domingo, 16 de agosto de 2015

La Costa Brava (Recordando)


RECORDANDO

Este es un nuevo capítulo concerniente a mis viajes, voy a ir desgranándolo poco a poco y va a consistir en relatar algunos de los viajes que hice con anterioridad y de los que no dejé constancia escrita, para ello me apoyaré en mi memoria, en las fotografías que tomamos en su momento, en algunos documentos y por supuesto en Internet; a pesar de ello habrá cosas que como es lógico se me habrán olvidado, pero puedo inventarme alguna nueva, aunque creo que no la haré.

Estos viajes no van a seguir un orden cronológico, así un viaje realizado en 2008 puede que aparezca antes que uno realizado en 2004, incluso dentro de un mismo año es posible que viajes realizados en los primeros meses, aparezcan después que otros realizados a finales de ese mismo año.

Rosas (Costa brava)

Este viaje tuvo una duración de 7 u 8 días y fue llevado a cabo durante la primera quincena del mes de Diciembre de 2004.
Salimos de Puertollano en coche con destino a Rosas; previamente habíamos contratado el hotel en la modalidad de PC, y teníamos preconcebido un itinerario que comprendía algunos pueblos muy pintorescos con un encanto poco común; entre ellos estaban Santa Pau, Rupit y Pals; algunos  los descubrimos casi por casualidad, es el caso de Besalú, Peratallada, Peralada, y otros.


Arco de Bará

Como dije en el preámbulo, es probable que alguna laguna mental me impida recordarlo todo perfectamente, por tanto no estoy seguro si el viaje lo hicimos de un tirón o en dos etapas, yo creo que fue lo segundo y que hicimos noche en un hotel cerca de Salou o Cambrils, para continuar el viaje al día siguiente hasta nuestro destino el hotel Goya Park *** del grupo Prestige a la entrada de Rosas; recuerdo que fuimos por la carretera N-340, tratando de evitar los peajes, pero llegando a Barcelona el trafico empezó a dejar de ser fluido y la cantidad de camiones aumentó de tal forma  que me impedía continuar a buen ritmo, tanto es así que no veía el momento de coger la autovía con dirección a Gerona, que instantes antes había menospreciado, por decirlo de alguna manera; en cuanto apareció la ocasión de cogerla de nuevo, no lo dude ni un segundo.

La estancia en el hotel fue muy agradable, resultándonos muy placentero el disfrute de todas las instalaciones,  tanto el hall, el comedor, la habitación así como las comidas y la animación era muy de nuestro agrado.

Siempre regresábamos a comer al hotel, excepto el día que fuimos a Rupit y supongo que el  que fuimos a Colliure también. 

 

Hotel Goya Park

Una de las primeras salidas que hicimos fue a la comarca de la Garrotxa, para visitar y admirar el atractivo pueblo de Santa Pau, así como el entorno del mismo.

Santa Pau se encuentra a unos 75 Km de Roses, para ello pasando por Castello d´Empúries cogemos la N-260 y a continuación la A-26 pasando por importantes lugares como  Besalú, Castellfollit de la Roca y Olot.

Dicen que en globo o montado en un carromato, el verde y suave paisaje de la Garrotxa ofrece una nueva perspectiva. Bosques de hayas, tierras fértiles de pastos y un conjunto de volcanes apagados durante siglos resultan cuanto menos sorprendentes. En medio de esta extensión se esconde Santa Pau, uno de los pueblos medievales más bellos de Cataluña, con todos los alicientes para sorprender.

Cuando se habla de volcanes, al momento uno piensa en imágenes dantescas de ríos de lava, nubes de ceniza, explosiones, sacudidas y el intenso calor que mana de las entrañas de la tierra devorando con su fuego todo lo que encuentra a su paso. Puede que alguna vez, en tiempos muy remotos, las tierras gerundenses en torno a Santa Pau se estremeciesen con el estruendo de una montaña en erupción, pero desde hace miles de años, los volcanes de Croscat y Santa Margarida, los más singulares del Parque Natural de la Garrotxa, duermen plácidamente en un sueño eterno. De la fuerza arrolladora de otras épocas sólo quedan pequeños cráteres cubiertos de una espesa y variada vegetación que la madre Naturaleza parece haber alzado para seducir al viajero.

Más allá de su entorno, Santa Pau es una hermosa villa medieval muy bien conservada que mantiene intacta su estructura sobre una loma y no puede ocultar su origen. Sus casas parecen acomodarse a la figura severa de su castillo. Grande, compacto, sin muchas filigranas y con un efecto realmente intimidador.

La antigua muralla marca los límites del conjunto histórico-artístico y la gótica Firal del  Bous, su plaza mayor, la que mejor resume las virtudes de la villa. Desde este espacio irregular empedrado y rodeado de arcos desiguales que conforman un enclave de gran belleza parten intricadas calles de adoquines. Entre rincones plagados de enredaderas y geranios se diseminan casas góticas y renacentistas que rivalizan en detalles. Si una muestra una ventana gótica, la siguiente un escudo en el dintel de su puerta, un voladizo de un tejado o un forjado. En este escenario no queda otro remedio que perderse.

 

Santa Pau

Poco puedo yo añadir a esta descripción, solo decir que paseamos por el pueblo, que creo que es un pueblo fantasma al estilo de Pedraza (Segovia), es decir que apenas vive gente en el, que es solo para mostrar a los turistas y por supuesto para alojarlos y venderles toda clase de recuerdos.

A seis Km.  de  Santa Pau se encuentra la Fageda d´en Jordá, que es uno de los hayedos más grande de Europa y su valor radica en que crece en un terreno llano de baja altitud (550 m), sobre la colada del Croscat, motivo pictórico de numerosos artistas, especialmente en otoño.    

El Croascat es el  volcán más representativo del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, es el más alto de la zona con 170 metros de altura y está cubierto de una gran masa vegetal.  Es el volcán más joven, no sólo del Parque Natural, sino también de toda la península ibérica. Las extracciones de materiales volcánicos que sufrió durante décadas, hizo que toda una parte del volcán quedara cortada como si fuera un pastel y durante los años 70 del siglo pasado, las movilizaciones populares consiguieron que la Generalidad de Cataluña declarara todo el territorio volcánico como zona protegida. Ya que el mal está hecho, actualmente podemos observar como es un volcán por dentro y saber cómo fue su erupción, qué materiales  salieron y las características de estos materiales. La salida también nos dará luz sobre la posibilidad de que en un futuro haya más erupciones volcánicas o no.

El volcán de Santa Margarida se encuentra a 2 Km. de Santa Pau, en dirección a Olot, es el mayor y mejor conservado cono volcánico del Parque Natural. En el centro del volcán se halla la ermita románica de Santa Margarida.

 

Volcán Santa Margarida

Ambos volcanes pueden visitarse a pie; nosotros aparcamos en una zona de aparcamiento que hay junto a la carretera y llegamos hasta el cráter del volcán Santa Margarida; el Croscat no lo visitamos.

 

Sendero de acceso al volcán Santa Margarida 

De Besalú comentaré más tarde; en cuanto a Castellfollit de la Roca que se ubica  en el curso del rio Fluviá, empinada en lo alto de un impresionante contrafuerte de roca basáltica de 60 metros de altura y un Kilómetro de longitud, solo diré que la mejor vista de la villa se contempla desde la carretera; nosotros pasamos por el centro del pueblo pero sin bajarnos del coche, una de las dos veces que pasamos por aquí, porque para ir a Rupit la carretera en gran parte sigue el mismo trazado que para Santa Pau, (es la misma) aunque variando ligeramente al final del recorrido.

 

Castellfollit de la Roca

De Olot tampoco puedo decir mucho, es grande y  pasamos por el centro del pueblo las dos veces, pero sin parar, capital de la comarca de la Garrotxa, es el industrioso pueblo de Gerona que sale siempre en los crucigramas y otrora famoso por el secuestro de la farmacéutica.
Otra de las salidas que hicimos fue a Cadaqués, esta vez el trayecto era mucho más corto unos 17 Km. por la  accidentada y repleta  de curvas, carretera de montaña GI-614.

Cadaqués es el pueblo más oriental de la Península Ibérica. Su término municipal ocupa la mayor parte de la costa de levante del macizo del cabo de Creus. Aislado por la montaña del Puig de Paní y el Puig de Bufadors del resto del Ampurdán, el pueblo pesquero de Cadaqués vivió de cara al mar y prácticamente separado, por tierra, del resto del Ampurdán, hasta finales del siglo XIX.

El origen del topónimo es "Cap de Quers" o "Cap d'Aques" que se traduce por 'Cabo de rocas'.

Tradicionalmente dedicado a la pesca, se conocen Ordenanzas de pesca propias de Cadaqués desde el Siglo XVI. En el siglo XIX fueron famosas las industrias de salazones que, aunque hoy en día no tiene la importancia que tuvieron en el pasado, suponen una parte de la economía local no dedicada al turismo, destacando entre sus productos las Anchoas de Cadaqués. El prolongado aislamiento del pueblo hizo que el catalán que allí se habla, aunque con las particularidades típicas de la zona, sea un caso único de diferenciación, con libros publicados expresamente para tratar esta peculiar habla. También este aislamiento se convirtió en un factor de atracción para artistas y turistas. A principios del siglo XX comenzaron a llegar turistas que se fueron diseminando entre las diferentes zonas de más fácil acceso, mientras ignoraban sus parajes más recónditos y, como consecuencia, conservaron la virginidad urbanística. El cultivo de los olivos se abandonó con la helada de 1956, pero hoy en día múltiples olivares están siendo recuperados como parte de una economía sostenible, en el ámbito del Parque Natural del Cabo de Creus (que ocupa una parte importante del municipio) y como elemento de lucha contra los incendios, endémicos en esa zona.

Varias familias de Barcelona, Figueras, Gerona y otras ciudades cercanas veranean en Cadaqués desde hace muchos años, a partir del 1905.

A partir de 1958, Marcel Duchamp, el artista probablemente más influyente del siglo XX, fijó en Cadaqués su residencia veraniega.

El pintor surrealista Salvador Dalí, cuya familia tenía en el pueblo la residencia veraniega, donde había estado de visita en su época de estudiante Federico García Lorca, volvió de Nueva York en 1948 y se instaló en Port Lligat una de las calas del término. También atrajo Cadaqués a celebridades tan destacadas como Eugenio D'Ors que escribió sobre sus estancias veraniegas en el pueblo, Pablo Picasso, Rafael Durancamps, Joan Miró, Richard Hamilton, Albert Ràfols-Casamada. Cadaqués también ha atraído a otros pintores más jóvenes como Antoni Pitxot, Gustavo Carbó Berthold, Maurice Boitel o Mauricio Sbarbaro.

 

Cadaqués

La Casa Museo Salvador Dalí es uno de los lugares más visitados de Cadaqués, considerado de visita indispensable para conocer el universo del pintor. Se sitúa en la bahía de Portlligat, al norte de la población, rodeada del hermoso paisaje que cautivó al artista. Está formada por un conjunto de barracas de pescadores que fueron adquiridas por el pintor y su mujer, Gala, dándole una forma laberíntica. Fue abierta al público en el año 1997 y en su interior se exhiben recuerdos del pintor, su taller, la biblioteca, sus habitaciones, la zona del jardín y la piscina.

 


Portlligat

Aparcamos en Cadaqués y recorrimos la parte más emblemática del pueblo para a continuación dirigirnos al coche y acercarnos a Port Lligat, distante del centro de Cadaqués un Kilómetro y medio aproximadamente, donde visitamos la Casa Museo Salvador Dalí; acostumbrado a poner los precios de todo cuanto visitamos, me gustaría poner ahora lo que nos costó la entrada, pero el tiempo se ha encargado de interponer la barrera del olvido, lo que sí creo recordar es que no eran muy baratas.

 

Museo casa Dalí

En el camino de regreso a Roses hicimos una parada hacía la mitad del recorrido para acercarnos a la Cala Montjoi, y ver el emblemático Restaurante El Bulli regentado por el no menos emblemático Ferrán Adrià; el sol nos abandonaba cuando llegamos y el Bulli estaba cerrado, Diciembre estaba comprendido dentro del periodo del año en que el restaurante no abría, no obstante nuestra estancia allí quedo plasmada gráficamente.


Restaurante El Bulli

Otra de nuestras salidas tuvo como destino Pals que se encuentra a unos 52 Km de Roses por la C-31.
En la cima de una colina, plantada en roca viva, la torre románica de Les Hores domina el recinto medieval de Pals. A sus pies, el pueblo se pega a la ladera envuelto por la muralla. Dentro el dédalo de calles y callejones guarda casas góticas, con ventanales renacentistas, y deliciosos rincones restaurados con primor.
El nombre de Pals proviene del latín palus, terreno pantanoso. Como en gran parte del Baix Empordá, antaño las marismas cubrían la llanura, y hoy, cuando arrecian las lluvias, todavía afloran antiguas lagunas. El pueblo para evitar la humedad, busco una colina y se pegó a su ladera. Lo culminaba un castillo. Los embates de la guerra dejaron tan maltrecho al edificio, que en 1478, amenazaba ruina, y sus piedras, previo permiso real, se aprovecharon para cubrir la iglesia gótica. La única condición era que se debía conservar la torre maestra que servía de vigía, la actual torre de Les Hores.

También por esos tiempos se reforzaron las murallas, de las que se conservan largos lienzos, con sus torres rectangulares. En su interior guardan ahora como antaño, El Pedró, el antiguo
pueblo. Fuera de ellas, las lagunas fueron desecadas y las marismas se convirtieron en arrozales. Pero dentro el pueblo quedó anclado en el pasado, con callejones tortuosos, sembrados de recovecos.

Habría que remontarse a los años sesenta del siglo pasado para encontrar una nueva revolución, o involución, en Pals, que consistió en quitar añadidos y revoques a las fachadas de las casas para que volviera a asomar esa piedra de color albaricoque que esconden. Gracias a ello, la villa muestra impecable su recinto medieval.

Destino inexcusable, también se ha convertido en ejemplo a imitar. A su estela se han recuperado otros pequeños pueblos medievales del interior del Empordá, donde caserones fortificados, arcos góticos y ventanales renacentistas, soportales, torres e iglesias ofrecen una tranquila alternativa a la algarabía de las playas.

 

Pals

El mirador de Josep Pla (desde donde se pueden ver los campos del Ampurdán y las islas Medas), la plaza Mayor, las tumbas en la calle Mayor y la iglesia de San Pere son otros rincones turísticos de la ciudad. Hay también un Museo de Arqueología.

Como siempre dejamos el coche en un aparcamiento, con vistas al turismo, que hay en el exterior del pueblo, con gran capacidad para el aparcamiento tanto de coches como de autobuses y recorrimos el pueblo a pie, hay que tener en cuenta que estos pueblos no son excesivamente grandes, recuerdo que nos llovió, en cuanto a la arquitectura y lo atractivo del lugar ya está dicho todo, solo añadir lo que ya dije respecto a Santa Pau, que es un pueblo orientado al turismo y que aquí por lo general solo vive la gente que administra, los hoteles, restaurantes y tiendas de recuerdos.

 

Pals

Peratallada es un pequeño pueblo perteneciente al municipio de Forallac (Girona) declarado conjunto histórico-artístico en 1975 por ser uno de los núcleos medievales mejor conservados de Cataluña. La población, que mantiene su antiguo aspecto feudal, con estrechas y tortuosas calles y numerosos entrantes y salientes, se encuentra en el punto de contacto de la zona de colinas de las Gavarres y la llanura del Bajo Ampurdán.

El castillo fortificado con su torre del Homenaje y el palacio (siglos XI-XIV), las murallas (siglos XII-XIII) y la iglesia de Sant Esteve (siglo XIII) transportarán al viajero a la Edad Media a través de un periplo con un marcado sabor histórico que no le dejará indiferente. Y es que este pueblo, rodeado por un gran foso excavado en la roca viva, cuenta con todos los elementos para hacer de la visita una experiencia única. Una experiencia sensorial en todos los sentidos, pues además de los bellos rincones que atesora Peratallada (Girona), en esta localidad también se puede mimar el paladar gracias a su rica cocina. A lo largo del año, se organizan dos muestras gastronómicas: La Cocina de la Huerta y La Cocina del Averío, convertidas ya en referentes de las promociones culinarias que se desarrollan en la comarca.

El núcleo fortificado está encima de un gran basamento de roca natural arenosa, cortada artificialmente para darle verticalidad. El montículo se levanta unos cinco metros sobre el terreno circundante y encima de éste se eleva el gran castillo, con su característica Torre del Homenaje y el palacio. Alrededor de este reciento se resguarda la población, que fue una de las mejor fortificadas de Cataluña, con un sistema defensivo formado por tres líneas de muralla, con altos lienzos y torres, que eran protegidas por profundas valles excavadas a la roca.

A pesar del transcurso del tiempo, este pueblo ha sabido mantener su carácter rural, preservando sus orígenes arquitectónicos y urbanos, sin expandirse más allá del perímetro de las murallas y conservando su distribución medieval, desde la plaza mayor, con sus singulares porches, hasta la trama de estrechas callejuelas, donde se puede descubrir un interesante conjunto de arquitectura popular. Sobre los muros más antiguos, existen todavía casas características de los siglos XVI y XVII, que suelen tener los bajos recubiertos con arcos de piedra, destinados a almacenes y bodegas, mientras la planta superior se dedica a la vivienda.

Peratallada pertenece al término municipal de Forallac (Girona), que abarca otras poblaciones de origen milenario, como Vulpellac, cuyo casco antiguo posee un notable interés arquitectónico, por el conjunto que forman el castillo-palacio y la iglesia parroquial; Sant Climent, con un privilegiado espacio natural; Fonteta, de marcado carácter medieval; Canapost, considerado un paraíso arqueológico; Fitor, cuyo centro neurálgico lo ocupa la iglesia románica de Santa Coloma; y Santa Susanna de Peralta, donde fueron hallados los restos de un horno que prerromano. La proximidad de estos enclaves los convierte en puntos idóneos para realizar rutas que permitan al viajero adentrarse en la historia y en la cultura a través de la visita a estas localidades.

Forallac, además, posee una amplia oferta de alojamiento y, en los últimos años, ha incrementado el número de establecimientos dedicados al turismo rural. Su riqueza patrimonial y natural, así como su situación estratégica (en el corazón de la comarca del Bajo Ampurdán, en el interior de la Costa Brava) lo han convertido en un destino particularmente llamativo para aquellas personas que buscan tranquilidad.


Peratallada

Monells de clara reminiscencia medieval, conserva arcos y pórticos y una magnifica plaza, donde antaño se celebraba una feria sin rival; la riera de Rissec divide el nucleó de Monells en dos barrios: el del Castell y el de la Riera. El primero es un pequeño conjunto urbano organizado alrededor de la plaza Mayor, que es porticada en su mayor parte. El antiguo castillo estaba situado en la parte más alta de la colina y del mismo no se ha conservado prácticamente nada, aunque sí han quedado restos muy evidentes de las murallas originales. En el barrio de la Riera merece una visita la iglesia parroquial gótica de Sant Genís.

Del municipio también cabe destacar los antiguos pueblos situados en la zona de Les Gabarres,  como Santa Pellaia, Sant Cebrià dels Alls o Sant Cebrià de Lledó (Els Metges), que se recomienda visitar a partir de las rutas de senderismo establecidas.

De Peratallada recuerdo que cuando llegamos, el centro urbano se encontraba muy animado;  había fiestas, o mercadillo o ambas cosas; aparcamos en el exterior en un amplio aparcamiento y  recorrimos sus calles más típicas, que se encontraban muy engalanadas.

Luego fuimos a Monells pero fue una visita muy superficial ya que creo recordar que no nos bajamos del coche, eso sí pasamos por todo el centro.

Rupit al contrario que los otros lugares que visitamos, no pertenece a Gerona sino a Barcelona y es el pueblo más distante de todos los que recorrimos, no estoy seguro si el mismo día que fuimos a Rupit, recorrimos también Besalú o elegimos otro día para visitar este pintoresco pueblo, yo voy a considerar que fuimos otro día y voy a centrarme en Rupit.

Pues bien Rupit se encuentra a 96 km. de Roses compartiendo la mayor parte de la ruta de Santa Pau, pero a partir de Olot, estos últimos 30 Km. del recorrido se adentran en la espesura del bosque; recuerdo frondosos árboles  por ambos lados de la carretera, que  se empina y hace mucho mas intricada y escabrosa.

 

Rupit

Nadie discute que Rupit es uno de los pueblos más hermosos de España. No se trata de una afirmación gratuita, basta un vistazo superficial, una mirada fulgurante, para quedar enganchado en el hechizo que emana de este lugar privilegiado de la comarca barcelonesa de El Collsacabra.

La comarca de El Collsacabra tiene una orografía enrevesada y difícil, es, en realidad un accidentado altiplano al que apenas dejan hueco las comarcas de, La Garrotxa, Osona y La Selva. Su relieve abrupto y lleno de vericuetos, aparece delimitado por los imponentes murallones calizos que la cercan casi por todas las partes, dando lugar a una especie de isla rocosa de lluvias abundantes, verde y feraz, de laberinticos caminos y retorcidas carreteras, de infinitos arroyos, de Naturaleza inexpugnable, que se eleva muy por encima de los territorios circundantes.

Esa es la escenografía casi divina en medio de la cual tiene su hueco, como la capital de un medieval reino de cuento, Rupit. De hecho, su trazado y su estampa fueron forjándose a la sombra de un castillo medieval que aún hoy continúa asomando sus cuatro piedras por encima de una población acomodada sobre la estrecha lengua de tierra que forma, como una minúscula península, la riera de Rupit.

 

Rupit

La sensación de penetrar en el corazón mismo de un cuento de reyes y princesas prometidas se convierte en única si, tras dejar el vehículo en el amplio aparcamiento situado a la entrada de la población, se busca el puente colgante tendido con cables sobre la riera y se comienza un paseo por las calles empedradas de su apretado casco urbano, adaptado con maestría al poco espacio disponible, donde se levanta la iglesia de San Miguel y se localizan vetustas casonas de los siglos XVII y XVIII y placitas encantadoras, como la del Obispo de Font o la plaza Mayor. 

Como Rupit no es demasiado grande, nos dio tiempo recorrer todas sus callejuelas, plazas, recovecos,  y por supuesto pasamos por el puente colgante.

Como ya se ha dicho también estuvimos en Besalú, donde destaca sobremanera su puente medieval, que no hace mucho aparecía en un spot publicitario de TVE, e igual que en los otros encantadores pueblos que antes habíamos visitado, recorrimos todas sus calles y plazas y nos impregnamos de su encantador atractivo.

 

Besalú

La población es un centro turístico gracias a su arquitectura medieval. El origen de la ciudad fue el castillo de Besalú que ya se encuentra documentado en el siglo X, construido encima de un cerro donde están los restos de la canónica de Santa María, en la Alta Edad Media.

El trazado actual de la villa no responde fielmente a su estado original pero sí que posibilita a grandes rasgos la lectura de la urbanización de la Edad Media con la existencia de importantes edificios: el puente, los baños judíos, la iglesia del monasterio de San Pedro de Besalú y San Julián, antiguo hospital de peregrinos, la casa Cornellá, la iglesia de San Vicente y la sala gótica del Palacio de la Curia Real.

 

Besalú

Besalú deja ver una estructura arquitectónica y urbanística bastante coherente con el pasado medieval. La importancia monumental de Besalú viene dada fundamentalmente por su gran valor de conjunto, por su unidad, que la determina como una de las muestras más importantes y singulares de los conjuntos medievales de Cataluña.

 

Besalú

Miró I el Joven fue el primer conde independiente de Besalú. Besalú comenzó a adquirir importancia como capital de condado independiente después de la muerte de Wifredo el Velloso en el año 902, condición que perdió al morir Bernat III, yerno de Ramón Berenguer III, sin descendencia; como consecuencia, en 1111 el condado de Besalú pasó a la casa de Barcelona.

Durante la Guerra de la Independencia se produjo una batalla con victoria de las tropas españolas al mando de Juan Clarós.

En 1966, fue declarada «Conjunto Histórico-Artístico Nacional» por su gran valor arquitectónico.

Actualmente, Besalú está desarrollando un proyecto social y turístico importante, señalizando el centro histórico para destacar los atractivos turísticos de la población y haciendo excavaciones para investigar diferentes hallazgos arqueológicos.

La salida a Perelada fue relativamente cómoda ya que este municipio de la provincia de Gerona situado en el Alto Ampurdán, se encuentra a unos 22 km. de Roses.

Lo primero que hicimos fue dirigirnos a la oficina de turismo para informarnos y lo curioso fue que en ese momento se estaban organizando visitas guiadas para ver lo más representativo de este pintoresco pueblo.

Entramos en una sala audiovisual, donde cíclicamente se emitía un documental sobre la importancia de Perelada en el pasado y la construcción de castillos en todos los pueblos fronterizos para la defensa de las incursiones enemigas;  luego se adentraba en la historia de Peralada, la importancia de su castillo en la defensa de la ciudad, batallas libradas y personajes ilustres, esto es todo lo que recuerdo para una mejor apreciación os recomiendo os acerquéis a Perelada.

Luego nos dieron unos audioguias y pasamos a visitar el claustro románico de Sant Doménech. 
El claustro románico de Sant Doménech es el único vestigio que queda del convento agustiniano fundado en Peralada en la segunda mitad del siglo XI. El monumento es nombrado de Sant Doménech, porque el convento fue ocupado por los dominicanos desde 1578 hasta 1835. Este claustro, de planta rectangular, está rodeado por parejas de columnas y capiteles: siete pares en las galerías más largas –la de migjorn y la de tramontana- i seis pares en las más cortas. El gran atractivo del monumento es la decoración que presentan los cincuenta y dos capiteles del conjunto.


 

Fotografías del claustro tomadas de Internet

Todos ellos muestran una gran variedad morfológica y se distinguen cuatro tipos según la ornamentación que presentan: geométrica, vegetal, figuración zoomórfica y figuración historiada. Hacer una lectura iconográfica del claustro parece difícil, ya que ha estado muy reconstruido a lo largo de la historia. Vemos representados temas juglarescos, escenas de cacería, bestiario y episodios bíblicos, como la creación de Eva. Así mismo también están esculpidas las armas de los Rocabertí, una familia muy importante en el Alt Empordà durante la edad media. El trabajo escultórico presenta una gran diversidad: seguramente lo realizó un taller de diversos escultores.

 

Bodega

A continuación realizamos una visita guiada a el museo, la biblioteca y la bodega, que recomiendo a todo el que se acerque por Perelada; es de admirar la colección de piezas de cristal y la variedad de los dibujos y grabados de las mismas, con características muy peculiares que nos fueron explicadas en su momento y que la memoria se ha encargado de eliminar; la biblioteca es extraordinaria  y nos dijeron que había un importante número de incunables, la bodega es sencillamente maravillosa.

 

Museo y biblioteca

El castillo de Peralada, mencionado ya en el siglo IX con el nombre de castillo Tolón, fue el centro del condado de Peralada.

 

Castillo (Casino)

La dinastía de los vizcondes de Peralada se inició con Berenguer, hijo del conde Ponce I de Ampurias, que al morir su padre se convirtió en señor de Peralada. Más tarde, los vizcondes llevaron los apellidos de Quermançó y Rocabertí. En 1285, durante la invasión francesa del Ampurdán, durante la Cruzada contra Cataluña de Felipe el Atrevido, el castillo fue destruido y la población incendiada. Los restos de este primitivo castillo y de la iglesia parroquial de San Martín están en la parte superior del casco urbano.

A mediados del siglo XIV fue construido un segundo y nuevo recinto de murallas, más amplio, y el nuevo palacio de los Rocabertí levantó extramuros. En 1472, durante la guerra de los Remences, el rey Juan II volvió a invadir y ocupar el castillo y años después, en 1599, el vizconde Francesc Jofre de Rocabertí fue investido conde de Peralada por Felipe III de España.

Ha sido objeto de varias reformas y ampliaciones, la fachada oriental es de estilo renacentista y al final del siglo XIX fue nuevamente ampliado, bajo la dirección del arquitecto francés Grant.Lo rodea un gran jardín.

El palacio fue adquirido en 1923 por Miquel Matéu i Pla, que reunió una notable colección de arte (cristales, cerámica, pintura, libros, manuscritos) y patrocinó la edición de libros eruditos «Biblioteca de Peralada». Hoy, la propiedad sigue en manos de la familia Mateo y es la sede de una bodega de vinos, por lo que no se puede visitar en su totalidad. Sin embargo, en una parte del castillo se encuentra el casino, y los jardines permanecen abiertos en julio y agosto con motivo del Festival Internacional de Música de Peralada.

Cuando Miguel Mateu compró el castillo de Perelada en 1923, una de sus principales ilusiones era recuperar su tradición vitivinícola. Una tradición que tiene sus orígenes en el siglo XIV, cuando los monjes carmelitas que vivían en el monasterio anexo al castillo ya producían un excelente vino con el que abastecían a toda la región. Así es como nacieron las Cavas del Castillo Perelada, en el corazón del Empordà, una comarca situada en el extremo nororiental de la península Ibérica que disfruta de unas condiciones geoclimáticas privilegiadas gracias a la proximidad del mar Mediterráneo y la extraordinaria heterogeneidad de sus suelos. Hoy, Javier Suqué, nieto del fundador, mantiene vivo un espíritu que une tradición y modernidad. Castillo Perelada es en la actualidad una referencia de prestigio, respaldada por los numerosos premios internacionales que ha ganado a lo largo de los años con vinos como el Gran Claustro, el Finca Garbet o el Finca Malaveïna.

Otra manera de contar la historia de Perelada.
Peralada es un pueblo documentado arqueológicamente desde el siglo VI a.C. La historia del actual Castillo de Peralada se inicia en el año 1285, cuando durante una guerra contra Francia el primer castillo de los vizcondes de Peralada quedó destruido. Los vizcondes, en lugar de restaurarlo, deciden construir un nuevo castillo fuera de la muralla, lo que les evita las limitaciones de espacio.

Ellos son propietarios de las tierras que ocupa el actual museo, y deciden cederlas a unos frailes carmelitas para que hagan allí su convento. La única condición es una cláusula de reversión firmada en 1293, que permitirá a los vizcondes recuperar el solar, si los frailes abandonan el convento.

La historia sigue así su curso hasta el año 1835, cuando con la desamortización de Mendizábal los frailes se marchan de Peralada. El convento queda abandonado hasta que en 1854-1855 los condes hacen efectivo el documento de reversión y recuperan la propiedad. En la década de 1870 los tres últimos hermanos de la familia condal deciden regresar de París (donde tenían fijada su residencia principal) e instalarse en Peralada, ya que este es el lugar que les da su título más antiguo, el de Condes de Peralada (desde 1599, ya que hasta entonces habían sido vizcondes).

Al llegar, se encuentran con un castillo medieval, entre militar y caserón, que no tiene nada que ver con los palacios franceses en los que están acostumbrados a vivir, de modo que deciden convertir el viejo castillo en un Palacio a la moda francesa, dotarlo de algunas comodidades como agua corriente y luz de gas y construir el parque, encargado a Duviliers, que firma el proyecto el 30 de abril de 1877. En el actual museo instalan una escuela gratuita para los niños del pueblo; es una escuela de cultura general, oficios artísticos y música, de la que uno de los condes ejerce también como profesor.

Al morir los tres hermanos, los tres sin descendencia, la propiedad de Peralada pasa al Marqués de la Torre, que utiliza el castillo sólo como casa de veraneo. Esto provocará que todas las actividades culturales que llevaban a término los condes se perdieran o rebajaran notablemente.

A la muerte del Marqués de la Torre en el año 1923 el castillo se pone a la venta, y compra todo el conjunto Miguel Mateu y Pla, que en aquel momento contaba 25 años. Mateu era un importante industrial de Barcelona. Su padre era coleccionista y él también había empezado algunas colecciones, pero después de la compra del castillo, tenía todo el espacio necesario para ubicar cualquier colección que quisiera hacer... de hecho todas las colecciones que se exhiben en el museo están hechas por el Sr. Mateu, salvo una excepción, la colección lapidaria colocada en el claustro y los capiteles sustentantes de los altares de la iglesia.

Actualmente, tras la muerte de D. Miguel Mateu las colecciones siguen siendo privadas, pertenecen a su hija y a su yerno, Da. Carmen Mateu y D. Arturo Suqué.

El castillo actualmente es el casino de Perelada, que ocupa el recinto principal; como nosotros estuvimos por la mañana y el casino abre por la tarde, nos vinimos sin verlo interiormente.

En Perelada solían hacer la pretemporada los equipos de futbol de Barcelona; el F.C. Barcelona ha hecho aquí la preparación de pretemporada muchas veces y el R.C. D. Español de Barcelona alguna también.

La última salida que realizamos nos llevo hasta Colliure (Francia) que está a unos 60 Km. escasos de Roses, fuimos por la accidentada carretera que recorre la costa pasando por Portbou, último pueblo antes de abandonar España; desde la elevada carretera se podía ver gran parte de la estación internacional de ferrocarril.   
  
 

Mirador y montaña de Portbou

Colliure (francés: Collioure, catalán Cotlliure, y a veces en castellano Colibre es un municipio francés de 2.944 habitantes (2007) situado en el departamento francés de los Pirineos Orientales y en la región Languedoc-Rosellón.

Este pueblo costero, perteneciente a la comarca del Rosellón, que ha conseguido mantener intacta toda la calma de la ciudad histórica, célebre desde la época de los Reyes de Mallorca, fue inmortalizado por grandes pintores. A principios del siglo XX, Matisse y Derain, acudieron a esta localidad atraídos por la luz de su puerto pesquero y el colorido de sus casas que inmortalizaron en sus lienzos. En este pueblo falleció Antonio Machado en el exilio y está enterrado en su cementerio. Desde 1949 hasta su muerte, vivió aquí el novelista Patrick O'Brian, enterrado también en el cementerio.

 

Collioure

Hicimos un recorrido visitando el centro histórico, la zona de junto al mar donde destacaba la iglesia de Santa María, una gran fortaleza, y arriba en la montaña y a lo lejos el castillo,; recuerdo que hacía mucho aire, que se hacía notar especialmente  cuando pasamos un puente para subir a unos peñascos donde estaba situado un gran crucifijo.

 

Collioure

Por supuesto no dejamos de visitar la tumba de Antonio Machado en el cementerio de la localidad.

 

Tumba de Antonio Machado


 

Placa conmemorativa de la muerte del poeta, e interior de un bar en Collioure

Y como podía ser de otra manera también turisteamos por la ciudad que nos acogió y que no era otra, sino Rosas, callejeamos por sus calles principales, bajamos a la playa, solo a verla, ya que no era época propicia para bañarse o tomar el sol; y un día muy frio y con un viento sumamente molesto vistamos la ciudadela de Rosas,   restos de la fortificación del siglo XVII que encerró la primitiva villa, junto con restos de las ciudadelas griega y romana, y vestigios medievales, acoge actualmente un interesante museo de interpretación, que fue lo primero que visitamos al entrar.


Iglesia en ruinas de la ciudadela de Roses

Un paseo por el recinto de la Ciudadela es imprescindible para todo aquel que visite Roses.

Declarada conjunto histórico-artístico en 1961, la Ciudadela reúne restos de diferentes épocas y ocupaciones. La fortificación militar, con la monumental Puerta de Mar, es un recinto de 131.480 m2 de estilo renacentista que fue construido en 1543. Su interior constituye un importante yacimiento arqueológico en el que se encuentran los restos de la ciudad griega de Rhode, fundada en el 776 a.C. por los rodios; el barrio helenístico, que vivió su momento de máxima prosperidad en los siglos IV y III a.C.; la villa romana, fechada entre los siglos II a.C. y VI d.C.; el monasterio románico-lombardo de Santa María, del siglo XI, y los hallazgos del siglo XIX.

Rosas (en catalán y oficialmente Roses), es un municipio español de la comarca del Alto Ampurdán en la provincia de Gerona, Cataluña.

En poco más de medio siglo ha experimentado un rápido crecimiento debido al turismo, pasando de 2.703 habitantes (1950) a 12.991 habitantes en 2000 y a 19.463 en 2008.

Está situada en la costa norte del golfo de Rosas, al sur del cabo de Creus. Es un gran centro turístico, con urbanizaciones, hoteles y playas y dos puertos (pesquero y deportivo), y un lugar atractivo y de gran relieve dentro del sector septentrional de la Costa Brava. La costa del municipio de Rosas incluye una larga playa de arena y más hacia el este un gran número de calas, entre las cuales destacan Canyelles Petites, L'Almadrava, Cap Norfeu, Punta Falconera, Jóncols y Montjoi.

Aunque el turismo es la fuente principal de la economía, el sector primario también tiene presencia, con la agricultura (cultivo de olivo y viña), y también, aunque más reducida, la pesca, ya que Rosas tiene el puerto pesquero más destacado de la costa del norte de Cataluña.

 

Rosas (Roses)

Había otros lugares que queríamos haber visitado, como Ripoll, La Escala, la ciudad greco-romana de Ampurias,  fundada en el año 575 a.c. abandonada en la alta edad media, está formada por tres núcleos diferenciados,  Palaiápolis, Neápolis y Ciudad romana; el castillo de Púbol, el teatro museo Dalí de Figueras etc. y de haberlo sabido entonces el conglomerado de canales de Empuriabrava, que no obstante visitamos en 2010 cuando nos desplazamos a Tossa de Mar, pero no había tiempo para todo y preferimos dejarlo para otra ocasión y así darnos la oportunidad de volver.

 

Torre de mi hermano

El regreso a casa lo hicimos en diferido, igual que los partidos de futbol; en vez de regresar directamente a Puertollano, pasamos por Barcelona, o tal vez no, ahora no lo recuerdo bien, es probable que fuéramos directamente al alto Penedés; mi hermano “el catalino” tiene una Torre cerca de Pontons, por encima de Villafranca del Penedés  ¿tienen una Torre todos los catalanes? y es probable que fuéramos directamente allí, recuerdo que la tenían engalanada con los motivos navideños habituales y estuvimos allí dos o tres días antes de regresar a Puertollano. 

Puertollano 07 de mayo de 2013

        





         




 




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