Balneario Carlos III
Del 20 de Agosto de
2012 al 29 de Agosto de 2012
Después de pasar dos días en
Madrid, el lunes por la mañana nos dirigimos en coche al Balneario Carlos III
de Trillo (Guadalajara) llegando poco después de las 12 de la mañana.
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Edificio principal (hotel) |
El primer día como es habitual no
tuvimos tratamientos, al poco de llegar asistimos a la consulta del médico
donde además de pesarnos y tomarnos la tensión se nos prescribieron los
tratamientos termales pertinentes, siendo estos:
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El hall |
Piscina + rehabilitación.
Circuito termal.
Baño termal
Los tratamientos eran por la
mañana y por la tarde.
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Río Tajo |
Por la tarde dimos un paseo por la carretera y el río hasta Trillo, que está a 2,2 km, pero sin
llegar al centro; el río que discurre junto al balneario, paralelo a él, es el
Tajo, que lleva un agua muy clara y limpia y tiene varias zonas habilitadas
para baños, las cuales durante los diez días que estuvimos en el balneario se
encontraban muy concurridas.
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En el hall |
El segundo día de nuestra
estancia, por la tarde fuimos agasajados con un vino en la bodega del balneario,
bonito lugar redescubierto debajo de la montaña cuando se inició la
construcción del nuevo balneario, ya por la tarde nos acercamos a Cifuentes que
se encuentra a unos 11 km de Trillo.
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Arcadas del antiguo hospital de Nuestra Señora de los Remedios, Cifuentes |
En Cifuentes vimos el castillo,
de planta cuadrangular que fue mandado construir por don Juan Manuel en el
siglo XIV y que aparentemente está casi derruido, también vimos un trozo de
muralla y un torreón en otro lugar del pueblo, las arcadas que quedan del hospital
y la ermita del Remedio junto a las mismas del siglo XV; no vimos si no de
lejos la iglesia del Salvador de estilo románico, construida a finales del
siglo XIII.
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Muralla y torreón, Cifuentes |
Cerca del castillo nace el río
Cifuentes que desemboca en el Tajo en la localidad de Trillo, donde su agua es
aprovechada para el funcionamiento de una central hidroeléctrica, formando varias
cascadas antes de tributar sus aguas.
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Alrededores del balneario |
Aquí nació la princesa de Éboli
que luego acabo sus días en el Palacio Ducal de Pastrana.
En el pueblo hay una placa
conmemorativa del paso de Camilo José Cela en 1946 en su famoso viaje a la
Alcarria (libro que ahora estoy obligado a leer), hoy puedo decir que ya me leí el libro, después hemos visto placas similares en todos los pueblos de la Alcarria
que hemos recorrido.
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Bodega |
Cifuentes fue visitado por los
reyes de España en 1994.
El día 22 no asistimos, previo
aviso, al baño termal que teníamos a las 17:30, así aprovechamos la tarde para
seguir nuestro recorrido por la Alcarria; poco después de las 15 horas salimos
con dirección a Pastrana; esta ciudad se encuentra a unos 86 km del balneario,
el recorrido fue Balneario Carlos III, Trillo, Gárgoles de abajo, Durón,
Pareja, Sacedón, Sayatón y Pastrana, esta ruta discurre por la zona de los
embalses.
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Bodega, exterior |
Entre ellos pasamos por el famoso de Entrepeñas, observamos que se
encontraban muy bajos; al pasar por Pareja, vimos que alrededor del embalse
habían construido una especie de paseo marítimo, por el que podían circular y
de hecho lo hacían grupos de viandantes y bicicletas; algunas ciudades con
litoral no lo tienen tan bien acondicionado.
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Balneario, hotel y patio |
En Sacedón observamos que existía
un puerto deportivo repleto de barquitos, después de Sacedón y tras pasar dos
pequeños túneles, seguimos paralelos al Tajo admirando la vegetación existente,
como antes lo habíamos hecho, hasta llegar a Sayatón y más tarde a Pastrana, en
ese momento debían de ser algo menos de las cinco de la tarde.
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Palacio Ducal de Pastrana |
Lo primero que hicimos en
Pastrana fue visitar el palacio Ducal, donde se encuentra la oficina de
turismo, hicimos la visita guiada (2 € persona), estábamos solos los dos y la
chica de la oficina, que cerró en ese momento para enseñarnos el palacio.
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Doña Ana Mendoza de la Cerda |
Desde el momento en que doña Ana
de Mendoza de la Cerda, princesa de Éboli adquirió los terrenos de Pastrana y
empezó la construcción del Palacio, siempre estuvo de pleitos con el pueblo, el
arquitecto fue Alonso de Covarrubias; aquí fue recibido Antonio Pérez y aquí
murió la princesa de Éboli encerrada en la famosa torre de la hora, que por
supuesto visitamos.
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Palacio Ducal, entrada principal |
El palacio estuvo en ruinas, actualmente pertenece a
la Universidad de Alcalá que realizó una cuidadosa restauración y después de
haber hecho una gran inversión económica y haberlo habilitado magníficamente,
se encuentra en desuso ¿…..?.
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Calle Mayor y fuente de los Cuatro Caños |
Para saber la historia del
palacio Ducal, lo mejor es leer el libro “El Palacio Ducal de Pastrana” cuyo
autor es Aurelio García López.
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Palacio Ducal, fachada principal |
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Iglesia Colegiata de la Asunción, Pastrana |
Proseguimos nuestra visita
paseando por la calle Mayor hasta llegar a la fuente de cuatro caños, para a
continuación ver exteriormente el ayuntamiento, la casa de los canónigos y la
colegiata, no pudimos acceder al interior de la misma por estar cerrada, luego bajamos hasta el convento de San José y ya por la parte baja, subiendo todo lo que habíamos bajado regresamos a la calle Mayor hasta llegar a la
plaza de la Hora.
Antes de atravesar la puerta de salida de la plaza
contemplamos la placa conmemorativa del paso de Camilo José Cela por la
Alcarria, sin bajarnos del coche pasamos por el barrio del Albaicín y plaza
de toros, dirigiéndonos después hacía el convento de San Francisco donde está
la plaza del Deán, frente a ella la muralla y el arco de San Francisco; el
convento de San Francisco alberga actualmente el cuartel de la guardia civil,
un centro de salud y un restaurante.
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Zorita de los Canes |
Terminada la visita a Pastrana
nos dirigimos a Zorita de los Canes, situada a 12 km de Pastrana, antes de llegar al pueblo
observamos la central nuclear de Zorita, la primera de este tipo que se
construyó en España, desde el 2006 ha dejado de funcionar.
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Zorita de los Canes |
Pasamos el pueblo y llegamos
hasta las puertas del centro de interpretación del Parque Arqueológico de
Recópolis, que se encuentra a uno o dos km. por carretera, pero ya era tarde y
no pasamos, por lo que volvimos al pequeñísimo y pintoresco pueblo de Zorita,
paseamos por sus empinadas calles y bajamos al merendero del Tajo, observamos
el castillo, en ruinas, situado en lo alto del pueblo y cuyas paredes sueltas
parece vayan a desplomarse sobre el pueblo de un momento a otro, pero esto ya
lo dijo, quien si no, Camilo José Cela, según reza en la placa
conmemorativa que hay en el pueblo, de su viaje a la Alcarria en 1946. Como no pudimos ver Recópolis pongo dos enlaces a continuación para conocimiento general.
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Murallas árabes, Brihuega |
Como llegábamos tarde a la cena,
al llegar a Gárgoles de abajo, a unos 8 km del balneario, cenamos en un
merendero con parrilla, junto al río Cifuentes.
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Castillo de la Peña Bermeja, Brihuega |
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Iglesia de Santa María de la Peña, Brihuega |
El día 23 solo teníamos
tratamientos por la mañana, por eso la tarde la dedicamos a visitar
Brihuega, que se encuentra a unos 43 km. del balneario.
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Arco de la Guía, Brihuega |
El recorrido realizado fue el siguiente, balneario, Gárgoles de abajo, Cifuentes, Masegosa de Tajuña y finalmente Brihuega; en su
mayor parte discurre entre grandes masas de arbolado, siendo la carretera un
autentico paseo flanqueada por árboles.
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Castillo y conjunto histórico, Brihuega |
Uno de los grandes atractivos de
la ciudad, la Real Fábrica de Paños con sus jardines románticos de estilo
versallescos, que habían atraído mi especial atención a la hora de visitar
Brihuega, están cerrados por falta de mantenimiento y presupuesto para
atenderlos, es decir, están semi-abandonados según nos dijeron.
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Ayuntamiento, Brihuega |
Aparcamos en la plaza del
Jardinillo y nos dirigimos a pie a la plaza del Coso, donde se encuentra el
ayuntamiento, la oficina de turismo, dos grandes fuentes de dos caños cada una y
las cuevas árabes.
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Conjunto monumental de Cívica |
http://www.rutasconhistoria.es/loc/civica
Brihuega es una de las villas más
atractiva de toda la provincia y está situada junto al rio Tajuña, posee un importante conjunto
arquitectónico que en 1973 fue declarado Conjunto Histórico Nacional.
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Siguenza |
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Catedral de Santa María, Siguenza |
Las cuevas árabes recorren el
subsuelo de la plaza del Coso y son visitables, parece ser que todo el pueblo
esta hueco, nosotros no las visitamos, pero por un euro te las enseña el dueño
de la carnicería de al lado, ya que son de propiedad particular. Abriendo el siguiente enlace, puedes hacer tu propia visita.
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Plaza Mayor y Ayuntamiento, Siguenza |
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Catedral de Santa María, Siguenza |
A continuación entramos al
conjunto histórico por la puerta Arco de la Guía y visitamos el castillo de la Peña Bermeja,
actual cementerio, de corte cisterciense y decoración mudéjar, desde donde se
observa una magnifica panorámica del campo exterior de la ciudad.
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Catedral de Santa María, Siguenza |
La iglesia de
Santa María del siglo XIII con una preciosa portada gótica, el convento de San
José, actual museo de miniaturas; salimos por una puerta lateral de la muralla
y dejando a nuestra izquierda la plaza de toros, llegamos al Arco de Cozagón,
donde observamos el contraste de la puerta según se mire desde el interior o el
exterior.
http://www.brihuega.org/monumentos/arco_cozagon/cozagon.htm
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Catedral de Santa María, Siguenza |
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Virgen de la Mayor, Siguenza |
Luego recorrimos la muralla árabe hasta cerca del final, poco más
allá de la biblioteca entramos de nuevo a la villa, para llegar a la plaza del
Jardinillo y hacer el resto del recorrido en coche, así vimos la fuente de los doce caños, la
puerta de la Cadena, la picota y el exterior de la fábrica de paños, que a
decir verdad, solo vimos una gran puerta. Luego regresamos al balneario.
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Calle Mayor, Siguenza |
El siguiente día hicimos una
salida corta; enterados de que había un encierro nocturno en Azañón, pedanía de
Trillo, situada a unos 6 km. del balneario, a las 21:30 nos acercamos hasta
allí, aparcamos en una zona de las afueras que estaba habilitada como
aparcamiento, en la que no había demasiados coches estacionados; en el pequeño
pueblo la poca gente que había se encontraba alrededor de una charanga que tocaba temas populares
y callejeros, preguntamos la hora del encierro y nos dijeron que a partir de
las 12 de la noche; una vez tomado el
pulso a la situación, decidimos regresar al balneario y volver más tarde.
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Capilla del Doncel |
http://aprendersociales.blogspot.com.es/2009/12/el-doncel-de-siguenza.html
http://www.siempredepaso.es/siguenza-la-ciudad-del-doncel-guadalajara/
Regresamos sobre las 0:30 horas y la situación había cambiado radicalmente,
haciéndose muy difícil encontrar donde aparcar el coche, el antes solitario
pueblo era ahora un bullicioso hervidero, las calles estaban cortadas y un par
de pequeños novillos corrían incesantemente hacia un lado y hacia el otro; el
encierro acabo rápidamente y tan rápidamente o más fueron despejadas las calles
del paramento de tablones que configuraban el callejón del encierro.
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Parador de Siguenza |
Terminado el encierro una gran
orquesta (que para sí quisieran algunos pueblos de mayor enjundia), que había
instalada en la plaza, dio comienzo su repertorio y la gran muchedumbre allí
congregada, dio rienda suelta a sus deseos de juerga y diversión, más bien
continuaron con ella, bebiendo bailando o simplemente charlando. Escuchamos la
música, en otros momentos bailamos y sobre las 3 de la mañana regresamos al
balneario.
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Parador de Siguenza |
El sábado solo teníamos baños por
la mañana, por lo que decidimos ir a Sigüenza, a pesar de ser esta la única
ciudad de Guadalajara que conocíamos, por haber estado en ella unos años atrás.
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Parador de Siguenza |
Por tanto decidimos salir después
del tratamiento matinal y comer fuera para un mejor aprovechamiento del tiempo,
al llegar a Sigüenza, lo primero que visitamos fue la magnífica plaza mayor, luego cruzamos la puerta del
toril y echamos un ligero vistazo a un mercadillo que había en las
proximidades, para a continuación regresar a la catedral y realizar la visita
guiada, 4 € por persona.
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Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo, Guadalajara |
https://www.youtube.com/watch?v=zFt1y-LeNEE
De la catedral voy a hacer una pequeña reseña, pero para
informarse bien lo mejor es consultarlo en Internet o en la guía
correspondiente, así diré que la nave central
empezó a construirse en el siglo XII y se terminó en 1495, pero luego en
los siglos posteriores se fue ampliando y añadiendo cosas. Esta
catedral-fortaleza de estilo cisterciense combina el románico con el gótico renacentista,
plateresco, barroco y neoclásico, de entre sus muchas maravillas destacaré el
altar de Santa Librada, la sacristía de las cabezas y la capilla del Doncel.
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Palacio del Infantado, Guadalajara |
La misa que durante el verano se
representa en la nave del altar mayor, cuando llega el invierno, debido a las bajas
temperaturas, se dice en una capilla lateral amplia, que está equipada con
calefacción.
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Palacio del Infantado, Guadalajara |
Luego subimos la calle mayor (en
coche) lentamente, y entramos en el castillo que es el parador Nacional de
Sigüenza, que fue totalmente reconstruido realizando una restauración total,
ya que durante la guerra carlista y la civil de 1936 fue casi completamente
derruido, actualmente es una maravilla.
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Cardenal González de Mendoza |
Finalmente dimos una vuelta en coche, por diversas calles y pusimos rumbo al balneario; comimos
en Cifuentes en el restaurante La Esquinita.
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Plaza Mayor y ayuntamiento, Guadalajara |
El domingo día 26 los
tratamientos fueron por la tarde, por la mañana tuvimos médico con toma de
tensión y pesaje.
Salimos a hacer un poco de
senderismo, pretendíamos llegar al Sanatorio (Instituto Leprológico o
Leprosería de Trillo) por un camino que parte del balneario y por entre pinares
llega hasta el mismo, pero me equivoqué y seguimos durante largo rato por un
sendero erróneo por la ribera del Tajo, teniendo que desandar parte de lo
andado para coger el camino verdadero; cuando avistamos los pabellones que
configuran el Sanatorio, era tarde y tuvimos que regresar con el fin de llegar
a tiempo a la comida.
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Calle Mayor, Alcalá de Henares |
El resto del día no lo tomamos con calma y nos dedicamos a relajarnos.
El lunes 27 mientras Nani se
quedaba en el Solárium, cogí el coche y por la carretera de arriba me acerque
hasta el Sanatorio, este es el nombre que reza en el cartel que hay a la entrada, delante de la barrera de
acceso; en el interfono de la misma hay dos pulsadores, uno que pone Comunidad,
que es el convento, y otro que pone Sanatorio; yo no pulse ninguno, deje el
coche a un lado de la barrera y baje andando, hice un gran recorrido con toma
de fotos, lo primero que encontré fue el
cementerio; es lo primero con lo que te tropiezas después de recorrer la carretera flanqueada de cipreses, el complejo es enorme, un montón de pabellones, hospital, convento,
et., se veía todo muy abandonado, solo el césped estaba bien cuidado y era
regado con aspersores.
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Casa Cervantes, Alcalá de Henares |
En un par de pabellones vi placas conmemorativas de
algunos médicos, había cinco o seis coches pero no se veía a nadie, yo hable con el jardinero y con otra persona
bastante mayor, probablemente uno de los
antiguos enfermos, llegue hasta el Tajo y di la vuelta realizando el recorrido
inverso hasta llegar al coche.
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Palacio Arzobispal, Alcalá de Henares |
Al final de este relato insertaré
un amplio artículo de Rafael Torres sobre el Lazareto, escrito en 1999 y que
titula “Los restos del naufragio”. En este artículo el autor dice que en la
entrada hay un eufemístico cartel en el que pone Instituto Leprológico, es probable que en otro tiempo lo hubiera y lo hayan quitado, ya no está , actualmente en el cartel pone lo
que ya he dicho anteriormente, Sanatorio.
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Plaza de Cervantes, Alcalá de Henares |
Por la tarde y después de jugar
al bingo, un nutrido grupo de residentes del balneario visitamos el museo etnológico
de Trillo y el de la central hidráulica, damos un paseo por el pueblo, plaza y
cascadas del río Cifuentes, después en coche pasamos por el centro de la plaza
de toros, ya que hay un camino que la
atraviesa, salimos por otra puerta y volvimos a entrar, la plaza de toros es de
madera, tipo portátil pero parece permanecer estable, con una parte del
graderío de hormigón.
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Casino, Alcalá de Henares |
Luego pasamos el puente y llegamos hasta la zona de los
polideportivos y la piscina; antes de regresar al balneario y sin bajarnos del
coche, visitamos un complejo turístico que hay en la otra rivera del Tajo, que
se compone de una serie de pabellones o apartamentos, un restaurante y un
amplio camping, apenas había residentes; este complejo turístico esta frente al
balneario y conectado con el por medio de un puente, pero no es accesible
ya que unas grandes puertas metálicas y una malla del mismo tipo, bloquean el
paso por el , estas puertas se encuentran del lado del complejo, por el lado
del balneario se puede recorrer todo el puente hasta que uno se topa con las
puertas del bloqueo.
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Universidad de Alcalá |
El día 28 lo dedicamos al más
absoluto relax; por la tarde jugué una partida a la petanca, mi primera partida
en toda mi vida, mi compañera era la doctora búlgara del balneario que también
jugaba su primera partida según confesó, y ganamos; la otra doctora es
argentina, creo que en todos los balnearios que hemos estado, los médicos eran
extranjeros.
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Universidad de Alcalá |
El día 29 después del desayuno
dejábamos definitivamente el balneario y poníamos rumbo a Madrid, paramos en
Guadalajara y estuvimos dando una vuelta por el colegio de las Adoratrices, el
Panteón de la condesa de la Vega del Pozo, el parque de San Roque y el parque
Fuente de la Niña, no pudimos entrar ni al colegio ni al panteón, ambos estaban
cerrados.
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Camino de la lengua castellana, Alcalá de Henares |
Posteriormente cogimos el coche y
aparcamos al lado del palacio del Infantado y entramos en el mismo, es de
estilo gótico isabelino con elementos renacentistas, fue mandado construir
por Íñigo López de Mendoza y Luna segundo duque del infantado a finales del
siglo XV.
A continuación pasamos a la Iglesia de Santiago y seguimos dando un
paseo hasta la plaza del ayuntamiento, desde aquí nos volvimos hasta el coche y
proseguimos nuestro itinerario hasta Alcalá de Henares. En Guadalajara también
vimos la ya famosa placa del paso de C.J.C. por la Alcarria.
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Iglesia de San Nicolás el Real, Guadalajara (se me coló aquí) |
Alcalá de Henares estaba en
fiestas y tenia parcialmente restringida la entrada de coches al centro histórico,
por tanto aparcamos lo más cerca del mismo que pudimos, al llegar a la calle Mayor,
toda ella porticada; debido a lo avanzado de la hora y al cansancio, lo primero
que hicimos fue entrar al restaurante Indalo.
Este restaurante tiene zona de mesas para tapear
y comedor, pues bien estaba todo lleno, para el comedor había espera, la barra
estaba también abarrotada, continuamente entraba gente, nosotros tuvimos la
suerte de que al entrar dejaban una mesa libre y aprovechamos el momento, lo
curioso de este local es que con dos cañas y dos tapas has comido, por ejemplo,
una tapa puede ser, dos huevos rotos con jamón, o un bocadillo de tortilla y
jamón, la tapa la eliges tu de una carta con ilustraciones de tapas que está
disponible en cada mesa.
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Catedral Magistral de Alcalá de Henares |
Por este restaurante han pasado
personajes tan conocidos como David Bisbal, Pasión Vega, Rosa López , Carolina
Cerezuela, Xabi, Piqué, varios jugadores del Real Madrid, toreros y otros
ilustres personajes. Deduzco esto de las fotografías que había en una de las
paredes, en las que todos estos personajes figuraban al lado de un señor con
bigote, que debe de ser el dueño del restaurante.
Otro sitio en la misma calle
Mayor donde se tapea muy bien también, según nos dijeron, es el Maimónides.
Luego recorrimos la calle mayor
acompañados durante un trecho por una charanga callejera, pasando delante de la
casa de Cervantes y posando con los protagonistas de su mejor novela, que
modelados en bronce, dan su bienvenida a todo viajero que por allí pasa.
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Calle Mayor, Alcalá de Henares |
Prosiguiendo nuestro recorrido
llegamos hasta la plaza donde se ubica la Catedral- Magistral de los Santos
Justo y Pastor, que es la sede episcopal de la diócesis de Alcalá de Henares,
data de 1514 y presenta un marcado estilo gótico isabelino, no pudimos entrar
ya que la hora de apertura era más tarde.
Luego torcimos a la derecha y nos
situamos delante del palacio arzobispal, que es un bonito palacio fortaleza,
actual sede de la diócesis de Alcalá de Henares, se encuentra en la plaza del
Palacio y forma parte del conjunto monumental declarado Patrimonio de la
Humanidad por la UNESCO; allí echados sobre el césped de la plaza, debajo de
unos grandes árboles situados frente al palacio, descansamos unos veinte
minutos, para después volver a la plaza de Cervantes, que al inicio de nuestro
recorrido habíamos dejado atrás a nuestra izquierda.
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Catalina de Aragón, Alcalá de Henares |
En la plaza de Cervantes dimos
una vuelta admirando todo el entorno, iglesias, casino, estatua de Cervantes,
pabellón o templete de la música et. y nos acercamos hasta la
Universidad
de Alcalá.
https://es.wikipedia.org/wiki/Universidad_de_Alcal%C3%A1_(hist%C3%B3rica)
Vimos la fachada, el patio interior y todo el
entorno, (posteriormente en un viaje de un día a Alcalá de Henares el día 5 de marzo de 2015, recorrimos en visita guiada, todas las dependencias de la Universidad, patios interiores, Paraninfo donde se entregan los famosos premios Cervantes, et. durante este viaje también vistamos un antiguo y recuperado Corral de Comedias que hay en la plaza de Cervantes, la casa de este en la calle Mayor y el Convento de las Bernardas) y regresamos al coche para poner
rumbo a Madrid, donde pasamos el resto del día 29 y el 30, regresando a
Puertollano el día 31.
Comentarios varios sobre el
balneario y el entorno:
El balneario Carlos III se
encuentra a 2,2 Km. de Trillo, las instalaciones de baños son muy buenas así
como el hotel; en este balneario parece ser que hace 4 o 6 años se comía
magníficamente, hoy en día la comida no es de lo mejor del balneario, bien es
verdad que a veces nos quejamos de vicio, no obstante puedo decir que de los
cuatro balnearios en los que hemos estado este ha sido en el que la comida ha
sido menos variada y de peor calidad.
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Instalaciones del Balneario Carlos III |
El entorno es magnífico todo
arbolado, con el Tajo al lado y varias rutas de senderismo.
En los pasillos de las
habitaciones, se corta el alumbrado general a partir de una hora determinada y
se tarda en dar por la mañana, como las luces de emergencia están casi todas
fundidas y no se reponen, resulta un verdadero peregrinaje encontrar la
habitación de uno en la obscuridad, a más de una persona he tenido que decirle
yo cual era el nº de su habitación, no sin cierta dificultad por mi parte.
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Cascadas del río Cifuentes, Trillo |
Los exteriores se encuentran
magníficamente iluminados durante la noche por una serie de focos colocados
estratégicamente entre el arbolado en todo el perímetro, pero muchos de ellos
tienen las luces fundidas o han sido derribados, tal vez por un ataque de
gamberrismo y no se reparan, ni se reponen las lámparas fundidas.
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Rejoneo en coche, Trillo |
El tema de las comidas es
problemático ya que no existe flexibilidad alguna, te asignan un horario de
comidas, las 13 horas y las 20 horas, por supuesto hay otro turno después, pero
si tu quieres salir a visitar una ciudad o simplemente a andar tienes que pagar
creo que 18 € si llegas fuera de tu horario, cosa que no ocurre en otros
balnearios, siempre que avises oportunamente.
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En la escuela, Trillo |
No se presta la debida atención al programa de
animación, si bien es verdad que hay eventos a los que no asiste casi nadie,
pero no existe un grupo fuerte que anime e incentive al personal, como hemos
visto en otros balnearios.
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Ejerciendo de "profe", Trillo |
La nevera de nuestra habitación
estuvo averiada durante toda la estancia, pese a haber avisado a recepción.
Durante nuestra estancia por la
noche hubo baile, pero estábamos abandonados a nuestra suerte, nos ponían un
pendrive y ahí te las arregles tú, en un salón poco adecuado para ello (sala de
lectura); unas cuatro noches hubo baile
y el resto cine, por la tarde había bingo, petanca et.
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Bailando en linea |
Creo que ya lo he dicho en algún
lado, teníamos muy cerca la Central Nuclear de Trillo y también el paraje
natural de las Tetas de Viana a las que no llegamos a ir.
Si existe un refrán popular en
Trillo, éste es el que hace referencia a las famosas Tetas de Viana. Dice el
sabio y conocido refranero: “Tetas de Viana, muchos las ven pero pocos las
maman”. Se refiere al conocimiento que se tiene de estos montes gemelos.
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Tetas de Viana |
Referencia geográfica de La Alcarria, muchos de los alcarreños y visitantes, no
dudan en afirmar al momento su conocimiento sobre ellos, pero muy pocos son los
que han subido y han podido disfrutar desde lo alto de la panorámica que ofrece
su vista sobre toda la comarca. Coronar Cifuentes y acercarse a Trillo es
tenerlas como referencia permanente a lo largo de cualquier sendero o ruta que
emprendamos, y así es, siempre que salíamos en coche las divisamos desde
cualquier punto pero como he dicho antes y como dice el refrán, no nos
acercamos a ellas.
Los restos del naufragio
La leprosería de Trillo
subsiste con 23 residentes que la sociedad no ha querido acoger debido al
rechazo que la dolencia suscita mucho después de haber sido vencida y
erradicada.
RAFAEL TORRES, - Madrid -
31/01/1999
Oculto en una hoz que forma el
Tajo, oculto entre bosques, oculto porque no hay indicación alguna que lo
señale, salvo un eufemístico cartel a la entrada, Instituto Leprológico, que
parecería aludir a un centro de investigación sanitaria, el lazareto de Trillo
sobrevive, por oculto, con el reloj parado. Juan Luis García Ochaíta, su
director, lo define como una reliquia mantenida por el rechazo que la
enfermedad de la lepra suscita aún mucho después de haber sido vencida y
erradicada. En los fanales sombríos de ese relicario permanecen 23 de los
muchos seres que naufragaron allí, desarbolados por la ignorancia y la impiedad
de sus semejantes.
Mientras se construían los edificios, las calles, las
plazas, los jardines y los pabellones de esta ciudad oculta, Molokai en La
Alcarria, los enfermos habitaron las contiguas instalaciones del Balneario de
Carlos III, en origen unas termas romanas.
La primera defunción de un interno
data, según el registro del cementerio del lazareto, de 1944, pero cinco años
después ya estaba lista la ciudad remota para albergar, forzosamente y con
disciplina casi militar, a los leprosos de Málaga, de Jaén, de Badajoz, de
Granada, donde el endemismo del Micobacterium Leprae causaba estragos, tantos
como sus aliados naturales: la miseria, la postración y el hambre.
De un pueblo de Granada llegó
Dolores con 11 años, hace 48. Es la más joven del leprosario, llegó con su
padre y su hermano Juan, que se ahogó una tarde que se bañaba en el Tajo, y
allí conoció Dolores al que sería su marido, Luciano, que era leproso como
ella, pero que también llegó a curarse como ella, y que murió hace un año.
Como
todos los pacientes del lazareto, Dolores nunca da razón de él, de sus señas,
en el remite de las cartas que manda: prefiere utilizar la fórmula Finca de El
Soto. Trillo. Que nadie conozca la mácula, y tan fundamentado está ese miedo
que Dolores, gitana, nunca percibió el rechazo de que son víctimas los de su
etnia porque lo asordinó el que suscitaba su condición de leprosa.
En la leprosería de Trillo,
hoy ciudad fantasma, había de todo: hospital, cine, telares, cárcel, talleres,
imprenta, laboratorio, farmacia, bar, estafeta, estanco, baile, camposanto...,
pero nunca hubo un periódico, una revistilla siquiera. ¿Cómo habría de haberlo
en la ciudad oculta?
El lazareto disponía del mejor quirófano de la comarca,
muchos paisanos de los alrededores nacieron en él, que conserva intacto el
instrumental, las vitrinas, los azulejos de un verde pálido, y muchos
accidentados y muchos enfermos súbitos hallaron remedio en su mesa de
operaciones.
Y es que, pese a que el lazareto se ideó, en pleno siglo XX, a la
antigua, como recinto sellado y aislado donde albergar la enfermedad maldita
("castigo divino", se lee en los evangelios), la vida imparable consiguió
penetrar en él algunas veces, cual es el caso de los pocos matrimonios
"mixtos" entre trabajadores e internos.
Hacia el oeste de la ciudad
escondida se divisan los restos del monasterio de Santa María de Ovila. El
acaudalado abuelo de Patricia Hearst, la pija americana que se hizo del
Ejército Simbiótico de Liberación, lo desmontó piedra por piedra para
llevárselo a Estados Unidos, pero cuando estalló en España la sublevación del
36 se cargaba el grueso de las piezas en el puerto de Barcelona, y nunca más se
supo del monasterio, salvo de alguna parte de su arquería, que decora, al
parecer, un parque de San Francisco.
Hacia el desaparecido monasterio de Santa
María de Ovila mira, desde la ventana de su cuarto, José Laguna, 40 de sus 75
años ingresado en el lazareto, que consiguió un día lo imposible: logró que un
amigo, sabedor de su enfermedad, bebiera a gollete de su botellín de cerveza.
José me muestra su alcoba, una maceta de la que comienza a brotar la albahaca
que plantó hace unos días, y me habla de Pepuño, el preso endémico y fuguista
de la cárcel del leprosario.
En la cárcel del Instituto
Leprológico vive hoy el zapatero, un interno que va de El Soto a Trillo con su
carricoche poniendo tapas y "filis" a los zapatos. Cuando su casa era
cárcel, su inquilino principal era, recurrentemente, Pepuño, un leproso joven y
rebelde que se ganaba la desorbitante punición por perseguir, como Harpo, a las
mujeres. Pepuño, personaje mítico del lazareto como Frasquito, un enfermo que
había sido alcalde de su pueblo y que lo siguió siendo, de alguna manera, de la
ciudad remota, era un libertario más que un libertino, y, sobre todo, un
audacísimo epígono del genial Houdini.
De las muchas monjas y frailes
franciscanos que atendían la ciudad, sólo dos hermanas continúan hoy en su
puesto, siendo pocos más los que siguen residiendo en el imponente monasterio
situado en una elevación próxima al lazareto. Hoy las hermanitas han perdido
casi todo su poder, que al principio era omnímodo, o, cuando menos, lo era para
internos y empleados.
Las enfermeras que hoy, adscritas a la Consejería de
Sanidad de la Junta de Castilla-La Mancha, trabajan en el centro atendiendo a
lo suyo, esto es, al confort y a la salud de los últimos 23 residentes, eran
obligadas a ir enteramente vestidas de calle bajo los uniformes, a asistir a
los Ejercicios Espirituales y a tomar clases de labor.
Los leprosos de Trillo, que ya
no son leprosos pero que lo seguirán siendo para los demás hasta el final de
los días, eluden cualquier evocación de esos tiempos en que eran emplazados a
ser, además de marginales en grado sumo, mitad monjes, mitad soldados. Los
leprosos de Trillo ya no son leprosos, pero así como sus chancros y sus bubas
cicatrizaron hace mucho, el estigma que sobre ellos pesa continúa sangrante.
Juanjo, el concejal de Festejos de Trillo, asegura que los habitantes de la
ciudad deshabitada no suscitan en el pueblo el menor rechazo, mas el espíritu
científico del director, el muy sensible de los enfermos y el entreverado
(razón y corazón) del personal sanitario coinciden en la apreciación contraria:
más que la mole de la central nuclear prácticamente incrustada en el pueblo,
inquieta aún el estigma de la leprosería, su drama y su leyenda.
Ángela, 48 de
sus 79 años internada en El Soto, recuerda que "antes había mucha gente,
mucha juventud, y no se pasaba mal" en el recinto intocable, pero también
recuerda el caso de la joven Herminia, la ahijada de Nemesio, que le ocultó la
enfermedad a su novio, al que había conocido fuera del lazareto, y que después
de casada fue repudiada por éste al conocer su insania.
Al principio, cuando los
enfermos ocupaban las instalaciones anejas al Balneario, aún se combatía la
dolencia con aceite de Charmigra, extraído de la raíz de un árbol africano que
no servía para maldita la cosa, pero, al poco, se descubrió la Sulfona,
salvífica como la Hidracida para la tuberculosis, con la que, por cierto, la
lepra mantiene relaciones de paraplejía y parainmunidad.
A partir de ahí, la
lepra tuvo curación, bien que a veces larga y difícil, y fue innecesario el
aislamiento de los enfermos, si es que fue necesario alguna vez, pues la lepra
no se contagia sino mediante una relación íntima, estrecha, constante y
prolongada con el enfermo, y aun así dependiendo de que se tengan las defensas
muy bajas, estólidas ante el bacilo de Hansen.
Así pues, el lazareto de
Trillo pervive y es mantenido físicamente por pura humanidad institucional
hacia esos 23 provectos ciudadanos que no tienen a nadie ni a dónde ir.
Fin
Escrito en Septiembre de 2.012
Revisado y añadido fotografías y enlaces, Septiembre de 2.015
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