte hispanomusulman , y sus aportaciones artísticas fueron retomadas con posterioridad en los Reales Alcázares de Sevilla y en la Alhambra de Granada.

El palacio cristiano medieval

Tras la reconquista de Zaragoza por Alfonso I el batallador en el año 1118, se inició la andadura cristiana de la Aljafería, de tal manera que se convirtió en el palacio de los monarcas aragoneses, quienes, además, llevaron a cabo en su interior sucesivas obras de ampliación y reacondicionamiento.

Así, de todo este periodo medieval (siglos XII-XIV), cabe citar la iglesia de San Martín, la denominada <<alcoba de Santa Isabel>>, la desaparecida capilla de San Jorge, la arquería oeste del patio de Santa Isabel, y sobre todo, las salas del palacio mudéjar del rey Pedro IV, coronadas por unos espléndidos alfarjes, recientemente recuperados. Además, estas edificaciones son de vital importancia por haber sido el principal foco de irradación e influencia para la formación del arte mudéjar aragonés.

El palacio de los Reyes Católicos

Fue erigido sobre la fábrica musulmana en torno al año 1492, con el fin de simbolizar el poder y prestigio de los monarcas cristianos. No obstante, la dirección de las obras recayó en el maestro mudéjar Faraig de Galis, y en ellas se funde la herencia artística medieval con los nuevos aportes del Renacimiento; de ahí que dieran lugar a uno de los ejemplos más significativos de del llamado <<estilo Reyes Católicos>>.

Pues bien, el palacio consta de una escalinata, una galería o corredor y un conjunto de salas, denominadas  <<de  los pasos perdidos>> que tienen su culminación en el gran Salón del Trono. De todas estas dependencias, lo más interesante son, por un lado, las solerías, a base de losetillas y azulejos de Muel, y, por otro, las techumbres de madera dorada y policromada, entre las que destaca el soberbio artesonado del Salón del Trono.

Reformas y ampliaciones en época moderna y contemporánea

A partir de 1593, y por mandato del rey Felipe II, el ingeniero sienés Tiburcio Spanachi diseño los planos para transformar la Aljaferia en un fuerte o ciudadela <<a la moderna>>, para lo cual se dotó al conjunto de un recinto amurallado exterior, con baluartes pentagonales en las esquinas y con un imponente foso de circunvalación (de paredes en ligero talud y con sus correspondientes puentes levadizos). Sin embargo, lo que en realidad se pretendió con la construcción de este fuerte no fue otra cosa que poner de manifiesto la autoridad real frente a las reivindicaciones forales de los aragoneses, así como el deseo del monarca por frenar posibles revueltas de la población zaragozana.

Después de este primer acondicionamiento militar, durante los siglos XVIII y XIX se produjeron en el edificio profundas intervenciones para su adaptación como acuartelamiento, y, de ellas, todavía se conservan los bloques construidos en época de Carlos III y dos de los torreones neogóticos de añadidos en tiempo de Isabel II.

Como ideal final, hay que resaltar que muy pocos monumentos aragoneses cuentan con muestras arquitectónicas tan sobresalientes como las existentes en la Aljafería de Zaragoza, pues en ella se resumen diez siglos de la vida cotidiana y de los acontecimientos históricos-artísticos de Aragón.

Las Cortes de Aragón

Desde el año 1987, el palacio de la Aljaferia, monumento emblemático y, a la vez, testigo durante siglos de importantes acontecimientos, vuelve a ocupar un lugar relevante al acoger entre sus viejos muros a la institución que representa a todos los aragoneses: las Cortes de Aragón.

Antes de esa fecha, tuvo lugar la aprobación de la Constitución Española en el año 1978 y la del Estatuto de Autonomía de Aragón en el año 1982 , celebrándose tras ella las primeras elecciones autonómicas que hicieron posible la existencia del parlamento aragonés, que representa a más de 1.300.000 personas que viven en un amplio y extenso espacio como son los 47.669 Km2 que configuran el territorio de Aragón, casi equivalente al 10% del territorio español, si bien más de la mitad de esas personas residen en Zaragoza.

Las Cortes de Aragón tienen carácter unicameral y están constituidas por diputados elegidos cada cuatro años por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto, a través de esas elecciones periódicas. El número de diputados que actualmente forman el parlamento es 67, de los cuales 14 son elegidos por la provincia de Teruel, 18 por la de Huesca y 35 por la de Zaragoza. Son múltiples las funciones  que poseen las Cortes de Aragón, si bien la elaboración de las leyes y el impulso y control de la acción de gobierno de la comunidad autónoma son algunas de las principales.

Las Cortes de Aragón cuentan con una serie de órganos de dirección y representación (Presidente, Mesa de las Cortes y Junta de Portavoces) y unos órganos de funcionamiento (Pleno, comisiones y Diputación Permanente). El Pleno, que es el órgano supremo de la cámara reúne a todos los diputados y es donde se adoptan las decisiones más importantes. Sus sesiones se desarrollan en el hemiciclo, espacio que pertenece a un edificio de nueva planta, aislado de la muralla y del palacio taifal, pero perfectamente integrado en el interior del monumento y situado frente a la capilla de San Martín.     



Terminada la visita al palacio de la Alfajería o palacio de la alegría, nos dirigimos de nuevo a los autobuses que nos trasladaron hasta el hotel Oriente *** situado en un lugar privilegiado, en el centro del casco histórico, muy cerca de la plaza de España en C/ del Coso 11-13, enfrente del colosal edificio del banco de Santander y la iglesia de la Mantería.


Después de subir las maletas y  comer,  sin darnos tiempo a descansar apenas, iniciamos la visita guiada por el centro de la ciudad, bajamos por calle del Coso hasta la avenida Cesar Augusto, saliendo frente a la entrada del Mercado Central y recorriendo el mismo por el exterior, plaza Lanuza.


 
Mercado Central de Zaragoza y restos de la muralla romana

Nos situamos junto a la Muralla Romana frente a la iglesia de San Juan de los Panetes, después de pasar junto a la estatua de Cesar Augusto, en la plaza del mismo nombre, nos dirigimos a la plaza de Nuestra Señora del Pilar; antes de llegar a la basílica, nos deleitamos con la armonía del agua que serpenteaba por los intrincados laberintos  de la Fuente de la Hispanidad y se deslizaba de forma laminar por la rampa o plano inclinado de la misma, para en el quebrado e irregular tramo final formar una pequeña cascada, a cuya parte superior acudían las palomas para mitigar los rigores del caluroso día, algún niño aprovechaba también la piscina aledaña para darse un baño.

 
Estatua de Cesar Augusto e iglesia de San Juan de los Panetes

Una vez en el interior de la basílica, cuando apenas iniciábamos la visita, recibimos aviso para abandonar esta y dirigirnos de inmediato a la Seo o Catedral de San Salvador, debido a que cerraban a las 18 horas y no nos iba a dar tiempo a visitarla; luego cerraron a las 18:30 y pudimos completar la visita quedando gratamente impresionados por la riqueza y variedad ornamental, aquí todo es fastuoso.

 
Fuente de la Hispanidad

Esta no era la primera vez que habíamos estado en Zaragoza, pero si era la primera que pasábamos al interior de la Seo, la vez anterior la encontramos cerrada. En las dos ocasiones, varias de las personas con las que había comentado previamente que iba a visitar Zaragoza me aconsejaron que aunque visitara la basílica del Pilar, no dejara por ello de visitar la Seo. Ahora se porque me lo decían.

 
Bola del Mundo y Catedral- Basílica de Nuestra Señora del Pilar, al fondo la Seo

Terminada la visita, por la plaza de la Seo volvimos a la basílica de Nuestra Señora del Pilar y realizamos la visita guiada en el interior. Aun siendo magnifica la basílica de Nuestra Señora del Pilar, que ya es catedral, no tiene la belleza ornamental de la Seo.

Cartel informativo

Aunque no deja de ser una nimiedad, vimos las dos bombas que penetraron en el interior de la basílica  y los huecos que dejaron al colarse en el interior, al ser lanzadas sobre la basílica durante la guerra civil.

Cartel informativo

En el interior de la basílica de Nuestra Señora del Pilar, la toma de fotografías está prohibida, sin embargo,  todo el mundo subrepticiamente tomaba alguna, pero la veda se levantó automáticamente de manera repentina, cuando en un momento dado, observamos que niños que hacían la primera comunión se acercaban hasta la imagen de la Virgen del Pilar y fotógrafos profesionales descargaban sus flases sobre ellos sin recato alguno.

 
Muro gótico-mudejar, la Seo

La gente debió pensar que si la prohibición era por preservar los decorados no importaba abstenerse de usar la cámara, pero si lo que primaba era el tema económico, debió decirse, “esto es harina de otro costal” y en ese momento todo el que disponía de cámara disparó su objetivo reiteradamente.

Monumento a Goya, detras la Seo

Antes y después de visitar ambas catedrales, soportando un sol abrasador y aguantando estoicamente el cansancio acumulado por el madrugón y los avatares del recorrido,  deambulamos por la plaza de la Seo y la del Pilar, no nos acercamos al Ebro a pesar de tenerlo al lado y ver desde la corta distancia que nos separaba el Puente de Piedra; pues bien  como decía nos movimos por el entorno de la plaza y desde el exterior observamos los emblemáticos edificios de la Lonja y el Ayuntamiento, cuya entrada vigilan permanentemente San Valero patrón de Zaragoza y el Ángel de la Guarda.

Uno de los majos del conjunto del monumento a Goya

Observamos  las esculturas  del monumento dedicado a Francisco Goya que se ubica frente a la Lonja y muy cerca de la Seo, obra de Federico Marés;  es un conjunto escultórico presidido por la estatua de Goya que está situada sobre un alto y escalonado pedestal, con cuatro figuras alrededor, dos majas y dos majos del siglo XVIII, de los muchos que el inmortalizó en sus lienzos, todo ello integrado dentro de una fuente de amplia superficie.

Columna que presidía la tumba original de Goya

No muy lejos de lo anterior se encuentra la columna original que presidía la tumba de Goya y de su amigo Goicoechea. Fue trasladada aquí en 1927 desde el cementerio de Burdeos.  Goya está sepultado actualmente bajo una lápida en la ermita de San Antonio de la Florida, en Madrid.

San Valero, patrón de Zaragoza

No dejamos pasar la ocasión de contemplar  la “bola del mundo” y las fuentes de los niños y los peces, obra,  estas últimas de Francisco Rallo Lahoz, consta de dos fuentes en bronce  formadas por  dos grupos de tres niños desnudos colocados de espaldas que sostienen un pez de cuya boca fluye el agua.

 
Virgen del Pilar y fuente de los niños y los peces

Luego volvimos paseando por la calle Alfonso I, que corta perpendicularmente la calle del Coso, partiendo desde la frontal de la fachada principal de la  basílica de nuestra Señora del Pilar. Girando a la izquierda en la calle del Coso llegamos hasta la plaza de España, donde después de contemplar el monumento a los Mártires de la Religión y de la Patria, dimos por terminada la visita guiada.

 
Modernos tranvías de Zaragoza circulando por la calle del Coso

En repetidas ocasiones vimos circular por la calle del Coso los modernos tranvías, de los que Zaragoza dispone para el transporte público. El último de los antiguos  tranvía circuló en Zaragoza el 23 de Enero de 1976.

Los modernos tranvías empezaron a circular oficialmente el 19 de Abril de 2011, que fue el día de la inauguración.

Por la noche, un pequeño grupo nos acercamos hasta el cercano restaurante Tierras Mañas, en unas cuevas del mismo tomamos una copa y bailamos un rato, estimulados por un animador del local que nos introdujo con sus bailes en el mundo del merengue, la salsa, la bachata y el chachachá.

Ya no hubo tiempo para más por tanto no fue posible visitar el recinto de la Expo de 2.008, Pabellón de España, Pabellón Internacional, Acuario Fluvial; Torre del Agua et. Siempre acostumbramos a dejar algo para otra ocasión.


La Seo

La Catedral del Salvador refleja la fe, la historia y el arte de Aragón. El templo de la Seo fue edificado, en estilo románico, a partir de la segunda mitad del siglo XII, en tiempos del Obispo Pedro Tarroja. Todavía se conservan algunos elementos arquitectónicos importantes: dos ábsides en el exterior y los restos de lo que debió ser el bello ábside central en el interior.

Entre 1316 y 1319 se comenzó a construir el nuevo templo de estilo gótico, utilizándose el yeso y el ladrillo. El interior está revestido de azulejos de los alfares de Zaragoza y su comarca. En 1941, por iniciativa del Arzobispo D. Alonso de Aragón, se añadieron al templo dos naves laterales. Casi sesenta años después, durante el pontificado de D. Hernando de Aragón, se añadieron dos tramos más a los pies, quedando la Catedral como la contemplamos hoy.

La Seo de Zaragoza, recientemente restaurada, posee una gran importancia artística. Es el conjunto más valioso y significativo de Aragón y representa las tendencias artísticas medievales, renacentistas y barrocas.

La torre fue diseñada por el maestro italiano Juan Bautista Contini (1686-1704).

La fachada principal construida en estilo barroco italiano con una clara orientación neoclásica, fue encargada por el Arzobispo Añoa y Busto a Julián Yarza, discípulo de Ventura Rodríguez.

El muro gótico-mudéjar corresponde al muro norte de la capilla de San Miguel, que sirve de parroquia de la Seo. Pertenece a los tiempos del Arzobispo D. Lope Fernández de Luna (1352-1381). 
Los ventanales son góticos, orlados con grecas de cerámica policromada, con la heráldica de los Luna en los vértices. La parte superior tiene grandes paños ornamentados con decoración geométrica. Se trata de una pieza magistral del mudejarismo aragonés.

Los ábsides de la cabecera de las naves centrales, tienen el zócalo de piedra de sillería de finales del siglo XII. Sobre este zócalo se abrieron ventanales. Los que se encuentran en el ábside central tienen decoración de ajedrezados. Sobre los ábsides románicos se encuentra un segundo cuerpo de ladrillo con profusa decoración mudéjar.

Interiormente la Seo es un templo de cinco naves que conforman un gran salón. Su decoración es sobria (yo en contraposición digo que es abundante, ornamentalmente rica y fastuosa), excepto en las portadas barrocas de algunas capillas. El interior del templo, reúne, de un modo increíblemente armónico, todas las tendencias artísticas, interpretadas por la constante aragonesa de lo mudéjar. 

En los muros se abren dieciséis capillas. La iluminación natural se logra por óculos que tamizan la luz poderosa de Zaragoza.

La entrada al coro se guarda con una cancela de bronce sobre la que se alzan esculturas de madera dorada, obra de Juan Ramírez. La sillería coral se compone de 117 sitiales de madera de roble, tallados por los hermanos Gomar, Bernardo Giner y Mateo de Cambray. Está sepultado el Arzobispo D. Dalmau de Mur.

El órgano actual conserva trazas de la hermosa caja gótica de 1469 y cañutería de los siglos XV al XVIII, manufacturada por los más importantes organeros (Lupe, Sesma). Es obra de Pedro Roqués, quien, entre 1857 y 1859, sintetizó y armonizó la vasta y compleja historia de este singular instrumento.

El cimborrio cubre el transepto desde 1520, sustituyendo al anterior, mandado a construir por el Papa Luna en 1412. El actual tiene dos cuerpos, el primero de planta cuadrada y el segundo octogonal. Todo el conjunto es una armoniosa fusión de decoración renacentista sobre traza gótico-mudéjar, muy acabada en el exterior. Es obra de gran atrevimiento y belleza.

El retablo mayor mandado construir por el Arzobispo D. Dalmau de Mur en 1434, en alabastro policromado. El banco tiene siete nichos con historias del martirio de San Lorenzo, la recepción del cráneo de San Valero y martirio de San Vicente; los otros tres nichos sirven para cobijar las “testas” de San Valero, San Lorenzo y San Vicente, de plata con esmaltes de Limoges, donados a la catedral por el Papa D. Pedro de Luna, Benedicto XIII. El banco es obra de Pere Johan. El maestro Hans Piet d´Ansó, realizó todo el cuerpo central en alabastro, con tres grandes escenas de la Transfiguración del Señor, la Adoración de los Magos y la Ascensión. Todo ello en altorrelieve separado por pilastras góticas. En el cuadro central destaca el óculo orlado por querubines, obra de Gil Morlanes (1488).

En el Presbiterio se encuentran los dos elementos litúrgicos más importantes: el Altar Mayor de la Diócesis y la Sede o Cátedra Episcopal. Allí también se hallan dos piezas muebles de singular interés: los dos asientos de estilo plateresco, según tradición, de los Reyes Católicos; y el atril, de madera de nogal y cerezo, con el escudo del Papa Luna. El Arzobispo D. Juan I de Aragón yace en un hermoso sepulcro gótico, incrustado en la pared. Los arzobispos D. Juan II y D. Alonso de Aragón reposan en dos sencillas tumbas en el suelo del presbiterio.               


El día 12 a las diez de la mañana dejamos el hotel para poner rumbo al Monasterio de Piedra; unos doce kilómetros antes de llegar a Nuévalos, circulábamos a través de un bosque de pinos, cuando  nos sorprendió descubrir una amplia zona a ambos lados de la carretera de unos árboles de poca altura plenamente cargados de unos pequeños frutos rojos, instantes después comprendimos que eran cerezos.

Al momento apareció un aprendiz de río que seguramente vivió tiempos mejores, aunque mejor no menospreciarlo porque seguramente en tiempos de lluvia corre torrencialmente; desde el autobús se veía un cauce seco flanqueado por los típicos arboles de ribera, en su mayoría chopos; tal vez sea uno de los que contribuyen a que el embalse de la Tranquera, que poco después avistábamos, junto a Nuévalos, y  luego dejamos atrás, mantenga un nivel aceptable durante el resto del año.

Pasadas las doce iniciábamos la visita al Parque Natural del Monasterio de Piedra



Yo diría que es un homenaje al agua. La corriente del río Piedra ha modelado la roca formando lagos, grutas y cascadas;  todo ello dentro de un marco natural incomparable, donde la roca se entremezcla con el agua, poblado todo el de enormes arboles que configuran este maravilloso vergel, y suministran sombra durante todo el recorrido, siendo los más abundantes: almez, fresno, chopo, castaño de indias, tejo, higuera, ailanto, nogal y plátano de sombra.

 
Baño de Diana y cascada Trinidad

Recorrimos  el parque siguiendo la ruta indicada, así después de pasar el Vergel de Juan Federico Muntadas, pasamos por delante del Baño de Diana, con su cascada La Caprichosa al fondo, continuamos por el Lago de los Patos, al que no le prestamos la debida atención, Cascada Trinidad, Gruta de la Pantera, Gruta de la Bacante, Gruta del Artista, Cascada de la Caprichosa, Mirador de la Caprichosa, Los Vadillos, Parque de Pradilla, Los Fresnos Altos, Los Fresnos Bajos, Cascada Iris, Gruta Iris, que es una gruta natural por la que se baja hasta el pie de la Cola de Caballo.

 
Mirador de la Caprichosa y gruta del Artista

Debidamente acondicionada, la gruta Iris, con peldaños excavados sobre la roca y a la que en un tramo se le ha añadido una escalera de madera, con focos de luz eléctrica colocados a lo largo de todo el recorrido, se puede atravesar fácilmente (bajar), estuvimos cerca del final pero la premura de tiempo y el desconocimiento de la zona nos hizo a volver a subir, con lo que regresamos con el pienso que habíamos comprado para las truchas, en el bolsillo. A continuación se encontraban los siguiente lugares que no visitamos: Las Pesqueras Centro de Piscicultura, El lago Espejo, donde dicen que la roca se funde con el agua, si es que no lo ha hecho durante el resto del recorrido, haciendo el efecto espejo, la Peña del Diablo, luego hay un área de descanso, Fuente del señor y Cascada de los Chorreadores.

 
Cueva o pasadizo y cascada Cola de Caballo

Por tanto desde la cueva Iris regresamos pasando por la Gruta de la Carmela y Cascada Sombría.

 
Cueva Iris

Otra vez que vayamos con más tiempo completaremos el recorrido, veremos volar las rapaces, en el centro que hay disponible para ello y daremos de comer a las truchas.

 
Cueva Iris

La comida  la teníamos contratada en el restaurante Piedra Vieja, que se encuentra frente al monasterio cisterciense que después de la comida y un rato de reposo íbamos a visitar. Hay que hacer constar que comimos mucho mejor que en el hotel Oriente en Zaragoza, donde la comida no fue buena, pese a que el hotel no es malo y está bien situado.

 
Vista exterior del Parque y torre del Homenaje

Durante la hora de reposo aprovechamos para asomarnos al barranco por donde discurre el rio Piedra que anteriormente habíamos recorrido; aledaña al monasterio, vimos una zona arbolada y con un césped muy cuidado y algunas mesas dispuesta como aérea de picnic, luego vimos como unas viviendas y unos patios o almacenes,  ¿zona de trabajo?, todo esto era la parte posterior del monasterio, donde también hay una torre del homenaje.





Una parte del monasterio de piedra es un hotel de tres estrellas, el hotel Monasterio de Piedra, al que no pasamos, cuenta con 62 habitaciones con vistas al Parque o al claustro. Forma parte del antiguo monasterio del siglo XII, como ya se ha indicado. En él se celebran todo tipo de actividades, bodas banquetes, reuniones de empresa  et.

También  dispone de Spa que combina técnicas tradicionales y experiencias con el íntimo disfrute del agua. Actividades: zona vip, masajes, hidroterapia, terapias faciales, corporales y otros.

 
Entrada al hotel Monasterio de Piedra y sala antiguo monasterio cisterciense

Pero lo que visitamos no fue el hotel; la visita guiada comprendía todo el monasterio cisterciense excepto el hotel, el monasterio se encuentra en un estado ruinoso lamentable, como reza el escrito de una de paredes de la antigua iglesia, cercana a la cripta << templo destruido y sus imágenes mutiladas durante el tiempo que medió entre la revolución de 1835 y el año 1840, en que paso a propiedad privada>>


 
Altar de la iglesia en ruinas y hornacina de la desaparecida Virgen de Piedra

Por tanto fuimos pasando por las distintas dependencias, un patio, lo que antes fue la iglesia, que está totalmente destruida, una cripta con 48 nichos de monjes, en uno de los cuales se exhiben huesos de ellos a través de un cristal, una especie de retablo con hornacina esculpido en la piedra, donde estaba la imagen de Nuestra Señora de Piedra que nos dijeron que fue robada, una especie de almacén, con exposición de vinos d.o. Calatayud imitando un poco a un museo etnográfico donde se representan las actividades de los monjes, cultivo de viñas, elaboración de vinos et.

Galería del Claustro
Dos pozos, antiguas fresqueras, así fuimos pasando por la bodega, los distintos corredores, claustro, galería de carruajes, antiguo refectorio, cocina donde se hizo el primer chocolate que vino a Europa, calefactorio, llegando final de la visita y casi del viaje.

 
Ruinas de la antigua iglesia y Cripta

Una de las galerías nos dijeron que estaba impregnada de polvo de carbón o algo así que era la galería por la que el personal del exterior pasaba a realizar diversos trabajos en el interior del convento; debido a la peste y otras enfermedades los monjes introducían al citado personal por esta galería para que todos los virus, que pudiesen portar quedaran retenidos allí.

Calefactorio

En la bodega los monjes observaron que con la fermentación se producían gases tóxicos, y cuando tenían que entrar lo hacían con una vela, si se apagaba era que había insuficiencia de oxigeno y tenían que salir de inmediato; para evitar esto fueron capaces de construir una serie de respiraderos en paredes de hasta tres metros de anchura.

 

Galería de carruajes

Inmediatamente, porque además se levanto viento y comenzó a llover, nos subimos al autobús y regresamos a Puertollano donde después de realizar las paradas pertinentes llegamos sobre las doce de la noche.


Cocina y patio interior


Puertollano 30 de Junio de 2014 
  




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