viernes, 21 de agosto de 2015

Jerez de los Caballeros

JEREZ DE LOS CABALLEROS
Recordando……………………………………..

Fue en el verano de 2003, cuando un día relativamente temprano, cogimos el coche y nos dirigimos Huelva, no habíamos previsto nada, digamos que el final de la ruta iba a ser Aracena, eso era todo, pero no reservamos hotel ni ningún otro tipo de alojamiento; al aproximarnos a Carmona, nos desviamos y entramos en esta  encantadora ciudad, fuimos directamente al castillo, It was built in the 14th century, antigua fortaleza árabe del siglo XIV que es en la actualidad  un hotel parador, que ofrece espectaculares vistas al campo y al río Corbones; recorrimos sus calles más típicas y pasamos por las magnificas Puertas de Córdoba y de Sevilla para proseguir viaje. Poco después llegamos a Sevilla.

En Sevilla entramos  en un aparcamiento subterráneo, comimos e hicimos un poco de turismo por el centro y el Parque de María Luisa; muy cansados de caminar reemprendimos el viaje, llegando a Huelva con el crepúsculo de la tarde, no teníamos nada reservado, no habíamos estado nunca en Huelva, no conocíamos por tanto la ciudad,  obscurecía  y los fantasmas de la noche (encontrar alojamiento era el mayor de estos ) se agolpaban todos de pronto, por fin el panorama pareció despejarse;  preguntamos a alguien y nos aconsejaron dirigirnos a las proximidades del mercado de abastos, donde nos dijeron había algunos hoteles y efectivamente, encontramos un hotel muy correcto cerca del mercado y a buen precio, el nombre del mismo se ha borrado de mi memoria.

Al día siguiente recorrimos Huelva y nos dio tiempo de ir a una playa de Punta Umbría, que debía ser de nudistas, pero nuestro desconocimiento del lugar nos llevó allí; luego comimos en uno de los muchos restaurantes de la zona, no recuerdo exactamente qué, pero sí que probamos las exquisitas acedías, muy típicas del lugar.

Por la tarde nos dirigimos a Aracena, dejando atrás Beas, Valverde del Camino y Zalamea la Real; pero antes de llegar a Aracena fuimos a Jabugo, donde no estuvimos mucho tiempo, pues el pueblo aparte de los curaderos de jamones, no tiene demasiado que ofrecer al visitante; dejamos atrás Jabugo y nos fuimos a Aracena.

En Aracena, hicimos un pequeño recorrido y buscamos alojamiento, encontrándolo en una pensión  o casa particular, más bien mediocre.

Al día siguiente estuvimos recorriendo  todo el pueblo y por supuesto no dejamos de visitar el castillo, la iglesia principal, el casino y la Cueva de las Maravillas. En esta maravillosa cueva, (la redundancia sale sola), yo hice el recorrido completo, mi compañera por el efecto pernicioso que causa la claustrofobia en los seres humanos, abandono apenas iniciados los primeros metros del recorrido. También estuvimos en Linares de la Sierra, con su grandioso lavadero antiguo, y en Alájar, donde comimos espléndidamente en el restaurante El Corcho y subimos a la Peña de Arias Montano.

Creo que en Aracena permanecimos una sola noche, pero bien pudieron ser dos; aparte de otras rutas, zonas o comarcas  que comparten o se atribuyen la denominación del cerdo ibérico, de bellota, o pata negra, creo que esta es la más representativa o emblemática; lo cierto es que durante el tiempo que estuvimos en la zona, cada cerveza o refresco que tomábamos iba siempre acompañada de jamón, en las comidas aunque no lo pidieras aparecía como complemento o guarnición y si lo pedias expresamente eso era ya el no va más, marchamos empachados de “pata negra” y al marcharnos compramos un jamón en Aracena y nos lo llevamos para casa.

Esta fue la primera ruta del cerdo ibérico que hicimos. Cinco años después hicimos otra distinta por Zafra y Jerez de los Caballeros, pero no era lo mismo que  en la zona de Aracena; el jamón seguía siendo buenísimo, pero no te lo ponían con esa profusión y resultaba más caro.

En este viaje tomamos fotografías al igual que hacemos siempre, pero entonces la cámara no era digital, las fotografías que tomamos están en cartulina, guardadas en algún recóndito lugar, en el momento que las encuentre, las escanearé y las añadiré a este documento.

Five years later.......................................We continue.................... remembering.............................. 

Los primeros días de la primera semana del mes de las flores de 2008, salimos en coche hacia Extremadura con la intención de conocer Zafra, Olivenza, Jerez de los Caballeros y algunos pueblos del contorno.

El primer destino fue Zafra, lugar que recorrimos tranquilamente, lo primero con lo que nos tropezamos, como no, fue el Palacio de los Duques de Feria, alcázar-palacio construido en el siglo XV y ampliado en el siglo XVI y XVII, con un magnífico patio central de mármol cuyo diseño se atribuyó a Herrera, autoría ahora descartada. En la actualidad en este edificio alberga al Parador de Turismo "Duques de Feria".


Palacio de los Duques de Feria (Parador Nacional)

Luego después estuvimos en la plaza grande y la plaza chica; usada esta última  antiguamente por los comerciantes que allí paraban, en el mercado que se organizaba en dicha plaza. Esta plaza es de las primeras construcciones de esta ciudad, en unos de los pilares de la plaza chica, se encuentra una vara de medir. Las dos plazas tienen un contorno porticado con arcos de medio punto de ladrillo que se apoyan sobre pilares de granito, de sección cuadrada en unos casos y cilíndrica en la mayoría, en algún caso el pilar de apoyo también es de ladrillo, todo ello confiere a ambas plazas un encanto especial.

 

Palacio de los Duques de Feria

Recorrimos las calles principales, entre ellas la calle Sevilla y estuvimos en la plaza de España, pasamos por el Arco de Jerez y el Arco del Cubo, y por supuesto degustamos el característico producto estrella de la zona, que no es otro que el jamón de pata negra.

 

Plaza Grande


También visitamos un museo (y alguna iglesia), no recuerdo exactamente cuál, pero con toda probabilidad fue el Museo del Convento de Santa Clara.

Zafra tiene una feria de ganado considerada la más importante de Europa y probablemente del mundo. Por real concesión de Juan II de Castilla, desde el año 1453 se celebra en la ciudad pacense de Zafra la Tradicional Feria de San Miguel, que junto a la de San Juan, más antigua (1395) pero de menor fortuna, han constituido las dos más importantes ferias de la localidad.


Plaza Chica

La Feria de San Miguel se celebra en torno a la festividad de este santo a finales de septiembre y principios de octubre. En el año 2008 cumplió su edición número 555. Su razón de ser ha sido desde siempre el intercambio de ganado, pero a lo largo del siglo XX a esta actividad, que sigue siendo el alma de la feria, se sumaron las propias de una feria de muestras y la de una feria festiva al estilo del sur de España. Celebrada tradicionalmente en el Campo de Sevilla, gran explanada de terreno actualmente ocupada por la plaza de España y en el interior de la ciudad; en las últimas décadas la feria se trasladó a un espléndido recinto ferial al este de la ciudad, recinto que crece año tras año en extensión y en servicios.
 
 

Vara de medir y calle de Zafra

La centenaria feria fue languideciendo, sobre todo en la década de los 50, como consecuencia de la tímida mecanización que ya se empezaba a notar en el solar patrio, hasta el punto de que se llegó a temer por su continuidad. Pero en 1966 se convierte en la Feria Regional del Campo Extremeño y a partir de entonces comienza su camino ascendente que culmina en 1992 cuando se convierte en Feria Internacional Ganadera al calor de la Exposición Universal de Sevilla del mismo año. Actualmente, su recinto perfectamente acondicionado y adaptado a las nuevas tecnologías y su fama que atrae a miles de españoles y extranjeros, la hacen ser quizás la principal feria ganadera de España, una amplia feria de muestras de productos cárnicos, de artesanía, de maquinaria agrícola, de automóviles, et. y una gran feria festiva que se codea con las más afamadas ferias del sur.

 

Ajimez y Arco del Cubo

Otro de los alicientes de esta feria, es el concurso hípico celebrado dos semanas antes. Y multitud de actos deportivos relacionados con la misma.

Dejamos atrás Zafra y nos dirigimos a Jerez de los Caballeros, creo recordar que en vez de tomar la carretera más corta que es la que pasa por Burguillos del Cerro, tomamos la que pasa por Fregenal de la Sierra, dando un ligero rodeo; aparcamos el coche y realizamos un pequeño recorrido por Jerez de los Caballeros, pero hacía calor y estábamos agotados, por lo que en un momento dado decidimos buscar alojamiento, ya que no habíamos tomado la precaución de reservar nada antes de salir; el hotel elegido fue el Oasis, sencillo pero limpio, muy bien de precio y adecuadamente situado para recorrer la ciudad; nosotros no comimos allí, pero por lo que he leído a posteriori sobre el restaurante del hotel, se come muy bien.

 

Iglesia y Torre de San Bartolomé

Por Jerez de los Caballeros paseamos muchas veces, tanto de día como de noche subimos y bajamos sus cuestas, recorriendo todos sus pintorescos y encantadores rincones y callejuelas, los mayores recuerdos son de la plaza de España, donde se encuentra la Parroquia y Torre de San Miguel, donde en la terraza del bar Kapi que se encuentra enfrente solíamos degustar al declinar el día, los productos del cerdo ibérico, algo que también hicimos alguna vez en el restaurante La Ermita, una antigua ermita ubicada en el centro de Jerez de los Caballeros.

Lugar con solera y mucho sabor. Una barra de metal y numerosas mesas y sillas pueblan el local.
Buenos jamones colgados.

Cocina tradicional extremeña con influencias andaluzas. Chacinas ibéricas, carnes de ibérico, productos del monte (espárragos trigueros, boletus, cogumelos) y frituras de pescado.

 

Torre de San Miguel

También recorrimos y nos fascinamos con  la parroquia y Torre de San Bartolomé, la parroquia de Santa María, plaza de la Alcazaba, ayuntamiento, castillo de los Templarios y Torre Sangrienta.


Iglesia de San Miguel

Como todas las ciudades Jerez tiene también su historia/leyenda y esta no es otra que la de la Torre Sangrienta, de la que al final intercalare más de una versión, y ahora paso a una descripción técnica de todo lo que vimos y de algunas cosas que si en su momento vimos, hoy los recuerdos apenas son perceptibles.

 

Castillo de los Templarios, al fondo a la izquierda Iglesia de Stª María de la Encarnación

En las estribaciones de Sierra Morena, al sur de la provincia de Badajoz y muy próxima a Portugal, se halla situada la hermosa y pintoresca ciudad de Jerez de los Caballeros (10.000 h), cabecera comarcal de la Sierra Suroeste.

La zona goza de un clima templado, con primaveras suaves e inviernos cortos y benignos.

Su economía depende fundamentalmente de las ganaderías vacuna y porcina y su industria transformadora. También influye, de forma considerable en la economía local y regional, la manufactura de corcho, productos siderúrgicos, bisutería, joyería, perfumes y complementos. También tiene gran potencial turístico.

 

Castillo de los Templarios, bellos rincones

Pese a que se ha identificado a esta ciudad con sus torres y fortaleza, su conjunto ofrece calles, plazas, rincones, palacios, fuentes, conventos y ermitas, que conforman ese otro Jerez, en el que el gótico, barroco y renacentista, se superponen en todas sus construcciones a las que se une la influencia andaluza, para conformar una personalidad propia y atractiva.

CASTILLO FORTALEZA DE LOS TEMPLARIOS Y TORRE SANGRIENTA.- Arquitectura militar cristiana del siglo XIII. Conserva en cada ángulo una torre prismática cuadrangular de mampostería con sillería en los ángulos.

PARROQUIA Y TORRE DE SAN MIGUEL.- Se empezó a construir a mediados del siglo XV. Importante obra barroca es la torre, construida con ladrillo, barro cocido y azulejos, estos últimos para la decoración.

PARROQUIA Y TORRE DE SAN BARTOLOMÉ.- Según la leyenda, su origen se remonta a la Reconquista. Su torre se empezó a construir el 6 de junio de 1759.

PARROQUIA Y TORRE DE SANTA CATALINA.- Siglo XVI. Su torre fue construida entre 1756 y 1772, de influencia neoclásica. La parroquia atesora una excelente imaginería.

PARROQUIA DE SANTA MARÍA.- Es el templo más antiguo de Jerez. Su origen viene de época visigoda, y testimonio de su fundación, es la inscripción que en una de sus columnas fija la fecha en que el templo fue consagrado: 24 de diciembre del año 556. Su exterior combina elementos renacentistas y barrocos, ocultando totalmente su arquitectura gótica.

Además de sus recursos monumentales, Jerez posee una gran tradición histórica, en la que destacan las hazañas protagonizadas por Hernando de Soto, descubridor de la Florida y Vasco Núñez de Balboa, descubridor del Océano Pacífico.

Declarada oficialmente Conjunto Artístico-Monumental en 1966.
  
 

Castillo de los Templarios, interior cúpula arabesca de meditación y rincón florido

Sus antecedentes son muy antiguos, según patentizan los abundantes restos arqueológicos aflorados en su entorno, en este lugar se identifica el núcleo fenicio de Seria o Céret; la Fama ludia o Caeriana romana; un importante enclave visigodo, y la población árabe de Xerixa, ya mencionada en el siglo XII por El-Idrisi y Al-Umari como uno de los centros más importantes de Extremadura en el periodo musulmán. El núcleo se despobló más tarde, siendo revitalizado luego por los templarios como la Xere Equitum cabeza de su poderoso Bayliato.

Tras la disolución de la Orden del Temple en 1312, que aquí tuvo su postrer reducto, y luego de pasar por numerosas vicisitudes de pertenencia y ostentar el apelativo de Jerez de Badajoz, la población se integró definitivamente en 1370 en la Orden de Santiago como Jerez de los Caballeros, arrancando de ese momento el despegue que habría de hacer de ella uno de los centros más sobresalientes de toda la región.

Convertida en Cabeza de Partido santiaguista, en igualdad con Mérida y Llerena, en 1525 recibió de Carlos I el título de Ciudad, rango que en esa época tan sólo detentaban en la Baja Extremadura, Badajoz y Mérida.

En el aspecto histórico Jerez de los Caballeros resulta pues, núcleo inseparable también de la Orden de Santiago, bajo cuya influencia consolidó sus mejores realidades y adquirió su condición y personalidad más definitoria. Y en lo monumental, excepción hecha del irrepetible foco emeritense, el conjunto más completo, quizá, de todo el territorio bajo-extremeño.

En el centro del casco urbano, se alza la iglesia Parroquial de San Miguel. Su proceso constructivo abarca, desde mediados del siglo XV hasta el final de la etapa barroca. La referencia más antigua que poseemos se remonta a 1.463 fecha que podemos leer en el epitafio del sepulcro de Garci Martínez de Logroño. 

Su estilo es barroco, aunque en ella se entremezclan elementos diversos que responden a los distintos períodos de evolución, con el adosamiento de distintas capillas, camarines, et.

La planta es rectangular, dispuesta en forma de cruz latina; con tres amplias naves rematadas en bóvedas de cañón, sostenidas en cuatro tramos por robustos pilares de granito.

Sobre la parte central del crucero, junto al ábside, se eleva una gran cúpula en forma de media naranja, rematada de lucerna y decorada en su interior por frescos renacentistas.

El Altar Mayor lo constituye un templete barroco a tres caras, de gran riqueza ornamental, con buenas tallas de los cuatro evangelistas. Todo el conjunto de sus retablos es de muy buena calidad, destacando los de las capillas laterales del crucero, dedicados a la Inmaculada Concepción y a Nuestra Señora del Rosario. Destaca la sillería del coro bajo, obra de gran riqueza ornamental que llega a la sublimación en el sillón del Gran Maestre.

El aspecto externo del templo es un majestuoso conjunto de impresionante y equilibrada belleza, en la que destaca la afiligranada torre barroca, sólida construcción de ladrillos con aplicaciones ornamentales en barro cocido y con basamento en piedra granítica, sobrepasando la altura de sesenta metros, beginning construction  in the year 1749, concluyéndose la obra en 1.760, con la colocación del giraldillo.

En esta parroquia existe un excelente conjunto de imágenes sobre las que destacan: El Cristo de la Flagelación, Ntra. Sra. del Carmen y la Virgen de la Amargura.

En la zona más elevada del casco urbano y en el barrio que da nombre, se encuentra la Iglesia Parroquial de San Bartolomé. Debió edificarse a mediados del siglo XV, aunque las primeras noticias aparecen en los libros de visitas de la Orden de Santiago en 1494. Una inscripción, en el interior, concreta una capilla lateral que fue donada por Fray Juan Valdés y terminada en 1508.

Puerta principal de San Bartolomé, su forma es rectangular, de tres naves dispuestas en forma de cruz latina. Varias capillas y una hermosísima y amplia Sacristía se adosan al conjunto y son obras que responden a distintas etapas de ampliación; siendo la MÁS importante de estas evoluciones la que se registra a finales del siglo XVI, cuando se amplía la Capilla Mayor y se hizo la de Ntra. Sra. del Torre de San Bartolomé Rosario. En 1691 se colocó el Retablo del Altar Mayor, obra barroca del tallista José de la Barrera. Es muy valiosa su imaginería sobre la que destacan San Pedro de Alcántara, un Crucificado de gran fuerza expresiva, el Cristo de la Piedad y Santa María de la Cabeza. Posee en la actualidad coro alto con órgano y dos tribunas laterales. También abundan los blasonados enterramientos entre los que merece destacar las estatuas yacentes de Don Vasco de Jerez y su esposa (1535).

El exterior del Templo es un conjunto arquitectónico de notable aspecto, sobre el que destaca su esbelta torre, con robusta base de sillería de granito sobre la que se asientan cuatro cuerpos. Se construyó en 1759 sobre la base de otra anterior arruinada por el terremoto de 1755.

The Parish Church of St. Mary of the Incarnation, se eleva próxima a la fortaleza. Tiene planta rectangular y tres naves divididas en cuatro tramos cubiertos con bóvedas y baldas que descansan en pilares cruciformes. Este templo, también es consecuencia de sucesivas remodelaciones del edificio que los documentos que la Orden de Santiago describe a finales del siglo XV. Al siglo XVI corresponde su estructura general y algunas capillas que aún conservan las Bóvedas de crucería, construyéndose en el periodo barroco la capilla mayor y las dos laterales.

La torre está a los pies, centrada en la planta; es cuadrangular con cuatro cuerpos. El primero se abre un gran vano de medio punto en cada lado para formar el atrio que da acceso al templo. Los sillares de granito se han ampliado hasta la mitad de la altura de la torre y el resto se construyó en mampostería. En el interior destacan los espacios creados por los esbeltos pilares de sillería y la bóveda. La capilla mayor se cubre con cúpula sobre pechinas y se accede a la misma por una escalinata de mármol blanco.

En el lado de la epístola, hay un tramo de nave con bóveda de crucería formando estrella. La Sacristía tiene bóveda de cañón y su portada es de estilo clásico. Junto a ella se encuentra la Capilla de la Magdalena con bóveda de crecería cuya clave decora un escudo de tres fajas. En su retablo barroco se encuentra la imagen de la titular. Es una talla de madera policromada que representa a la Magdalena con sobrio realismo y siguiendo la tipología de la que esculpió Juan de Mena para la Iglesia de San Felipe Neri en Madrid.

En el último tramo de la nave del Evangelio y empotradas en los ángulos hay cuatro pequeñas columnas que son hispano-visigodas, según indica la inscripción existente en el fuste de otra columna situada a los pies Respecto a esta inscripción todos los autores están de acuerdo en su traducción: "

En el día noveno, antes de las calendas de Enero de la era 597, fue dedicada ésta Iglesia a Santa María". Sería, pues el 24 de Diciembre del año 556 de nuestra era. En la Sacristía se conserva un plato metálico, en cuyo fondo se representa el sacrificio de Isaac. Está fabricado en latón sobredorado y mide 42 cm, de diámetro. Es del tipo de platos conocidos como limosneros o petitorios porque se utilizaban en las cuestaciones, aunque pudieran tener otras funciones. Entre los objetos de plata, destaca una custodia realizada en 1.745 por Manuel García Crespo, es de tipo sol, y lleva cuatro escudos en el pedestal del astil con las armas de la Orden Franciscana.

Historia y  leyenda o leyendas de la Torre Sangrienta:

La Orden del Temple fue fundada en Jerusalén en el año 1118 con el objetivo de proteger a los peregrinos en su camino hacia Tierra Santa. Con el paso del tiempo se convirtió en una organización muy poderosa, con unas estructuras jerárquicas, financieras y militares muy sólidas. Su carácter internacional (sólo dependían del Papa en última instancia) hizo que prestaran ayuda también a los reinos cristianos de la Península Ibérica en su particular Cruzada contra los árabes.


Torre Sangrienta

Jerez de los Caballeros fue conquistada a los árabes por Alfonso IX de León que, en reconocimiento por la ayuda prestada, dona la villa a la Orden del Temple en 1240.
Bajo la protección de los caballeros templarios, Jerez y su comarca comienza una época de repoblación y engrandecimiento. La encomienda o bailiato de Jerez de los Caballeros se convierte en uno de los enclaves más importantes para el Temple en la península.

La Orden del Temple fue disuelta injustamente por el Papa Clemente V en 1312, acusada de herejía y malas prácticas, tras una terrible campaña de desprestigio organizada por Felipe IV, rey de Francia, que pretendía quedarse con el poder y las riquezas acumuladas por la Orden.

Aunque los reinos cristianos de la Península Ibérica no dieron crédito a las acusaciones contra los templarios, sí se vieron obligados a acatar la bula de Clemente V y ordenaron a las diferentes encomiendas templarias que renunciaran a la Orden y entregaran sus tierras o morirían en la hoguera como herejes.

Los Caballeros de Jerez se negaron a renunciar a la Orden del Temple, a la que habían jurado lealtad eterna, y decidieron defender el sitio hasta la muerte. Aguantaron el asedio de la fortaleza hasta que fueron acorralados en la Torre del Homenaje, donde finalmente fueron degollados por las tropas reales y arrojados sus cuerpos al vacío desde las almenas.

Desde entonces, a la Torre del Homenaje se la conoce como Torre Sangrienta, y el espíritu de aquellos Caballeros quedó para siempre entre los muros de la Fortaleza.

La Torre de Homenaje (también llamada la Torre Sangrienta) del Castillo de Jerez de los Caballeros, capital de la comarca del mismo nombre (o comarca Sierra Suroeste (¿?), provincia de Badajoz, Extremadura, España.

En el siglo XIII este castillo de origen árabe fue fortificado y remodelado por los templarios que levantaron estas murallas que se ven hoy. Esta fortaleza tenía 26 torreones, de los cuales 18 todavía se mantienen en pie, y de 6 puertas que había quedaron sólo 2, aunque en 1471 el castillo fue parcialmente renovado.

La entonces "Villa de Xeres" fue conquistada a los árabes por Alfonso IX de León que, en reconocimiento por la ayuda prestada, la donó a la Orden del Temple en 1230 (1238-1240). Se considera que los templarios le dieron a Jerez de los Caballeros su aspecto señorial, su espíritu y su nombre. Bajo la protección de los caballeros templarios, Jerez, convertido en una encomienda o bayliato de la orden, vivió una época de repoblación y engrandecimiento. El dominio de los templarios duró hasta 1312 cuando la orden fue disuelta por el Papa Clemente V.

Entonces, de acuerdo con la famosa leyenda que existe en varias versiones, los caballeros de Jerez se negaron a renunciar a la Orden del Temple y entregar el castillo a las tropas del Reino de Sevilla enviadas por el convenio con el rey Fernando IV de Castilla. Los templarios de Jerez aguantaron el asedio de la fortaleza hasta que fueron acorralados en la Torre del Homenaje, donde fueron masacrados por los atacantes y arrojados sus cuerpos al vacío desde las almenas.

Desde entonces, la Torre del Homenaje la llamaron "la Torre Sangrienta", y los almas de aquellos caballeros degollados quedaron para siempre entre los muros de la fortaleza. Cuando llega la noche ellos andan por su castillo y se oyen sus tristes silbidos..

Una versión más de esta leyenda he conocido gracias a Anabel.

La leyenda "de los tristes silbidos" de los caballeros de Jerez

"...Cuentan que los caballeros degollados en Jerez fueron los últimos templarios. Y que antes de morir, juntos como hermanos, hicieron un solemne juramento. Cada uno de ellos juró en nombre de Dios y del Templo de Salomón que volvería de su tumba para galopar en su caballo hacia los Santos Lugares y proteger de nuevo los caminos y defender a los peregrinos. Y cuentan que, en las noches sin luna, cuando el cielo está oscuro como boca de lobo, al sonar las doce campanadas, los últimos caballeros templarios de Jerez de los Caballeros regresan de sus tumbas, regresan de la muerte, blandiendo sus espadas, preparados para acudir a Tierra Santa, para proteger a los peregrinos de los bandidos, para cumplir un juramento.

Nunca nadie ha visto a los caballeros que dieron honor y gloria a la villa. Nunca nadie ha visto el brillar de sus armas, ni el de sus armaduras. Nadie ha visto sus pendones, ni sus túnicas blancas, ni sus cruces rojas. Nunca nadie vio nada; nunca. Pero dicen que muchas noches sin luna, cuando el cielo más negro está, cuando resuenan las doce campanadas, todo entra en silencio; todo se detiene y, entonces, se les oye silbar. Silban; silban sin descanso, llamando a sus cabalgaduras. Silban. Y en el castillo que fue del Temple, que vigila Jerez desde el cerro más alto, reverberan los silbidos en un eco estremecedor que resuena en el aire hasta el amanecer; hasta que de nuevo el cielo recupera su color de vida, y el negro de muerte desaparece del horizonte, cuando la "Santa Compañía Templaría" se retira a su triste lugar de descanso; cuando se retira a la Torre Sangrienta, porque los caballos no han acudido a su llamada. Entristecidos caballeros, Incapaces de cumplir su juramento.

Y llega el silencio, en el mismo momento en el que alumbran las primeras luces del día.

El poeta Francisco Redondo ha recreado el ambiente melancólico de la antigua fortaleza templaria en algunos versos especialmente sentidos:

'Por el tiempo maltratada,
por todos abandonada,
cumpliendo horrible condena...
Se ven en las noches lluviosas
vagar sombras misteriosas
por sus quebradas almenas'..."

Otra manera de contarlo:

Esta ciudad Extremeña está llena de historias caballerescas, caballeros musulmanes la habitaron hace tiempo y todavía se ven reminiscencias con cúpulas en su alcázar, desde el que se observan los pardos campos extremeños. También la habitaron caballeros de la orden del Temple, y de la Orden de Santiago.

Una historia interesante, de entre las muchas que pueblan este lugar, es la historia de la Torre Sangrienta, donde resistió un bastión de caballeros Templarios, que se negó a entregarse tras la disolución de la orden urdida por la ambición del Rey Felipe y el Papa Clemente V, que escribió una calumniosa Bula de disolución aplicable en todos los reinos de la cristiandad.

Cuenta la leyenda que los caballeros resistieron hasta el final en esa torre, donde fueron degollados, otra versión dice que los últimos 33 caballeros se arrojaron al vacío desde las murallas a lomos de sus caballos.

Cuenta también la leyenda que las tropas que hostigaron a los Templarios de Jerez de los Caballeros eran tropas del rey Fernando IV “El Emplazado”, y que fue precisamente “emplazado” por los Caballeros del Temple para prestar testimonio ante el juicio de Dios, el caso es que dicho Rey murió antes de transcurrir un año de aquellos hechos. Leyenda similar se cuenta sobre lo que les ocurrió al Rey de Francia y al Papa, que también murieron en el plazo de un año tras ser emplazados desde la hoguera por Jacques de Molay, el último Maestre del Temple. History mingles with new ghosts

Leyenda e historia se mezclan en la realidad de este lugar, el atardecer en el castillo deja ver los campos y montes dorados de lo que antiguamente fuera uno de los bailiatos templarios más prósperos de la península. Salvando ciertos elementos, parece que el tiempo no hubiera pasado:

El gonfalón templario, ondea sobre la torre sangrienta, recordando el acto de los nobles y pobres caballeros. Una cúpula arabesca ofrece cobijo y lugar de meditación, sentarse allí y pensar que en el mismo lugar se sentaron caballeros místicos de uno u otro credo, hacen del lugar un marco incomparable y un santuario desde el que llegar al santuario interior.


Ayuntamiento de Olivenza

Una historia compleja y rica en litigios, una situación fronteriza que ha marcado tanto su patrimonio como su carácter y un entorno natural de suave orografía y vastas dehesas que se extienden hasta el Guadiana, hacen de Olivenza una de las ciudades con más personalidad de toda Extremadura.

Las muchachas de Olivenza
no son como las demás,
porque son hijas de España
y nietas de Portugal.

Así reza la coplilla oliventina que, con la sabia síntesis que tiene todo lo popular, define la esencia de esta población. Murallas, atalayas y fortificaciones conviven con iglesias, capillas y conventos en un entramado urbano que, testigo de esta peculiar fusión de lo portugués y lo español, impregna de manera natural desde el habla de las personas mayores, con numerosos giros y vocablos, hasta la arquitectura, tanto religiosa como militar o civil, sin olvidar costumbres y gastronomía.

  

Ayuntamiento de Olivenza

A pesar de esta historia en ocasiones convulsas, que llego a extremos como la voladura del puente de Ayuda en 1709, la blanca ciudad de ordenadas callejuelas y grandes viviendas enjalbegadas resulta siempre amable al visitante, ofreciendo una medida humana, tranquila y acogedora.

 

Puerta de Alconchel y Puerta de los Ángeles

Las fortificaciones abaluartadas que tantas veces frenaron al invasor parecen dar hoy la bienvenida, las iglesias y capillas resultan una deliciosa anomalía por su aire inequívocamente portugués y la imponente y compacta torre del homenaje aparece dominando Olivenza y las suaves llanuras circundantes.

 

Castillo de Olivenza, rincones con embrujo

El viajero puede terminar su periplo por la historia en el mismo corazón de la ciudad, subir las desgastadas piedras de las diecisiete rampas de la torre – la más alta de las existentes en la frontera medieval trazada entre los reinos de Castilla y Portugal – y, desde sus 37 metros de altura, contemplar el poblado, sus casas blancas de enrejados ventanales, sus calles, plazuelas y avenidas y a la gente afanándose en su trajín cotidiano, y un poco más lejos, atravesando estas tierras del Oeste peninsular, el poderoso rio Guadiana, con sus aguas lentas y su cauce amplio y sinuoso, entre dehesas, viñedos y olivares.

 

Puerta del Calvario

El casco antiguo reproduce la estructura de las bastidas, un cuadrilátero con cuatro puertas cortado por dos calles que se cruzan en el centro. Solo se conservan dos puertas: Alconchel y  Los Ángeles.

Dentro de la ciudadela se halla el alcázar, construido en el siglo XIV, conocido como << el Castillo >>, se vería ampliado en el siglo XV con la impresionante torre del homenaje, de 37 metros de altura.



Iglesia de Santa María del Castillo, Retablo del árbol de Jessé

En Olivenza recorrimos, todo el casco antiguo y parte del más moderno así como la ciudadela, estuvimos en la plaza de España, el paseo de Portugal, donde por cierto había una fiesta/exposición de coches antiguos, ayuntamiento, castillo,  puerta de Alconchel, puerta de Los Ángeles, puerta del Calvario, etc., pasamos a la iglesia de Santa María del Castillo que fue construida en 1584, de estilo clasicista, con tres naves y un altar de estilo barroco con bellos azulejos a los lados. Destaca en una de las capillas el retablo del árbol de Jessé, espectacular alegoría del árbol genealógico de la Virgen.


 

Exposición de coches antiguos

Una de las veces que estuvimos en Olivenza comimos en un restaurante de la ciudad, de cuyo nombre no puedo acordarme.

Pero la obra maestra es la iglesia parroquial de la Magdalena, que no recuerdo que viéramos, es de estilo manuelino portugués, dividida en tres naves por ocho columnas entorchadas; sus seis retablos configuran un grupo artístico barroco único. En el exterior destaca su torre cuadrangular de sillería.

Como no podía ser de otra forma no dejamos de visitar Elvas. Elvas es una ciudad portuguesa situada en el distrito de Portalegre en la región del Alentejo con 23 078 habitantes.


Panorámica de Elvas

Se encuentra a 195 km de Lisboa, y a sólo 8 km (en línea recta) de la ciudad española de Badajoz y a 93 Km de Jerez de los Caballeros; es la segunda mayor ciudad del distrito de Portalegre y la más poblada con 24 930 habitantes. Actualmente su presidente es José Antonio Rondão de Almeia. Elvas es la 3ª mayor ciudad de la región de Alentejo y una de las más desarrolladas del centro-sur de Portugal. Elvas alberga la mayor colección de fortificaciones baluarte del mundo, que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco el 30 junio de 2012, así como todo el centro histórico de la ciudad.


Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Elvas se encuentra sobre una colina a sólo 8 km del río Guadiana que constituye de facto la frontera entre Portugal y España. Cuenta con siete bastiones y las fortalezas de Santa Luzia y Nossa Senhora da Graça. Su catedral gótica tardía, que muestra además reminiscencias moriscas, data del reinado de Manuel I (1495-1521). La ciudad cuenta con un acueducto construido entre los años 1498 y 1622 que la abastecía de agua y que presenta una altura de hasta 40 m.

La vega aledaña es muy fértil, destacando el cultivo del olivo y de las ciruelas, por las que la ciudad es conocida. También se destila brandy y es digna de mención la cerámica típica de la ciudad.

Lo más impresionante de la fortaleza exterior es la ladera artificial en la colina sobre la que se asienta y que oculta prácticamente toda la ciudad a la vista del visitante. Cuenta con siete bastiones y las fortalezas de Santa Luzia y Nossa Senhora da Graça y un acueducto construido entre los años 1498 y 1622 que la abastecía de agua y que presenta una altura de hasta 40 m.


Plaza de la República

La ciudad fue fundada por los romanos con el nombre de Alpesa. Durante la reconquista fue primero tomada por el rey Alfonso I de Portugal en 1166, pero cayó de nuevo en poder musulmán hasta que los portugueses la reconquistaron definitivamente en 1226, recibiendo sus fueros del rey Sancho II de Portugal en 1231. En 1570 se convirtió en sede episcopal. Durante siglos fue el principal puesto fronterizo al sur del Tajo. En 1658 se produjo la victoria portuguesa en la Batalla de las Líneas de Elvas en el marco de la Guerra de Restauración portuguesa. Los españoles también la sitiarían en 1711.

La fortaleza de Campo Maior, a 15 km, es famosa por el sitio al que fue sometido por las tropas francesas y que fue levantado por los ingleses durante la Guerra de la Independencia en 1811.

 

Castillo de Elvas

Elvas es una ciudad superfortificada como ya se ha dicho; antes de entrar en la misma hay que pasar varias murallas concéntricas pertenecientes a la antigua fortificación;  el mayor problema es que todo está muy arriba, hay que subir muchas cuestas, pero es una ciudad muy pintoresca y resulta muy encantador pasear por sus estrechas calles y pasar bajos sus arcos, en especial por las más cercanas al castillo, nosotros lo hicimos; después de aparcar en una calle relativamente alejada del centro, nos dirigirnos a la plaza del ayuntamiento (Plaza de la Republica), centro neurálgico de la ciudad, donde también se encuentra la oficina de información y un casino, para a continuación pasar a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción que está en la misma plaza pero frente al ayuntamiento, formando con él un cierto ángulo ,fue construida en el S.XVI en estilo manuelino  con reminiscencias moriscas, reformada en el S.XVIII en estilo barroco. Fue catedral desde 1570 hasta 1882, mientras Elvas era sede episcopal.

 
 Panorámica desde el Castillo 
En cartel informativo que hay colocado delante de la iglesia se puede leer lo siguiente:

Obra de estilo Manuelino, iniciada por el Arquitecto Francisco de Arruda en 1517, en el mismo local de la antigua y ruinosa Matriz de Stª María de los Acougues, siendo abierta al público en 1537. En 1570, por “Bula” del Papa Pio V, se obtuvo la prominencia de Catedral. La Capilla Mayor es de 1749. También tenemos que destacar la azulejería de los siglos XVII y XVIII. Esto está escrito en tres idiomas, portugués, castellano e ingles, por este orden.

 

Interior Iglesias de Nuestra Señora de la Asunción y de la Consolación

Desde la plaza de la catedral subimos en dirección al castillo, pasando antes por delante del Royo de Justicia o Picota y entrando en la iglesia  de nuestra Señora de la Consolación, que se construyó en el s. XVI en estilo renacentista. Es un edificio octogonal cuyo interior está revestido de hermosos azulejos polícromos del s. XVII. El púlpito, sostenido por una columna de mármol, presenta una balaustrada de hierro forjado del s. XVI.

 

Púlpito Iglesia Nuestra Señora de la Consolación y Picota

Luego nos dirigimos al castillo y antes y después estuvimos paseando por las callejuelas aledañas al mismo; también bajamos a la parte inferior de la Plaza de la Republica y recorrimos las calles comerciales donde realizamos algunas compras.

 

Calles con hechizo

A la salida de la ciudad nos desplazamos hasta el  Forte de Santa Luzia, una fortificación abaluartada concebida para defender el sur de la ciudad de las frecuentes incursiones transfronterizas desde el vecino Reino de España.


Forte de Santa Luzia

Hay que destacar que Elvas está hermanada con la ciudad española de Badajoz. Elvas y Badajoz, viven como si fueran una sola ciudad: los portugueses suelen ir de compras y a echar gasolina al coche  a España, y los segundos visitan la ciudad y disfrutan de su gastronomía

 

Fortificación de Elvas y Forte de Santa Luzia, al fondo Elvas

Puerta del Forte de Santa Luzia

Una de las veces que volvíamos de Elvas, pues creo que estuvimos dos veces, paramos en medio de la abundante vegetación que parece absorber el medio puente de Ayuda que aún permanece en pie, estuvimos descansando a la sombra de una encina, paseando por el medio puente y viendo a los amantes del piragüismo navegar por el Guadiana.

 

Puente de Nuestra Señora de Ajuda

El Puente de Ayuda está situado sobre el río Guadiana entre los municipios de Olivenza (España) y Elvas (Portugal). Construido por el rey portugués Manuel I en 1509. Durante la Guerra de Sucesión Española fue parcialmente derribado por los españoles en 1709.

Con trescientos cincuenta metros de longitud se sustentan sobre diecinueve arcos, alcanzando la altura de quince metros y la anchura de cinco.

 

Puente de Nuestra Señora de Ajuda, a la derecha el puente nuevo

Su actual estado de conservación lo hace impracticable. No obstante, constituye una de las piezas monumentales más importantes de la comarca de Olivenza, ubicado en un singular espacio fronterizo de gran belleza y actividad humana.

En sus proximidades se cultiva el olivo, la encina, la vid y cereales, junto a la explotación ganadera.

Asimismo, constituye un importante núcleo de actividad sociocultural, punto de encuentro para celebraciones de carácter internacional, sede de artistas, y escenario de manifestaciones lúdico religiosas como la anual romería de Nuestra Señora de Ajuda.


Burguillos del Cerro

Durante el retorno a Puertollano tomamos esta bonita fotografía de Burguillos del Cerro.

Puertollano 18 de Mayo de 2013














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