Patios de Córdoba
El domingo día 8 de Mayo de
2.016, realizamos una visita guiada a los Patios de Córdoba.
El viaje lo concertamos con
Santiago, de Almodóvar del Campo, incluía,
además de la guía, el desayuno y la comida.
Salimos a las 8 de la mañana por la
carretera de Córdoba hasta coger la autovía en Montoro, y en unas dos horas ya
estábamos en Córdoba, el autobús dio un ligero rodeo y nos dejo para desayunar
en el restaurante Palacio de la Almunia, que está situado en un polígono industrial de la ciudad
cordobesa.
Allí nos recibió la guía,
realmente eran dos guías, una para cada uno de los dos incompletos autobuses
que formaban la expedición.
Después de desayunar subimos a
los respectivos autobuses, que nos transportaron hasta el Paseo de la Ribera a
orillas del Guadalquivir, es la zona habilitada para la parada de todos los
autobuses turísticos, solo se les permite la parada para que bajen las
personas, luego los autobuses tienen que ir a aparcar a otro lugar, no les está
permitida la estancia allí, no habría sitio para todos; a la hora prevista los
autobuses regresan para recoger al personal.
Cada uno con su paraguas o
chubasquero, llovía mucho y llovió durante toda la mañana, justo el tiempo que
necesitamos para ver los patios, fuimos bajando del autobús y siguiendo a la
guía que nos llevó hasta el centro, pronto pasamos bajo de un arco para
contemplar la Torre de Belén.
A continuación pasamos a las
Caballerizas Reales, que estaban repletas de puestos de venta de todo tipo de
artículos, en las que habían instalado un equipo de música y estaban
resituando los altavoces que sonaban con intensidad.
A continuación y siguiendo las
instrucciones de la guía empezamos a ver los Patios del Barrio de San Basilio,
que era donde nos encontrábamos, en todos había grupos de gente esperando para
entrar; una persona responsable del patio se encargaba de facilitar la
entrada, a medida que la gente iba saliendo, con el fin de que la visita fuera
fluida, los visitantes pudieran extasiarse contemplando tanta belleza, y no se
formaran aglomeraciones en el interior.
Lo que más retenía a todos dentro, por regla
general, era la toma de fotografías, pese a que no dejó de llover durante toda
la mañana, no se permitía abrir los paraguas en el interior de los patios, en
esto eran muy estrictos los responsables de los mismos, decían que se
estropeaban las flores, aún así más de una vez nos saltamos sus advertencias.
La visita a todos ellos es
gratuita, no obstante todos sin excepción dispone de un recipiente en zona bien
visible y accesible para que el que lo desee deje una propina para contribuir al mantenimiento del
patio.
Aunque había que hacer cola,
salvo en los primeros que la espera se hizo un poco larga, en el resto la visita
ya era más rápida.
Entre patio y patio visitamos la
Iglesia de Nuestra Señora de la Paz donde se encuentra la Virgen del Tránsito,
que no a todos les reconforta mirarla.
Bajo un aguacero infernal y
abandonado a la guía en el último tramo de nuestro recorrido, regresamos hasta
el autobús con algún tiempo de adelanto sobre la hora prevista, tremendamente
mojados como estábamos, con los pies chorreando, el tiempo de espera hasta que
el autobús llegó a recogernos en el punto donde nos había dejado, que era donde
nos encontrábamos en ese momento, se nos hizo interminable.
El autobús nos llevó a comer al
mismo sitio donde habíamos desayunado, a mi me facilitaron unos calcetines y
aunque los deportivos seguían empapados, algo me alivió, entre todos comentamos
en vistas de las circunstancias, si después de comer regresábamos a Puertollano
o dábamos una vuelta por Córdoba, al final por mayoría se impuso lo segundo.
Pero la tarde fue radicalmente
opuesta a la mañana meteorológicamente hablando, tuvimos suerte, dejo de llover
y hasta salió el sol, con este y un airecillo exento de frío conseguimos que
mientras paseábamos por el Casco Histórico, se nos secara la ropa, el calzado
no fue posible.
Y así el resto del día hasta la
hora de marchar la dedicamos a pasear por el entorno de la Mezquita, la Judería, la Calleja de las Flores et. pasando durante el recorrido a algunos de los
locales más emblemáticos de la zona.
Con algo de tiempo de antelación
sobre el horario previsto para regresar hasta el autobús, emprendimos este, al
tiempo que nuevamente empezaba a llover, poco después regresó el autobús,
saliendo sobre la 19:30 de Córdoba para llegar a Puertollano unas dos horas
después.
Puertollano 13 de Mayo de 2.016