Portugal 2.016 (Fátima)
Durante estos escasos seis días
que hemos viajado por Portugal hemos podido constatar varias cosas; entre
ellas, que el relieve es ligeramente montañoso, que se encuentra muy poblado de
árboles, principalmente por eucaliptos y pinos, salpicados por encinas y
olivos, pero predominando sobremanera las dos primeros géneros citados. Lo del
eucalipto tiene razón de ser ya que la industria papelera tiene un papel muy
predominante en el país vecino.
Aunque apenas vimos alcornoques, en Portugal existe uno de los alcornocales más grandes de Europa, por lo que la industria del corcho se encuentra muy desarrollada y utilizan el mismo para montones de aplicaciones como pudimos comprobar cuando visitamos las tiendas de souvenires.
Aunque apenas vimos alcornoques, en Portugal existe uno de los alcornocales más grandes de Europa, por lo que la industria del corcho se encuentra muy desarrollada y utilizan el mismo para montones de aplicaciones como pudimos comprobar cuando visitamos las tiendas de souvenires.
En las proximidades de Lisboa había
algunas zonas donde abundaban las viñas y quizá también por Óbidos, además de algunas
huertas.
Todos los pueblos que hemos
atravesado tenían traza de ser de nueva construcción, pues las casas presentaban
un aspecto muy actual, nuevo y moderno.
En cuanto a las carreteras cabe
decir que han debido de hacer una buena inversión en los últimos tiempos, pues hasta las más secundarias parecían estar
recién terminadas.
Centrándonos en el aspecto
puramente lúdico y turístico podemos decir que ha sido un viaje satisfactorio,
que ha cumplido las expectativas que en el habíamos depositado.
Nos hemos alojado durante los
cinco días de estancia en el hotel Coroa de Fátima, habitación 111 y este ha
sido el punto de partida y retorno de todas las excursiones realizadas.
Como no podía ser de otra manera,
hemos visitado el Santuario de Fátima y todo su entorno, tanto es así que hemos
estado en Lugar de las Apariciones, El
Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, Basílica de la Santísima
Trinidad, y sus Capillas, muro de Berlín et. El hotel se encuentra a escasa
distancia del Santuario, por lo que basta un corto paseo para acercarse al
mismo.
El entorno del Santuario dispone
de parking gratuito y una serie de utilidades o servicios para los peregrinos, tales
como, mesas y bancos de mampostería, dispositivos de suministro de agua
potable, zona de acampada donde poner las tiendas, contenedores o cestos de
recogida de basuras y restos orgánicos, et. todo ello en gran cantidad,
ocupando una gran área.
La calle principal de la ciudad
es una calle llena de tiendas de suvenires, como cualquier otra calle de una
ciudad turística, pero abundan sobre todo objetos de tipo religioso, imágenes de
la Virgen de Fátima, rosarios, velas et. y no hay esa profusión de restaurantes
y bares que se observa en otras ciudades turísticas, hay que tener presente que
este es un lugar de culto.
Hay bastantes hoteles, pero
tenían aspecto de estar desocupados en esta época.
El domingo cuando entrabamos al
pueblo de Fátima, todos los alrededores, explanadas, calles y carreteras, se
encontraban totalmente colapsados, debió de haber una concentración
motorista y en todas las salidas
los vehículos estaban parados en
caravana, haciéndose difícil la salida; afortunadamente entrar a Fátima resultó
mucho más fácil.
Durante los cinco días que hemos
estado en Fátima, en ninguno de ellos hemos vuelto a ver esa multitudinaria
aglomeración que nos encontramos el día de la llegada.
La novísima Basílica de la
Santísima Trinidad, es una construcción de líneas modernas y de una inmensidad
enorme, con un Cristo que pretende representar a todas las razas sin excepción,
pero no voy a entrar en detalles con el siguiente enlace y las fotos aportadas
es suficiente para hacerse una buena idea de lo que es y representa.
Aunque no hemos tomado parte
activa, sí que hemos asistido a la procesión de las velas. Tiene lugar la noche del 12 al 13 de cada
mes en conmemoración de la primera aparición de la Virgen ante los niños. De
Semana Santa a finales de Octubre esta procesión tiene lugar todos los días. Es en los meses de
Mayo y Octubre cuando esta celebración reúne a mayor número de peregrinos. Como
estábamos en Septiembre había procesión todas las noches.
A las 21 daba comienzo el rezo
del Rosario Internacional en
la Capilla de las Apariciones. Terminado este, la imagen de la Virgen de Fátima
sale de la capilla, precedida por una gran cruz luminosa y las banderas o
estandartes de diversas comunidades o agrupaciones religiosas, es transportada en andas hasta la Basílica.
En el trayecto de ida y vuelta la pequeña imagen atraviesa la explanada repleta
de fieles alumbrando con sus velas. El silencio durante la procesión es total,
sólo interrumpido por cánticos en honor de la Virgen. Después, la imagen es
conducida de nuevo a la Capilla y se concluye la misa.
La primera de las excursiones que
realizamos tuvo como destino la Ciudad Universitaria de Coímbra. Realizamos una
visita panorámica con dos paradas, la primera de ellas delante del Monasterio
de Santa Clara, donde apenas dispusimos de un cuarto de hora de tiempo libre,
pero la verdad es que para ver el exterior del mismo y la panorámica que se nos
ofrece de la ciudad de Coímbra desde este mirador, no necesitábamos más tiempo.
Subiendo de nuevo al autobús
seguimos recorriendo la ciudad para bajar en la parte alta, en la Universidad. Allí,
y antes durante el recorrido tuvimos ocasión de contemplar a los estudiantes
con sus capas al estilo Harry Potter, y es que parece ser que la autora
británica de este libro se inspiró en la indumentaria de los estudiantes de
Coímbra para su personaje.
Recorrimos la zona universitaria,
que bien merece una visita, aunque sea lo único que se vea,
entrando a los recintos que nos fue
posible y fuimos bajando, escaleras
siempre, hasta situarnos en la Calle principal Rua Vizconde da Luz/ Rua
Ferreira Borges.
Por esta calle y las estrechas
calles adyacentes, que se ensanchan para dar paso a la Plaça do Comercio,
paseamos y hasta tomamos un refrigerio,
llegando hasta la Iglesia de Santa Cruz y la Cámara Municipal, luego
finalizamos en la estatua de “mata frailes”
Joaquim António de Aguiar, el
equivalente a nuestro Juan Álvarez Mendizábal, o sea el encargado de la
desamortización en Portugal, junto al río Mondego y al lado del hotel Astória,
que era el punto de encuentro donde nos recogió el autobús para regresar a
Fátima.
Pero voy a hacer una mención a
algunos de los sitios que vimos, aunque
los de la visita panorámica, pasarán por nuestra retina como una
centella.
Portugal dos Pequenitos (poco y mal visto), estación del ferrocarril, Escola
Primária Central de Coimbra, Catedral nueva y Catedral vieja, con poco que ver
en ninguna de las dos, la nueva más bien parece un edificio de viviendas.
Un día entero lo dedicamos a
recorrer Lisboa, Cascais y Estoril. Por la mañana salimos con dirección a
Cascais, paramos junto a la Boca Do Inferno,
que es una cueva formada por las olas del mar al
percutir contra las rocas, como el mar estaba tranquilo, no pudimos ver el
rugir de esta oquedad al golpear sobre
la misma las olas de un mar bravo y enfurecido, que es lo que se supone
tiene que haber para apreciar el verdadero encanto de este singular paraje.
Pero si alguien quiere ver golpear las olas contra las oquedades de las
rocas y contemplar el rebufo del agua, lo mejor es que vaya a ver los Hervideros
en la isla de Lanzarote,
Luego subimos una gran escalera de madera y nos desplazamos rodeando una fortaleza o
ciudadela hasta el centro de Cascais, donde tomamos unos refrescos y
contemplamos los bellos edificios del entorno; acabado el tiempo libre,
una visita panorámica por Estoril y la costa nos llevó al barrio de Belem,
Lisboa.
Por tanto no pasamos al casino, ya que ni siquiera paramos, además era por la mañana y debía de estar cerrado, durante este recorrido bordeando la costa contemplamos edificios, chalets y palacetes de diferente arquitectura.
Por tanto no pasamos al casino, ya que ni siquiera paramos, además era por la mañana y debía de estar cerrado, durante este recorrido bordeando la costa contemplamos edificios, chalets y palacetes de diferente arquitectura.
Aunque no paramos en Estoril, si que contemplamos el hotel Palacio junto
al casino, donde se han alojado reyes de toda Europa y donde se fraguó la
historia de James Bond, personaje creado por Ian Fleming basado en el espía
Dusko Popov.
El autobús nos dejó frente al Monasterio de los Jerónimos de Santa María
de Belém, pero lo primero que hicimos fue ir directos a la famosa pastelería de
Belem a probar los deliciosos pasteles, os
pastéis de Belém.
Una vez comprados os pasteis, nos acercamos hasta el cercano Monasterio y
pasamos a la iglesia donde lo primero
que vimos fueron las tumbas de Vasco de Gama y de Luís de Camões, situadas
a la izquierda y a la derecha de la entrada a la misma.
Dejamos el Monasterio de los Jerónimos, y dimos un paseo contemplando los
monumentos de la zona, primero el monumento a los primeros aviadores que
cruzaron el atlántico sur, conmemora la hazaña de los aviadores portugueses
Sacadura Cabral y Gago Coutinho que en el año 1922 cruzaron por primera vez el
Atlántico sur en avioneta, desde la ciudad de Lisboa con destino a Rio de
Janeiro.
Luego la Torre de Belem que tiene
las influencias islámicas y orientales, que caracterizan el estilo manuelino y
marca el fin de la tradición medieval de las torres de homenaje, formando uno
de los primeros baluartes para artillería en Portugal.
Al Monumento a os Descobrimentos,
ni siquiera nos acercamos ya que se encontraba totalmente rodeado de
andamios porque que debían estar limpiándolo o restaurándolo. Pero aprovecho
para decir que la figura principal el Infante
Don Enrique, conocido como Enrique el Navegante, solo navegó una vez y se mareó,
esto es lo que no dejo de comentarnos la guía una y otra vez, que era incapaz
de navegar porque se mareaba.
Desde la lejanía también pudimos
contemplar el Puente del 25 de Abril de unos tres kilómetros y medio de
longitud, donde por la parte superior circulan los coches y por la inferior los
trenes; y el imponente monumento del
Cristo Rey. Luego cuando nos dirigíamos a comer pasamos por debajo del mismo
puente.
A continuación pongo un enlace de
nuestros primeros viajes a Portugal, donde se puede encontrar todo lo referente
a los monumentos mucho más detallado de lo que lo estoy haciendo ahora.
Esta vez no regresamos a comer al hotel Coroa de Fátima, comimos en Lisboa
en el Restaurante, Churrasqueira, Antiga casa de Pasto A Valenciana. Establecida en 1.914.
Sin apenas sobremesa subimos de nuevo al autobús contemplando los edificios
y monumentos que nos salían al paso, entre ellos la Plaza y el monumento al
Marqués de Pombal que fue el encargado de reconstruir Lisboa en un tiempo récord,
después del terremoto que asoló la ciudad en 1.755.
El autobús nos dejo, para alejarse y volver a recogernos después en el
mismo punto, en la plaza del Rossio o plaza de Don Pedro IV
Paseamos por la misma y recorrimos la rua Augusta hasta llegar a la plaza
del Comercio, desde una travesía pudimos contemplar el elevador de Santa Justa;
atravesamos el famoso arco, y
llegamos a la misma. Los barcos
mercantes de tiempos pretéritos habían dejado paso al multitudinario turismo.
Y regresamos a la plaza del Rossio por la misma rua, una calle con un gran
atractivo y mucho encanto, repleta de terrazas y atracciones callejeras de todo
tipo, grupos de capoira, músicos ambulantes, mimos, et.
Antes de subir al autobús aun nos dio tiempo de ver la cercana plaza da
Figueira, donde estaban montando una gran caseta, parece que estaban
realizando algún tipo de obras. Por
encima de la estatua ecuestre
del rey João I se divisaba nítidamente el Castillo de San
Jorge dominando la colina.
Dando por concluida las visita a Lisboa regresamos a Fátima.
Y llego el día de los monasterios, era un día en que solo nos íbamos a dedicar a visitar monasterios y así lo hicimos.
Por la mañana fuimos hasta Alcobaça para visitar La Abadía de Santa
María de Alcobaça también conocida como Abadía de Alcobaça, es la primera obra
gótica erigida en suelo portugués.
Su construcción comenzó en 1.178 por los monjes de la Orden del Císter. En Alcobaça se juntan los ríos Alcoa y Baça, de ahí su nombre. Como acabo de poner, fue el primer monumento integralmente gótico del país y el segundo panteón de la monarquía portuguesa.
Su construcción comenzó en 1.178 por los monjes de la Orden del Císter. En Alcobaça se juntan los ríos Alcoa y Baça, de ahí su nombre. Como acabo de poner, fue el primer monumento integralmente gótico del país y el segundo panteón de la monarquía portuguesa.
Enumerar todas sus estancias y
hacer una descripción de las mismas resultaría demasiado extenso y costaría
leer, por lo que dejo el enlace inferior donde está todo ligeramente resumido.
Luego subimos una vez más al autobús para dirigirnos a la Villa de Batalha
para visitar su monasterio. El
Convento de Santa María da Vitória se sitúa en Batalha, fue mandado edificar
por el rey Juan I como agradecimiento del auxilio divino y celebración de la
victoria en la Batalla en la que los portugueses en mucho menor número
vencieron a los castellanos consiguiendo
la victoria en Aljubarrota.
Delante del monasterio nos recibe la estatua ecuestre de Don Nuno Alvarez
Pereira, que fue el general que dirigió y ganó la batalla de Aljubarrota,
consolidando de esta forma la independencia de los portugueses.
Marco de la historia de Portugal y Panteón real, señala la victoria de las
tropas portuguesas sobre las castellanas en la Batalla de Aljubarrota, en 1.385.
Obra grandiosa del gótico portugués, de ella desborda la nueva corriente
artística del manuelino. Exponente máximo de la arquitectura portuguesa, es uno
de los monumentos más visitados de Portugal.
El monasterio de Santa María da Vitoria integra el núcleo restringido del Patrimonio Mundial de la Humanidad. El monumento se levantó a finales del siglo XIV por deseo del Rey D. João I. La obra movilizó grandes recursos humanos y materiales y se prolongó durante casi 200 años. Proporcionó la introducción y el perfeccionamiento de varias artes y de nuevas técnicas. El monumento integra varios estilos, ya que fueron varios los arquitectos que dirigieron la obra: Alfonso Domingues, Huguet, Martim Vasques, Fernão de Évora, Mateus Fernandes, entre otros. La última intervención de fondo se realizo en la década de los años 30 del siglo XVI con la construcción de la tribuna de las Capillas Imperfectas (capillas inacabadas). En 1.907 fue clasificado como monumento nacional.
El monasterio de Santa María da Vitoria integra el núcleo restringido del Patrimonio Mundial de la Humanidad. El monumento se levantó a finales del siglo XIV por deseo del Rey D. João I. La obra movilizó grandes recursos humanos y materiales y se prolongó durante casi 200 años. Proporcionó la introducción y el perfeccionamiento de varias artes y de nuevas técnicas. El monumento integra varios estilos, ya que fueron varios los arquitectos que dirigieron la obra: Alfonso Domingues, Huguet, Martim Vasques, Fernão de Évora, Mateus Fernandes, entre otros. La última intervención de fondo se realizo en la década de los años 30 del siglo XVI con la construcción de la tribuna de las Capillas Imperfectas (capillas inacabadas). En 1.907 fue clasificado como monumento nacional.
El monasterio alberga los restos
de algunos reyes portugueses de la Dinastía de Avís. La necrópolis real se
compone de la Capilla del Fundador (finalizada
en 1434) y de las capillas inacabadas (construidas de 1490 a 1515).
Juan I (1385-1433) y su
esposa Felipa de Lancaster (1360-1415), hija de Juan de Gante,
Duque de Lancaster.
Sus hijos:
Pedro (1392-1449), Duque de
Coimbra, regente de Portugal, y su esposa Isabel de Aragón (1409-1443), hija de
Jaime II, Conde de Urgel.
Enrique el
Navegante (1394-1460), con estatua yacente
Juan (1400-1442), Duque de Beja,
y su esposa Isabel (1402-1465), hija de Alfonso I Duque de Braganza
Fernando, el príncipe
santo (1402-1443)
Duarte I (1433-1438) y su esposa
Leonor.
Alfonso V (1438-1481)
Juan II (1481-1495).
Las tumbas fueron profanadas, lo
mismo que las del monasterio de Alcobaça, por los soldados franceses en
1810.
En la sala capitular se encuentra
la Tumba del Soldado Desconocido portugués, que contiene los cuerpos
de los soldados portugueses muertos en combate durante la Primera Guerra
Mundial, que son custodiadas por un guardia de honor permanentemente.
Durante nuestra visita asistimos
al cambio de guardia que tuvo lugar a las doce en punto.
Todo el conjunto asombra por su
magnífica arquitectura y belleza, pero las Capillas Imperfectas es algo
verdaderamente extraordinario, una maravilla difícil de definir con palabras,
no queda por tanto que hacerles una visita.
Terminada la visita al monasterio
de Batalha, regresamos a comer al hotel en
Fátima, para por la tarde desplazarnos hasta Tomar para recorrer y admirar el Convento de Cristo que se alza sobre la cima de una colina, dentro
de las murallas del Castillo
Templario, dominando la ciudad de Tomar.
Tampoco voy a extenderme demasiado en explicaciones. Los estilos
arquitectónicos de mismo son: Arquitectura del Renacimiento, Arquitectura
románica, Estilo manuelino, Arquitectura gótica. Es enorme con multitud de
estancias que uno no acaba de recorrer.
En los dos enlaces inferiores hay información y fotografías del conjunto.
Por su importancia solo voy a describir una ventana (janela), ¡pero que
ventana!:
La janela de la fachada occidental de la iglesia conventual fue
presumiblemente diseñada por Diogo de Arruda y ejecutada entre 1.510 y 1.513.
Es uno de los más originales testimonios del tardo-gótico “manuelino”con su
típica acentuación de motivos hiperrealistas er hiper-naturalistas.
Simbolizando el Árbol de la Vida del Arbol de Jessé según los temas de las
Sagradas Escrituras, refleja iconograficamente el programa “imperial” de Don
Manuel y la Orden de Cristo.
Terminada la visita al Convento, el autobús nos llevo hasta el pequeño
pueblo de Tomar
Paramos cerca del río nabão y nos acercamos hasta la Plaza
de la República, con una estatua de Gualdim Pais en el centro y el
castillo sobre la colina, dominando la población. Enfrente la Iglesia de São João Baptista.
Pasamos a la Iglesia de São João Baptista de estilo gótico
tardío y recorrimos la calle principal para regresar al autobús y a Fátima
dando por concluido el día de visitas a los conventos portugueses.
El último día de excursiones, solo nos desplazamos por la mañana, la tarde
la tuvimos libre y la dedicamos a pasear por Fátima como ya habíamos hecho
algún dia. A primera hora salimos hacia Óbidos. Lo primero que nos encontramos
fue la Porta da Vila de Óbidos.
La Porta da Vila es la entrada principal de la villa de Óbidos. Se trata de
una doble puerta en derrame con el interior revestido de azulejos del siglo
XVIII, la cual conduce directamente a la Rua Direita, la calle principal de la
localidad.
Encima de esta monumental entrada hay una inscripción «A Virgem Nossa
Senhora foi concebida sem pecado original».
Esta puerta fue mandada colocar por el Rey D. João IV, en agradecimiento de
la protección de la patrona durante la restauración de la independencia en
1640.
En su interior se encuentra la capilla-santuario de Nossa Senhora da
Piedade, Patrona de la villa, con balcón barroco y azulejos azules y blancos,
que datan de entre 1740 y 1750, con motivos alegóricos a la pasión de cristo.
En el letrero que está situado sobre la pared nada más pasar la primera
puerta, pone lo siguiente:
VILLA DE ÓBIDOS
MONUMENTO NACIONAL DESDE 1.951
Porta da Vila e Oratorio de N.ª Sr.ª da Piedade
Principal puerta de acceso a la Vila de Óbidos, fue concluida
aproximadamente en 1.380. Alberga el oratorio dedicado a la Patrona de Óbidos
Nuestra Señora de la Piedad, ejecutado en el siglo XVII y con acabado
notable de azulejos historiados de 1.740-1.745.
Como ya esta todo dicho con respecto a esta puerta, diremos que Óbidos es
una ciudad amurallada que se encuentra sobre un pequeño promontorio, las
murallas tienen un pasillo interior amplio, por el que se puede pasear,
recorriendolas en casi toda su totalidad, e innumerables escaleras de acceso a
las mismas.
Nosotros entramos por la puerta de la villa y recorrimos la Rua Direita, hasta
llegar al Castillo que ha sido convertido en Posada (Parador), pasamos a algunas
dependencias del mismo, luego nos dedicamos a recorrer la ciudad.
En nuestro retorno hacía la puerta de la villa, nos dejamos llevar por el
intrincado dedalo de callejuelas, a veces empinadas, de casas blancas con diversas
plazuelas y ventanas con flores, que configuran este entramado tan atractivo
y pintoresco que fascinan a quien por allí se pasea, y hacen que uno se sienta como si se encontrara en
una ciudad de cuento de hadas.
Yo no me pude sustraer a la atracción de pasear por lo alto de las murallas. Y aunque dicen que hay que tomar la bebida típica del lugar, la ginjinha, dos veces, una al llegar y otra al marcharse, nosotros lo hicimos una sola vez.
Y después de salir de Óbidos por su famosa Porta da Vila, nos subimos al
autobús y fuimos directos a Nazaré.
La primera parada la hicimos en lo
alto del Mirador de Suberco, allí se encuentran los kioscos de las
vendedoras de frutos secos, ataviadas con el traje tradicional, las siete faldas, todas ellas por encima de las
rodillas, les compramos frutos secos y visitamos la Iglesia de Nuestra Señora
de Nazaré, que se encuentra al lado del mirador, siendo lo más destacable de
esta iglesia, construida en el año 1377, su campanario, formado por dos
torres.
Allí mismo, pegada al escarpado
acantilado se encuentra también la Capilla da Memoria cuya construcción dio lugar a la fundación de la
villa de Nazaré.
Antes de pasar a la iglesia y la capilla; desde el mirador que
goza de un excepcional emplazamiento, estuvimos contemplando la playa de
Nazaré, que es una bonita playa de arena que describe una
amplia curva y brinda sus mejores vistas desde este escarpado acantilado.
Una vez más subimos al autobús que nos
trasladó hasta a la playa, cuyo paseo marítimo toma los nombres de Avenida da
República y Avenida Manuel Remigio y se encuentra repleto de tiendas se
suvenires, heladerías, bares restaurantes, et. Hicimos un alto en el camino y
tomamos unas cervezas y probamos el pulpo.
Si desde el mirador las vistas
eran espectaculares, desde la playa no lo son menos, además de poder contemplar
los secaderos de pescado que hay en la misma playa y un inmenso mar azul que no
tiene otro límite que el azul más claro del cielo, también podemos
ver a lo lejos el faro, que parece se asienta sobre una pequeña fortaleza, los
acantilados, y el tren cremallera que sube a la parte alta del pueblo.
En esta playa suelen darse olas
espectaculares, por lo que en tiempo de ellas suele haber una buena afluencia de surfistas. Durante
nuestra corta visita el mar estuvo muy tranquilo, no obstante, en un momento
dado escuchamos como un trueno, quizá el sonido de una fuerte ola rompiendo
sobre los acantilados del faro.
El sexto día después de desayunar iniciamos el regreso a casa, comimos en
el camino y llegamos a
Puertollano sobre las 18:30 horas.
Viaje turístico realizado del 25 al 30 de Septiembre de 2.016
Puertollano Octubre de 2.016
Que bonito Obidos, no?? Todo muy interesante. Quizas lo que menos me llama la atención es Fátima. Como siempre gran relato.
ResponderEliminarQue bonito Obidos, no?? Todo muy interesante. Quizas lo que menos me llama la atención es Fátima. Como siempre gran relato.
ResponderEliminarMuchas gracias María.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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