domingo, 9 de agosto de 2015

Extremadura y los Victorinos



Extremadura y los Victorinos



Acabamos de realizar un viaje de corta duración por Extremadura. Hemos vuelto a Mérida, ciudad en la que hemos estado en varias ocasiones; solo han sido dos noches.en las que nos hemos 
alojado en el hotel Tryp Medea ****, habitación 118.


El hotel

Salimos de Puertollano a las 4:15 horas, con el fin de llegar temprano a Mérida y poder realizar la visita a pie a primera hora, con el fin de poder mitigar de esta forma el sofocante calor proveniente de las altas temperaturas que estamos soportando, como consecuencia de esta ola de calor tan desproporcionada que llevamos padeciendo desde el pasado mes de Junio.


Plaza de España, al fondo el hotel Palace, Mérida

Todas las visitas que hemos realizado durante estos tres días, han sido visitas guiadas, es decir, que en todo momento hemos dispuesto de un guía que nos ha ido explicando las peculiaridades de  los lugares que hemos ido recorriendo.
 

Palacio de la China y Arco de trajano, Merida

A  Mérida llegamos sobre las 9 de la mañana, habiendo realizado antes una parada, e inmediatamente nos encontramos con el guía junto a la orilla del río Guadiana, frente al Conjunto Arqueológico de Morerías, que no visitamos; tampoco visitamos la Cripta de Santa Eulalia, ni la Casa del Mitreo y Los Columbarios, tampoco La Alcazaba; todo lo anterior no estaba incluido en este viaje, pero no nos importó ya que aún lo conservamos en la memoria, ya que la última vez que recorrimos todo ello, fue en Julio de 2.012, cuando estuvimos 12 días en el Balneario de Alange.
Inmediatamente comenzó la visita panorámica, o sea, desde el autobús, recorriendo las aéreas del exterior de la ciudad, para ver el Circo romano, donde las cuadrigas competían en velocidad, el Acueducto de los Milagros sobre el rio Albarregas, la Iglesia de Santa Eulalia y poco más.

 

Templo de Diana, Mérida

Retornamos al punto de partida, y dio comienzo  la visita a pie, empezamos por el Puente Romano, pasamos junto a la Alcazaba para a continuación situarnos en la Plaza de España; desde el centro de la misma contemplamos todos los edificios emblemáticos, sobre los que el guía fue vertiendo su más ilustrado conocimiento, de entre todos ellos destacan, La Concatedral de  Santa María la Mayor, el Ayuntamiento, el Palacio de la China y el hotel Palace.


Museo Romano, Mérida

Continuamos el recorrido y pasando por delante del Museo Arqueológico de Arte Visigodo, nos situamos delante del Arco de Trajano, para a continuación y siguiendo el recorrido turístico, visitar el Templo de Diana, e inmediatamente después el Pórtico del Foro. Estos dos conjuntos en tiempos romanos formaban parte de un amplio complejo, entorno a la cual se agrupaban un conjunto de edificios, por lo tanto formaban una sola unidad. Este complejo ocuparía unas seis manzanas  de unos 210 metros de longitud por 104 de anchura; actualmente casi todo él ha sido engullido por la Mérida de nuestros días y solo emergen los dos conjuntos citados.

Luego la visita continuó hasta el Teatro y Anfiteatro Romanos, había que sacar entrada (6 €), nosotros como ya lo conocíamos optamos por pasar al Museo Romano, que aunque también lo conocíamos, reunía las siguientes ventajas sobre los otros, a saber, la entrada es gratis para los jubilados y creo que mayores de 60 o 65, hay que andar menos y se está más fresquito; en esto último fallamos de pleno, al encontrarse averiado el sistema de aire acondicionado.

 

Museo Romano, Mérida

A las 11 horas teníamos programada una degustación de ibéricos en Nico Jiménez, después de la cual regresamos al autobús que se encontraba relativamente lejos para el calor que hacía,  poco después llegábamos al hotel, que se encuentra en un extremo de la ciudad y tomarnos posesión de la habitación con el fin  relajarnos hasta la hora de la comida.

 http://www.arteguias.com/badajoz/merida.htm

La degustación en Nico Jiménez resultó un fiasco, nos pusieron una bandeja para cada cuatro personas que contenía, un trocito de jamón, un trocito de lomo, un trocito de salchichón y un trocito de chorizo para cada uno y nos dieron un vasito con una gota de vino y eso fue todo. Esta degustación había sido contratada con la excursión, pero al parecer la persona que se embolsó el dinero no le pagó a Nico Jiménez, se lo quedó ella, por tanto nos timó; la degustación era gratuita, es como una deferencia y una forma de atraer a los clientes a este local. El año anterior  habían hecho una degustación el el mismo lugar y resulto un éxito, esta vez fue un fracaso.


Fuente de la Rambla de Santa Eulalia, Mérida

La tarde la tuvimos libre y la dedicamos a descansar, el que le apeteció se fue a la piscina del hotel o salió a tomar una copa en la zona exterior frente al hotel; el centro de la ciudad queda demasiado lejos para bajar.

 

Dispuestos a presenciar la Asamblea de las Mujeres

 

Detalle de nuestra privilegiada situación para ver el espectáculo

Después de cenar a las 22 horas subimos al autobús que nos trasladó a las inmediaciones del Teatro romano de Mérida; allí asistimos  a la representación de la Asamblea de las Mujeres, de Aristófanes, obra desenfadada y transgresora dirigida por Juan Echanove, que resultó bastante divertida; nuestra ubicación en el teatro era inmejorable; si hubiera sacado yo las entradas, seguro que no lo habría elegido otras mejores; estábamos situados en el centro de la primera fila, en butaca con respaldo, zona orchestra. Las veces que hemos asistido al teatro en otras ocasiones, hemos estado situados en cavea, hacia la mitad de la misma o arriba del todo.

 

En plena actuación

Como el autobús tenía que mantener un margen de descanso (un número de horas determinado) antes de emprender el siguiente desplazamiento y este iba a ser a las 7:30 horas de la mañana en que íbamos a desplazarnos a las fincas de Victorino Martín, no podía llevarnos de regreso al hotel, por tanto a la salida del teatro nos reunimos en grupos de cuatro y nos marchamos en taxi al hotel, 9 €, a dividir entre 4.

Como ya queda dicho el sábado a las 7:30 salimos y nos dirigimos a la finca Las Tiesas, que está situada cerca de Portezuelos y Garrovillas, por el 1º pasamos y 2º se vislumbraba al fondo en lo alto; el objetivo era conocer la ganadería; después de pasar Portezuelos, por una larga pista propiedad de la finca accedimos hasta la zona habilitada para la estancia del personal y el cuidado del ganado. En un gran salón fuimos obsequiados con una taza de gazpacho y poco después nos subimos a un remolque habilitado con asientos y tirado por un  tractor para realizar la visita guiada y conocer los tres encastes de la ganadería, a saber, Albaserrada, Monteviejo y Urcola; la guía nos fue contando la historia de Victorino Martín y explicando las peculiaridades de cada uno de estos encastes; al tiempo que nos íbamos acercando a las zonas donde se encontraban los toros, los empleados a caballo los aproximaban al remolque para una mejor contemplación. Así fuimos viendo grupos de añojos, erales, utreros y cuatreños, también nos fueron mostrados los que estaban apartados y reservados para la próxima corrida de San Sebastián.

 

En la finca Las Tiesas con antiguos colegas de la escuela primaria.

Aunque en uno de los enlaces dice que Las tiesas tienen más de 1.600 hectáreas, la guía nos dijo que son 3.000 y que tienen 2.500 cabezas de ganado en total.

 

Atentos  a la explicación y viendo toros desde el remolque

Con respecto a la historia de Victorino Martín, que en la actualidad tiene 86 años, nos habló de su infancia, cuando se quedó huérfano con solo 7 años, de su difícil inicio y del poco reconocimiento de los medios en  esos primeros años, hasta que finalmente se consolidó como una de las mejores, sino la mejor, ganadería del panorama nacional, en gran medida a partir del indulto en las Ventas del toro Velador, indultado en una corrida de concurso, por Ortega Cano el 19 de Julio de 1982, único toro indultado en las Ventas.

 

Algunos de los mejores toros de la ganadería

 

Otros grupos de toros que nos fueron acercando los cuidadores

Habría mucho que contar sobre Victorino Martín y su ganadería, pero como no quiero extenderme mucho, solo voy a contar un par de cosas que me parecen interesantes y nada más, en los enlaces que acompañan al texto puede obtenerse mucha más información.

 

Dos grupos más de toros

Lo primero es, que como sello de identidad los toros de Victorino Martín, no se afeitan nunca, en cuanto a lo segundo es algo general para todas las ganaderías y ello no es otra cosa que la introducción de un código de identidad con que se marcan los novillos poco después de nacer, que lleva aparejado un dígito que es el que nos va a indicar la edad de este toro; esto evita que se envíen toros de 6 o 7 años a las corridas haciéndolos pasar por cuatreños, que es la edad ideal para la lidia, como se intuye que se hacía en el pasado.

 

En el Patio y Museo, Finca Monteviejo


Terminada la visita guiada subimos al autobús y nos dirigimos a la finca Monteviejo, cerca de Coria y no muy lejos de la anterior, en el patio tuvo lugar la degustación de chorizo, queso y jamón, maridado con el vino blanco de Victorino Martín, e inmediatamente pasamos al Museo que se encuentra  en una sala de este edificio y donde se nos fue dando detallada explicación de los trofeos que de alguna manera marcaron la evolución de la ganadería; la acumulación de trofeos es tal que si nos hubieran explicado el significado de cada uno de ellos, no habríamos salido de allí en todo el día.

 

Museo, a la derecha el toro Velador

De nuevo subimos al autobús y después de un corto recorrido llegamos a otra edificación donde se encuentra el comedor  y por tanto donde nos fue servida la comida que se compuso de dos platos y postre, el 1º una abundante ensalada y el 2º como no podía ser de otra forma, carne de toro, vino de Victorino Martín, blanco, tinto y agua.

 

Rematando la jornada

Terminada la comida regresamos al hotel donde bastante cansados llegamos sobre las 20 horas.     
El domingo a las 9 de la mañana, abandonamos definitivamente el hotel con la maleta en la mano, nuestro destino era el previsto en la programación, Cáceres; al llegar a la ciudad nos reencontramos con el guía, era el mismo que tuvimos en Mérida, y en compañía del mismo nos dirigimos hacia la plaza Mayor, origen y final de nuestra visita. Como dije de Mérida, Cáceres ya había sido objeto de nuestra visita con anterioridad. 

Como en el enlace de Cáceres inédito se aborda la historia de la ciudad y las dos rutas turísticas a seguir, como ya he dicho en alguna ocasión, voy a tratar de ser lo más escueto posible, a ver si lo consigo.

Comenzamos la visita por la plaza Mayor. Adentrarse en la Ciudad Monumental de Cáceres es caminar por una ciudad medieval, renacentista y barroca, que gira en torno a tres plazas: la de Santa María, la de San Jorge y la de San Mateo.

  
Plaza Mayor, Cáceres

 

Plaza Mayor, Ayuntamiento y Torre Bujaco, Cáceres

Desde la Plaza Mayor y siempre acompañados por nuestro guía, accedimos a la Plaza de Santa María por el Arco de la Estrella, construido por Manuel de Churriguera en el siglo XVIII; pasamos al interior de la Concatedral de Santamaría y subimos a la torre de la misma desde donde se observan unas magnificas vistas de la ciudad, sus orígenes corresponden al siglo XIII, si bien el grueso del edificio se construyó entre los siglos XV y XVI, en estilo románico de transición al gótico.

 

Concatedral de Santa María y Palacio Episcopal, Cáceres

 Pasamos al Palacio de Carvajal,  que con una torre redonda almohade del siglo XII, es la sede actual del Patronato de Turismo, Artesanía y Cultura tradicional; desde el exterior admiramos la casa de Hernando de Ovando, renacentista; el Palacio episcopal, cuya parte más antigua fue construida en el siglo XIII y la más reciente en el siglo XVI; el Palacio de los Toledo-Moctezuma, de estilo renacentista, levantado por Juan Moctezuma, nieto de la princesa azteca Tecuixpo Ixtlaxochitl (Isabel de Moctezuma), actualmente es la sede del Archivo Histórico Provincial.

 

Higuera con más de cuatrocientos años en uno de los patios del Palacio y Torre de Carvajal

El Palacio de Mayorazgo, con fachada de 1.537 que pertenece al banco, Caja de Extremadura y lo utiliza para exposiciones temporales, interiormente tiene un magnifico patio mudéjar que por supuesto no vimos; el Palacio de la Diputación Provincial y el Palacio de los Golfines de Abajo del siglo XVI con decoración plateresca en su crestería.

 

  Patio del Palacio y Torre de Carvajal y Palacio de los Golfines de Abajo, Cáceres

A continuación nos adentramos en la Plaza de San Jorge, desde donde se aprecia una bonita perspectiva de la Iglesia de San Francisco Javier, con el Convento de la Compañía de Jesús al lado, subimos las escaleras y pasamos a la Casa de los Becerra, del siglo XV, sede de la fundación Mercedes Calle y Carlos Ballestero.

 

Palacio de los Golfines de Abajo y al fondo del callejón, Convento de la Compañía de Jesús

A la salida de este pequeño museo, subimos la Cuesta de la Compañía, repleta de jardineras de   Impatiens walleriana, en el lado izquierdo de la misma y llegamos a la parte más alta de la ciudad monumental, la Plaza de San Mateo, donde vemos la Iglesia de San Mateo; el Convento de San Pablo, del siglo XV y el Palacio de Diego de Cáceres Ovando y Torre de las Cigüeñas. La única torre que no fue desmochada.

 

Convento de la Compañía de Jesús e Iglesia de San Francisco Javier, Cáceres

Al lado de la anterior, se encuentra la Plaza de las Veletas, desde donde se puede observar a lo lejos el Santuario de la Virgen de la Montaña, patrona de Cáceres, por lo que aquí, en esta ciudad es relativamente frecuente que una mujer se llame Montaña, así como suena.

 

Casa de los Becerra, y San Jorge, Cáceres

Pasamos a ver los aljibes que se encuentran en el Museo de Cáceres situado en la Casa de las Veletas, que según recientes investigaciones, conserva restos de lo que fue una mezquita en tiempos de dominación islámica; en la actualidad, este museo, se halla unido por un jardín a la Casa de los Caballos, donde se aloja la sección de arte contemporáneo. Solo vimos los aljibes.


 Iglesia de San Francisco Javier y Torre de las Cigüeñas, Cáceres

Al otro lado de la plaza vimos la Casa del Sol, casa fortaleza del siglo XV; la torre y Casa de los Sande, góticas del siglo XIV, reformadas en el XV y el Palacio de los Golfines de Arriba, construido en el siglo XV como casa fuerte, con torres en sus esquinas, destacando la Torre del homenaje.


Torre de los Sande y Casa del Sol, Cáceres

Luego el guía nos llevó a ver la Casa del Mono y nos contó la leyenda que hay en torno a la misma y que es la siguiente: Cuenta la leyenda que sus dueños, unos ricos burgueses, no tenían hijos. A la vuelta de un largo viaje el marido trajo un mono. Criatura que llegó a tener dormitorio, juguetes y todo tipo de mimos. Y ocurrió que, en una de las largas ausencias del comerciante, un apuesto caballero pidió cobijo donde pasar la noche. Y la noble señora, se lo ofreció. Al poco tiempo, al regresar el esposo, su mujer le recibió con la grata noticia de que estaba embarazada. Se dice que cuando nació el bebé, el mono, celoso, en un descuido de la familia, agarró al pequeño y lo lanzó por la ventana, causando su muerte.


Casa del Mono, Cáceres

También vimos una Casa Mudéjar, uno de los pocos testimonios de este arte que quedan en la ciudad.


Casa Mudéjar, Cáceres

Después   dispusimos de tiempo libre, la visita guiada había terminado y nos fuimos a ver el Parador de Turismo situado en el Palacio del Comendador de Alcuéscar o de los Marqueses Torreorgaz, la parte visitable del mismo no tiene demasiado encanto. También pasamos, hasta donde nos dejaron, al famoso restaurante Atrio.

 

Aljibes, Cáceres

Antes de dar por acabado este relato voy a hacer una pequeña semblanza del Barrio Judío, hay dos, el conocido actualmente como Barrio de San Antonio, y la Judería Nueva a espaldas de la Plaza Mayor. Ambas juderías tenían sinagoga, la de la Judería Vieja se transforma en ermita dedicada a San Antonio y la de la Judería Nueva se integra en el actual Palacio de la Isla. El Barrio Judío es una zona de cuestas y calles angostas que nos hablan de una forma de vida distinta a la de la nobleza. Las viviendas son sencillas, de tamaño reducido y dos plantas, de fachadas blanqueadas y grandes chimeneas de ladrillo.

 
   
Panorámica desde la Torre de la Concatedral de Santa María, Cáceres

Luego subimos a la torre de Concatedral de Santamaría como ya relaté al principio y cuando bajamos de la misma, nos fuimos a una terraza de la Plaza Mayor a tomarnos unos refrescos, mientras hacíamos hora para la comida  que fue en el restaurante Cayena de la Plaza Mayor.

 

Plaza Mayor, a la derecha Torre Bujaco y Arco de la Estrella, Cáceres

Terminada la comida, subimos al autobús y regresamos a Puertollano donde llegábamos sobre las 21 horas.

Coste del viaje 270 € por persona, días 31 de Julio, 1 y 2 de Agosto de 2.015

Puertollano 07 de Agosto de 2015.
 
 Este es mi primer tema del blog, espero ir corrigiendo errores en los próximos.

9 comentarios:

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  3. Hola tío, menuda explicación! Leyendo lo escrito y viendo Las imágenes, ya no hace falta que vayamos a Cáceres.
    Es como si hubiésemos estado allí, jeje.
    Besitos

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    1. Pero hay que ir , Cáceres bien merece una visita y para salirse un poco de lo habitual, un recorrido por las fincas de Victorino Martín es de lo más apropiado, si de paso te ves una obra "clasica" a la luz de las estrellas(y de los focos) en el Teatro romano de Mérida y de paso te pones bien de jamón ibérico, ¡que más se puede pedir!

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    2. Pues una buen tinto, o un chupito de licor de bellota y ya rematamos la noche!

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    3. Una buena cerveza es lo que apetece con este calor. Saludos.

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  4. Olé!
    Gracias por la información. Hemos estado en Cáceres y gracias a tu blog he pueston nombre a muchos lugares de esta preciosa ciudad que por falta de guía desconocia.
    Recomiendo para la próxima experiencia que tengais aquí, degusteis las maravillas culinarias del ya famosisímo restaurante "El Atrio".
    Un placer leerte, como siempre.

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  5. Me alegra saber que estos relatos puedan ser de alguna utilidad. Gracias

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