lunes, 31 de octubre de 2016

Úbeda y Baeza

Úbeda y Baeza

El azar nos llevo hasta allí, ya que si no llego a encontrarme casualmente con mi prima Encarni y Antonio, cuando ellos ruteaban en bicicleta, nunca hubiéramos ido.

No ha sido esta la primera vez que hemos estado visitando estas dos bellas ciudades, pero la otra queda tan alejada ya, que después de realizado este viaje, tengo que decir que de lo visto en Úbeda la primera vez, no me acordaba de nada, si exceptuamos la Sacra Capilla del Salvador, solo tengo recuerdos del exterior de la misma, el nombre ni siquiera me sonaba.

Con respecto a Baeza no ocurre lo mismo, todo lo que vimos lo recordaba, lo que no recuerdo es si la primera vez pasamos al interior de la catedral. Cuando fuimos por nuestra cuenta, nos alojamos una noche en el encantador hotel Puerta de la Luna, al lado de la catedral y dispusimos de muchísimo tiempo, tanto es así que recorrimos la mayor parte de la ciudad, esta vez hemos dispuesto de muy poco y solo hemos ido a ver las cosas más concretas, los monumentos. En aquella ocasión comimos en el emblemático hotel restaurante Juanito.

En esta ocasión nos hemos desplazado en coche desde Puertollano hasta Argamasilla de Calatrava, donde cogimos el autobús. Este partió a las 7:30 y después de las paradas preceptivas, sobre las 10 de la mañana llegábamos a Úbeda, donde nos esperaba la guía. Era domingo 23 de octubre.

Estos viajes con guía, son viajes muy encorsetados, no te puedes salir de los márgenes que te marcan y tienes muy poco tiempo para todo, el cual te lo distribuyen entre muchas cosas, lo bueno es que te lo explican todo, y tú no tienes que preocuparte de nada al dártelo todo hecho. Pero a mí me gustan más los viajes independientes organizados por mí mismo, pero no tenemos más remedio que adaptarnos a todo tipo de viaje.

Lo primero que nos disponíamos a visitar era la Basílica de Santa María de los Reales Alcázares, pero era domingo y era hora de culto, por lo que debimos esperar hasta que terminó este. Por tanto la guía nos concentró en la plaza Vázquez de Molina, delante del Palacio Juan Vázquez de Molina.



Mientras terminaba la misa nos estuvo explicando toda la historia del palacio que teníamos enfrente. (Ahora es el Ayuntamiento). El Palacio iba a ser  ocupado por Juan Vázquez de Molina, sobrino de Francisco de los Cobos y, al igual que éste, secretario de estado de Carlos V y secretario de cámara de Felipe II), principal promotor del proyecto. Sin embargo, no llegó a alojarse en él. Por ello, fue remodelado y adaptado para Monasterio de Madres Dominicas.


Luego y antes de entrar en la Basílica, nos contó que esta se hundió parcialmente y hubo de ser reconstruida y transformada en otra más moderna; pese a contar con una bella arquitectura, los más viejos de Úbeda, no están muy de acuerdo con el nuevo diseño y sienten añoranza por la Basílica original.


Aunque en este enlace aparezca como colegiata, en el claustro hay un cartel que pone lo siguiente: S. S. el Papa Francisco. Siendo Obispo de la Diócesis de Jaén el Excmo. y Rvdmo. D. Ramón del Hoyo López, por decreto de la congregación para el Culto Divino, de acuerdo con sus competencias, dado en la Ciudad del Vaticano a XXII-IX-MMXIV se honró elevar esta Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares a la dignidad de Basílica Menor con todos los derechos y privilegios que corresponden a las Basílicas de Roma.


Hicimos un recorrido por el claustro y pasamos al interior de la Basílica, donde pudimos contemplar  entre otras muchas cosas,    la Capilla de Nuestra Señora de la Yedra. Construida a principios del siglo XVI por el arcediano Don Rodrigo Sagredo. En ella lo fundamental es la reja del siglo XVI, realizada por el Maestro Bartolomé, y sin duda una de las joyas de la iglesia.



La Capilla del Cristo de la Caída. El Cristo se debe al escultor Mariano Benlliure. Fue fundada por el chantre Pedro González de la Cueva, a principios del siglo XVI.


Para un conocimiento completo es necesario abrir el enlace correspondiente.

Cuando salimos de la Basílica, nos dirigimos a la plaza del ayuntamiento donde la guía nos estuvo dando diversas explicaciones sobre el Palacio Vela de los Cobos, situado en una esquina de la calle Real, al que no pasamos y que se utiliza como centro de exposiciones; en el centro de la plaza está el monumento a los caídos.


En otra esquina, el hotel María de Molina, en cuyo restaurante comimos; pero la comida fue lo último que hicimos antes de abandonar Úbeda para dirigirnos a Baeza.





Por tanto dejamos atrás la plaza del Ayuntamiento y subimos por la calle Real hasta llegar a la calle Roque Rojas, para visitar la Sinagoga del Agua que se encuentra en el numero 2.


Su descubrimiento es relativamente reciente y se debió  a la construcción de unos nuevos  edificios; para ello hubo que demoler  las viviendas existentes y cuando se empezó a descubrir el subsuelo, de forma casual empezaron a aparecer, restos de columnas, capiteles,  arcos y otros elementos de interés arqueológicos,  que se encontraban recubiertos de escombros o bien formando parte de las paredes, de ahí su conservación.


Entonces uno de los socios de los tres que formaban la empresa constructora, compró esta parte a los otros dos y prosiguió con las excavaciones, donde aparecieron varias estancias y como hallazgo principal un mikveh (baño ritual judío) Se destinaba sobre todo a mujeres: a las novias en vísperas de la boda y a las que acababan de menstruar y de dar a luz.

Está compuesta por seis estancias y hay siete pozos conectados entre si, de ahí su nombre de Sinagoga del Agua.



Acabada la visita a la Sinagoga, salimos al exterior y nos dirigimos a la plaza del 1º de Mayo, en cuyo centro se encuentra un monumento de San Juan de la Cruz. 


Nos detuvimos delante de la Iglesia de San Pablo donde la guía nos dio las oportunas explicaciones sobre el monumento, comentándonos  los cambios sufridos  con el paso de tiempo y diciéndonos  que del original templo románico solo se conserva la portada que da a la calle Cervantes.



También nos habló el antiguo edificio del Ayuntamiento situado en la esquina de esta plaza con la calle María de Molina.



Desde la plaza 1º de Mayo nos fuimos derechos nuevamente a la plaza Vázquez de Molina, pero ahora al otro extremo, al edificio de la Sacra Capilla del Salvador, pero antes hicimos una parada delante de la Casa de los Salvajes, que por cierto está en venta, ¡pero a ver quien la compra!


La  Casa de los Salvajes se ubica en un edificio del s. XVI. Fue residencia de D. Francisco de Vago, camarero y administrador en Úbeda del Obispo Alonso Suárez de la Fuente del Sauce, cuyo escudo laureado sostiene dos figuras de "salvajes", que dan nombre a la casa.

Entramos a la Sacra Capilla del Salvador, sin duda el monumento más relevante de Úbeda, 



La Sacra Capilla del Salvador a primera vista uno diría que es una Iglesia, pero resulta que no es un edificio de culto, sino que es un edificio privado, sin embargo debido a un acuerdo con el obispado, se celebra misa en el.


La sacra Capilla del Salvador es el panteón familiar de  Francisco de los Cobos, secretario de estado de Carlos V, pero además de secretario, era el registrador de todo el oro que llegaba a Sevilla procedente  de América y del cual tenía derecho legalmente al 1% del mismo.

La cripta por expreso deseo de la familia, no es visitable, y se encuentra sellada por medio de dos losas de mármol blanco; pero parece ser que las dos tumbas funerarias por su sencillez, nada tienen que ver con la rica ornamentación exterior.



Es una obra diseñada por Diego de Siloé  y realizada por Andrés de Vandelvira y otros.

Interiormente es de una riqueza y belleza inigualables. Aunque la mayoría de los elementos decorativos se han ido añadiendo a lo largo de los años, en diferentes siglos.



La sacristía, es diseño de Andrés de Vandelvira  hacia 1540, que vendría a sustituir a la primitiva, se presenta con interesante portada de acceso -en esviaje-, alarde de un ejercicio de composición arquitectónica. En esta puerta sobredorada, que originalmente sólo se presentaba en piedra, se desarrolla una representación iconográfica de la visión de Augusto o escena de Ara Caeli, leyenda por la que el Senado romano, con el fin de premiar al emperador Octavio por la paz dada, quiere darle trato de divinidad, ante lo cual el emperador pregunta a la sibila de Cumas si el mundo vería nacer algún día un hombre más grande que él.


Como es un edificio privado, abundan las figuras, que no tienen un carácter puramente religioso sino más bien profano, como p.ej. las Sibilas.


Luego visitamos el Parador de Úbeda ubicado en el antiguo Palacio del Deán Ortega, declarado Bien de Interés Cultural, antigua casa nobiliaria de estilo renacentista y soberbia traza clásica atribuida al arquitecto Andrés de Vandelvira. De hecho, se trata del antiguo palacio que ocupaba el Deán de la contigua Sacra Capilla del Salvador. El palacio fue construido en el siglo XVI y reformado a lo largo del siglo XVII.



Y a continuación recibimos la explicación correspondiente de la guía sobre el resto de edificios en torno a la plaza de Vázquez de Molina, que ya habíamos visto al principio, pero sobre los que no nos había hecho comentario alguno.

Entre naranjos vimos la antigua cárcel, que actualmente es el Centro de Día para Personas Mayores, delante una bonita fuente  que fue trasladada ahí desde el Palacio de Francisco de los Cobos, que se encuentra al otro lado de la Sacra Capilla del Salvador.


El antiguo Pósito, es  actualmente la  Comisaria de Policía; a continuación  el Palacio Marqués de Mancera de estilo manierista  S. XVI-XVII, un ejemplo de casa palacio torreado de herencia medieval, símbolo anacrónico de viejos linajes guerreros. Está estructurado en torno a un pequeño patio adintelado con balaustres de madera y zapatas de tipo alcarreño. Presenta una única y horizontal fachada rematada en su extremo por un segundo cuerpo o torre. Los elementos decorativos están centrados en la torre.




Finalmente y antes de irnos a comer al restaurante del hotel María de Molina, nos fijamos en el edificio que con el letrero de Juzgados sobre el dintel de la puerta, fue la Cárcel del Obispo, parece ser que era una cárcel de monjas.



Después de comer tuvimos una hora de tiempo libre, y a las 4:30 subíamos al autobús para dirigirnos a Baeza.

En Baeza dispusimos de muy poco tiempo, por lo que hicimos un recorrido relativamente rápido.

Bajamos del autobús en la parte baja de la ciudad, y emprendimos  una marcha intensa, siempre en ascenso, pasando por la plaza del Populo, pero sin pararnos en ella, hasta llegar a lo más alto de Baeza. A la Catedral de la Natividad de Nuestra Señora; entramos al interior por la Puerta de la Luna, situada en la plaza del Deán Martínez Rojas.


La Catedral de la Natividad de Nuestra Señora, es la catedral renacentista de Baeza. Fue la sede del obispado de Jaén desde 1227 hasta que la sede episcopal se trasladó a Jaén en 1249. 



Recorrimos el interior siempre atentos a las explicaciones de la guía, contemplamos entre otros muchos elementos y detalles, la magnífica custodia, la capilla dorada, el pequeño claustro y el museo y proseguimos nuestro recorrido.



Pese a haber sido pronosticada lluvia para este día, hay que decir que nos hizo una mañana excelente, tanto es así que cuando bajamos del autobús en Baeza, dejamos parte de la ropa de abrigo en el, que luego echaríamos de menos, pues al salir de la catedral hacia algo de frío y se adivinaba una niebla ligera que oscurecía ligeramente la visión de la torre de la Catedral.




Al salir de la catedral nos dirigimos a la Plaza de Santa María, desde donde hay unas magnificas vistas de la fachada lateral de la Catedral, la Fuente Coronada de Santa María y el Seminario de San Felipe Neri.






En la mayoría de los monumentos  de Baeza aparecen los escudos de Carlos I con un águila bicéfala, el de Felipe II con un águila, el de la ciudad y el del corregidor.


La siguiente parada fue para visitar la Iglesia románica de Santa Cruz y el Palacio de Jabalquinto , situados una frente al otro



El palacio de Jabalquinto es un edificio de arquitectura civil, uno de los símbolos patrimoniales más destacados de Baeza  y del Señorío y posterior Marquesado de Jabalquinto


Sin detenernos demasiado entramos en la Antigua Universidad de Baeza, pasamos al interior de patio y nos sentamos en un prototipo de aula antigua, luego pasamos al paraninfo de la Universidad, y sin detenernos demasiado continuamos hacia  el último enclave turístico del día, donde se iba a despedir la guía  e íbamos a dar por concluido nuestro recorrido.





Así fue como en la plaza del Populo nos despedimos de Baeza contemplando los magníficos monumentos que la configuran.



La Fuente de los Leones, monumento arqueológico procedente de la ciudad romana de Cástulo (cercana a Linares), está coronada por la estatua de Imilce, princesa íbera y esposa de Aníbal.


Antigua Carnicería (actual sede de los Juzgados) y la Audiencia Civil y Escribanías Públicas (actual Oficina de Turismo). Edificios no visitables.


La Antigua Carnicería, originalmente se encontraba en otro lugar más alejado, junto a la muralla y fue desmontada piedra a piedra y vuelta a edificar en el lugar que ocupa ahora, para lo cual hubo que disminuir algo su longitud.



Por último, merece la pena que observar, como así lo hicimos, el arco que da paso a la muralla, el de Villalar, que fue construido para conmemorar la batalla de dicho nombre (Valladolid, 1521), en la que triunfaron las tropas de Carlos I contra los Comuneros de Castilla, y la puerta de Jaén.



Durante el rápido recorrido a mí se me pasó pero no le  ocurrió lo mismo a Nani  que estuvo contemplando el idílico hotel Puerta de la Luna, donde hace unos años pasamos una noche.



Luego subimos al autobús y regresamos, realizando una parada intermedia. Poco antes de las 22 horas estábamos en casa.

Puertollano octubre de 2016.