jueves, 1 de octubre de 2015

Benidorm, Noviembre de 2.013

Benidorm/Noviembre/2013

Esta vez no hemos viajado a los pueblos de los alrededores, ni hemos asistido a las fiestas más notables o representativas de los pueblos o ciudades del entorno, solo nos hemos dedicado a descansar, ¿a descansar? lo cierto es que no hemos parado. Ergo para que este viaje no quede donde habita el olvido voy a contar algunas observaciones realizadas, vivencias, pequeñas anécdotas, curiosidades, cuentos y chismes que nos han acaecido durante estos diez días que hemos pasado en Benidorm.


A las diecisiete horas veinte minutos del diecisiete de noviembre de 2013, nos encontramos  en la habitación 1703 de planta  diecisiete del hotel Marina frente a la isla de Benidorm.

Terraza de la habitación
Encima de la planta 17 se encuentra el gimnasio al que se accede por la escalera, ya que los ascensores finalizan su recorrido en la planta 17; algunas veces la quietud y el silencio de la habitación era roto súbitamente por fuertes golpes que los gimnastas que se encontraban sobre nosotros producían, tal vez levantando y dejando caer las pesadas halteras. El silencio es ese espacio en que antes  o después todos nos refugiamos alguna vez, pero en el que no estamos nunca a salvo, además el silencio no se termina nunca, el silencio se rompe, su fundamental cualidad es la fragilidad.

El descolorido cielo azul se encuentra parcialmente cubierto de nubes grisáceas y otras de un blanco asombroso, una gaviota surca el cielo perpendicularmente a la playa de Levante.

Esta mañana cuando partimos apenas asomaban los primeros rayos crepusculares, en los primeros instantes el sol se encontraba en plenitud, para inmediatamente ser tragado por la abundante niebla, cerca de Atalaya de Cañavate el sol brilló de nuevo y la ausencia de niebla nos dejó a la vista un avión que se elevaba por encima de unas diminutas nubes.

Compañeros de viaje
Luego muy cerca ya de nuestro destino con la vista puesta en la sierra de Aitana y las nevadas cumbres del interior, vislumbramos unos pequeños cúmulos. En el instante que pasábamos por encima del rio Amadoiro, cuyo nacimiento se origina en la sierra de Aitana para ir a desembocar en Villajoyosa, una bandada de gaviotas que se desplazaban en una dirección, dando un giro súbitamente, parecía  darnos la bienvenida, al tomar la dirección opuesta. Poco después llegábamos al hotel.

Este también tenía ocupación total 
El crepúsculo de la tarde, más presuroso por hacer su despedida  aquí que por las llanuras de La Mancha, ha cubierto de arreboles las estribaciones de la sierra de Aitana, desplegando su engaño opalino con una intensidad arrebatadora.

Como todos los días seguíamos un patrón parecido, paseos, bien por el centro, bien por el paseo marítimo hasta acabar en la playa de poniente frente al hotel Villa del Mar, pasando antes por el parque de Elche, unas veces en coche, la mayoría andando.

El destino que les esperaba debía de se más bien funesto
Ahora  paso a relatar lo que ya dije al principio vivencias, anécdotas y curiosidades.

En el comedor vi a un individuo bastante alto con gafas y nariz aguileña, pelo relativamente largo sujeto a modo de cola de caballo y muy encorvado, era esta curvatura de su espalda la que me llevo a recordar la paradoja de la alcayata, de todos es conocida la frase “estas mas doblado que una alcayata” pero también todos sabemos o al menos debemos saber que una alcayata es una escarpia y por tanto recordamos también el aforismo que dice “se me pusieron los pelos como escarpias”. He aquí la paradoja, un mismo elemento se utiliza para establecer dos postulados completamente opuestos.

Con un día de sol esplendido, un bonito cielo azul con grupúsculos de nubecillas blancas muy dispersas, visitamos el centro comercial La Marina y durante el retorno nos pasamos a recordar viejos tiempos por el Gran hotel Bali.

Terraza Centro Comercial La Marina
 http://www.cclamarina.com/index.php?imAt=home

Durante el ensayo de baile,  me desaparecieron las gafas que había dejado sobre una mesa del salón donde estaba sentado, y de la que me alejé mínimamente cuando empezaron estos; pregunté a los que estaban en las mesas más próximas tomando café, jugando a las cartas, parchís o dominó o simplemente observando las evoluciones del ensayo, y nadie se había percatado de nada, el único que me parecía sospechoso era un individuo alto que había pasado por allí, hablado con algunas mujeres y sentado en una mesa cerca del escenario, le pregunte si las había visto y me dijo que no, pero yo seguía sospechando de él; luego avisé a Cristina, la animadora, y me dijo que el único que podía haber cogido las gafas era él.

Terraza Centro Comercial La Marina
Cuando terminó el ensayo este individuo ya se había sentado en otra mesa en el otro extremo del salón; me dirigí nuevamente a él con la intención de decirle que alguien le había visto cogerlas, pero en el último instante me eche para atrás y le volví a preguntar lo mismo que la primera vez  y él me contestó de idéntica manera, que él no había visto nada; la forma de contestarme me reafirmo más en mis sospechas pero no tenía pruebas, empero Cristina y uno de mantenimiento se habían situado muy cerca de él mientras yo le preguntaba, nada más retirarme observaron que se llevaba la mano al bolsillo y realizaba un movimiento extraño, entonces ella le dijo “dame lo que tienes en esa mano”, y él se lo dio contestando, “acabo de encontrarme estas gafas”.

Terraza Centro Comercial La Marina
Este indeseable individuo cuando cogió las gafas sin que ninguno nos diéramos cuenta, saco a bailar a varias de las mujeres que estaban en la clase de baile, algo ilógico porque el baile era a partir de las 22 horas, eso solo era un ensayo de baile en línea y cada uno baila independientemente, a una que le dijo que tenía una cadera mal, para quitárselo de encima, le contesto que si quería que el le daba un masajito ya que era masajista.

Playa de Levante
Este tipejo era cliente del hotel y el día antes o ese mismo día les salió en ropas menores a unas empleadas del hotel y dicen que tiene a la vista en la habitación un tanga y un consolador.

Pero resulta poco entendible, sin tratar por ello de justificar un robo, que lo que se roba sea unas gafas graduadas, lo lógico sería robar una cartera, un bolso e incluso una prenda de vestir.

Lo cierto es que no volví a ver más a este h.p.

Durante el desayuno coincidimos  con un matrimonio de personas algo mayores, él dijo que tenía 82 años y ella 84, no sé en qué habría trabajado él , puede que en alguna embajada porque decía haber viajado por todo el mundo y comentaba que estaba asqueado, que con las ganas que tenían de volver a España y resultaba que ahora nadie quiere ser Español ni católico; la señora es extremeña de un pueblo de nombre festivo muy próximo a Zafra; comentamos que conocíamos la zona, Zafra, Olivenza, Jerez de los Caballeros et.

Hablamos del parador de los Duques de Feria y les dije que lo habíamos visto, pero que en los paradores no nos alojábamos porque eran muy caros, me dijo que ellos si se alojaban, que el no se enteraba del precio que solo tenia que entregar la tarjeta bancaria.

Playa de Levante
Después añadió que en el pueblo de la señora tienen un cortijo con 150 vacas y 500 cerdos y que la finca la administra una hermana de la señora que se encuentra allí, también dijo que en el pueblo y en lugar muy céntrico tiene una casa con 50 o 100 metros de fachada, no recuerdo cuál de estas cifras me dijo, y 14 camas, pero que apenas iban allí porque el ayuntamiento anda tras de ellos para comprársela y ellos no quieren vender, así evitaban que les dieran la tabarra, además la casa no tiene calefacción y dice que en inviernos no hay suficientes estufas y braseros para mantenerla caliente.

Playa de Levante
Este matrimonio tuvo un hijo que murió, ¿en un accidente? dice además que a la casa van los sobrinos y como los tiempos en que vivimos son así, unos están separados, otros solteros et. Suelen ir allí con sus amigas y si ellos están allí parece como si les estorbaran, además dice que van a cazar y llevan varios perros y resulta que las cocheras la utilizan para ellos de modo que  si van no pueden meter los coches. Al decirme que iba gente con cierta frecuencia, le pregunté si la casa estaba atendida, el me dijo que había una señora que tenia la llave.

Dicen que están en este hotel porque se encuentran muy solos y aquí siempre hay mucho ambiente y siempre encuentran compañía.

En la hora sin sombra una ligera brisa mueve suavemente a intervalos irregulares las ramas de las altas palmeras del Parque de Elche.

Parque de Elche
Las blancas palomas arremolinadas en torno a la comida que le suministraban los turistas, pese a estar expresamente prohibido, se subían sobre la cabeza, hombros y manos de estos, en busca del alimento  que les ofrecían, ávidos de inmortalizar el momento en compañía de estas colúmbidas, momento que aprovechaban los acompañantes para pulsar el disparador de la cámara  y así  obtener unas fotografías para el recuerdo.

Aglomeración de blancas palomas
Una niña de muy corta edad abandonaba el columpio alejándose de su madre que la seguía a cierta distancia sin perderla de vista. Una paloma que se encontraba muy alejada de la bandada, aparentemente aletargada o “embolada” súbitamente se desperezó y rascándose el pico repetidamente con la pata izquierda comenzó a caminar y a picotear la arena, otras la secundaron. Algunas emprendieron el vuelo hasta la arena de la playa donde picoteaban todo lo que encontraban.

Parque de Elche

El cielo de un azul tenue con matices violáceos, estaba cubierto solamente por una estrecha franja de nubes blancas que recorría el horizonte, empezando poco antes de la isla para desaparecer por detrás de sierra Helada. Otra franja ligeramente más ancha de nubes también blancas pero completamente lisas empezaba poco antes del montículo de Finestrat para esconderse por detrás del Gran Hotel Bali y la sierra de Aitana.

Parque de Elche
Poco antes del crepúsculo de la tarde varias gaviotas planeaban entre los altos edificios  situados en el paseo marítimo de la playa de Levante. El mar alterna bandas de un azul oscuro con otras más claras.

Palomas en el Parque de Elche
Durante la cena coincidimos con el mismo matrimonio con el  que estuvimos charlando durante el desayuno; vivieron la guerra siendo muy niños, 5 años él 7  años ella. Como yo imaginaba él trabajó en la embajada, se encargaba del control económico, antes trabajó en Iberia y en La Panamericana; pasaron muchos años en Alemania, ella era profesora y trabajaba dando clases de español y de cultura general española; el hijo nació parapléjico, algo así como el físico teórico y divulgador científico Stephen Hawking, no hablaba pero era muy listo y se comunicaba con los pocos gestos que podía hacer con las manos y con unos sonidos guturales que emitía; apenas estuvo en España pero la sentía como nadie.

Cada vez que había un partido de fútbol de la selección española o de algún equipo español, él estaba al tanto y cuando llegaba la hora le señalaba al padre con gestos el reloj con la hora de comienzo para que este lo sintonizara, cada vez que oía algo sobre España su alegría se desbordaba.  

Cuando venían a España a pasar unos días, en cuanto aparecía ante sus ojos  la silueta del toro que el Grupo Osborne tenía para promocionar el brandy de Jerez Veterano y que con el paso del tiempo y debido al arraigo cultural se ha convertido en un símbolo cultural de España, empezaba a gritar y a exaltarse.

Cuando nació no lloró y le dijeron a la madre que él no llorar era síntoma de estar así, dice que una vez le pusieron una inyección y empezó a gemir, siendo esto de gran regocijo para ellos porque pensaban que ello podía presuponer  una posible recuperación.

Plaza del Castillo
Cuando tenía  27 o 28 años, muchos que estaban en la misma situación que él o en situaciones parecidas y por supuesto los cuidadores de ellos hicieron una fiesta, los padres también asistieron pero enseguida se marcharon, porque el mismo se lo pidió porque deseaba estar solo con sus colegas.

En mitad de la noche les llego a casa el aviso de que había muerto, al parecer se atragantó con algo, aunque el motivo principal parece ser que fue un fallo cardíaco.

Cuenta este hombre que por aquel tiempo con un niño así fue rechazado en muchos hoteles, recuerdo que entre ellos  hablaba  de uno de Benicasim y de otro de Baden-Baden.

Cuando venían a la playa a Alicante y lo bañaban siempre recibían ayuda de los extranjeros pero ninguna de los españoles, apartándose estos de allí como si fueran apestados.

Los padres de el tenían una fábrica de alfombras y tejidos en Alicante y durante la guerra la asaltaron y creo que los mataron, dice que recuerda como cogieron la cabeza de la imagen de un santo y jugaban con ella al futbol, también comenta que el bombardeo mas criminal y con más víctimas es el que hicieron en 1938 sobre el Mercado Central de Alicante. También comenta que sufrió innumerables cambios de domicilio, a los que era sometido por la familia a fin de evitar que lo mandaran a Rusia o Méjico como niño de la guerra.

La señora comenta que a su padre querían matarlo y por ello dormía en distintos lugares cambiando cada día, pero una vez estaban esperándolo en la acera de enfrente con las armas dispuestas para disparar, empero se interpuso el teniente de alcalde y les dijo si lo matáis a él me matareis a mi también y así lo llevo hasta la cárcel sin que sufriera daño alguno. Luego cuando cambiaron las tornas el teniente de alcalde estuvo escondido, teniendo este hombre conocimiento de ello y diciéndole a la familia que no se lo dijesen a nadie, ni siquiera a los de su propio bando.

Hotel Cimbel en el centro de la playa de Levante
En algún momento hablando del hijo dice que también se enamoraba, es más que era muy enamoradizo.

El dice que una prima suya (Pilar) está casada con Manuel Aznar hermano de ex presidente José María Aznar.    

Le pregunte si vivían actualmente en Madrid y me contesto con cierta socarronería diciéndome que en el piso de Madrid alojaron a un sobrino que estaba separado, pero que se había juntado con una que tenía dos hijos y que a ver quién era el guapo que los echaba de allí ahora.

Por otra parte dice que el piso de Alicante está situado en una urbanización que durante este periodo del año se encuentra muy solitaria, por ello pasan mucho tiempo en hoteles y como el dinero no parece que sea obstáculo.

Ambos son grandes conversadores y generalmente son ellos los que hablan mientras los demás escuchamos, yo los he visto mantener expectantes a los comensales de las dos mesas más próximas a la suya.

Entre Dioses mitológicos
La conversación con este matrimonio transcurrió en el comedor, donde la audición no era fácil, pues al ruido que producía el vocerío de todos los comensales se añadía la dificultad de que la señora hablaba con un susurro de voz; durante el desayuno mi mujer hablo con ella y yo con el, durante la cena a la inversa y a veces uno trataba de atender a ambos sin conseguirlo del todo y este es el resultado de todo ello, lo que yo oí o creí oír, y  lo que me contó mi mujer  de la conversación mantenida con la otra parte.

Terraza hotel Marina
Sobre un cielo azul surcado por la blanca  estela que va dejando un avión que se dirige al sureste y algunas gaviotas que juguetean con los altos edificios de la playa de Levante; algo al sur de sierra Helada una inmensa bola de fuego ilumina la mañana. El apenas  alterado mar de un azul más intenso que el del cielo, que desde la isla hasta la linea  del horizonte se torna mucho más oscuro, bate suavemente la playa de Levante coronándola de blanca espuma. 

Nueve gaviotas se bañaban jugueteando sobre el agua de la rambla de la playa de Poniente situada frente al hotel Villa del Mar, otras dos recorrían la arena de alrededor.

Después del crepúsculo de la tarde una estrecha franja de nubes oscuras  se divisa al fondo por encima de la isla, algo más abajo transitan algunas delgadísimas nubecillas de la misma tonalidad; luego como si de un zócalo se tratara una franja más ancha de un gris claro toca el mar.

Terraza elevada hotel Marina
Amanece un nuevo día y el astro rey se deja ver radiante como siempre, haciendo su aparición donde termina sierra Helada y comienza el mar. Una extensa nube como una gran sabana blanca y otras más pequeñas largas y estrechas gravitan sobre la isla.

Las inquietas gaviotas como saludando a la mañana evolucionan entre los altos edificios de la playa de Levante, en la terraza granate de un edificio de poca altura permanece estático un numeroso grupo de estas aves caradriformes,  a las que no parece afectarle la dinámica de sus compañeras.

El mar relativamente calmado se derrama en blanca espuma cuando sus aguas tocan la playa.

Más tarde ya en la playa de Poniente las gaviotas se mecen sobre las suaves olas que salpican de espuma la arena de la playa, algunas palomas de un blanco inmaculado picotean en la arena de la orilla.

Playa de Poniente
El muro que delimita el paseo marítimo con la playa se encuentra como todos los días, atestado de personas que desean que su piel adquiera un llamativo bronceado, mientras que son poco los atrevidos que se internan en el agua para darse un baño, no obstante nunca falta alguno.

Cerca de recepción me encuentro a José Joaquín Aznar e Isabel de la Concha, Isabel de Castilla dice ella que le decían cariñosamente en Alemania, donde dice que libró muchas batallas, con director, profesores y alumnos de la escuela donde ejercía su docencia; el tiene párkinson, cosa que no dije anteriormente y como ya he repetido son dos excelentes conversadores, pero les gusta más que les escuchen y como lo que quieren es compañía, aquí parece que se encuentran en su salsa. No sé exactamente porqué pero estas personas me recuerdan a los personajes principales, Leandro y Victoria,  de la novela que acabo de leer de Dulce Chacón “Cielos de Barro”, quizá sea porque transcurre durante la guerra, que ellos también vivieron, y porque lo mismo Victoria que Isabel de la Concha poseen un cortijo en Extremadura.

Cala del Mal Pas

Durante estos días pasados nos hemos encontrado a varios conocidos, la mayoría en la playa de Poniente, así allí me tropecé con Joaquín y su novia que habían venido a pasar unos días y se alojaban en el Poseidón Centro, y luego vimos  a Antonio el panadero y su mujer que estaban en el apartamento de una de sus hijas, también vimos a Juana y Ángel junto al grupo de habaneras del parque de Elche. En la playa de Levante nos encontramos con Gracia  y quedamos en vernos en el Marina el jueves por la noche.

El jueves no les fue posible acudir pero el viernes allí estaban, compartimos mesa, charlamos y bailamos y quedamos en que el sábado nos recogerían a las 21 horas que íbamos a un hotel del Albir que poseía una magnifica pista y los músicos eran de Puertollano.

Cala del Mal Pas
Así fue, el sábado por la tarde asistimos a una representación teatral que organizaba el grupo de baile Alegrías de Poniente  en el Skala de Benidorm, de la que nos salimos casi ya finalizada, pero antes de que esta  terminara, con el fin de que nos diera tiempo a cenar y a estar a la hora prevista en el punto de encuentro, que no era otro que delante del hotel Marina. Gracias al coche agilizamos el regreso a pesar de que este nos gastó una mala pasada que por fortuna casi no tuvo consecuencias.

A la hora prevista allí estaban Isaac y Gracia esperándonos en su coche, nosotros nos retrasamos unos diez minutos y nos llevaron al hotel  Kaktus Albir, donde confirmamos todo lo  que nos habían contado, buena música, magnifica pista, extraordinaria arquitectura. Habrá que volver, encima está muy bien situado y dicen que se come bien; el único inconveniente es que para ir desde Benidorm hay que disponer de coche o bien procurarse otros medios de transporte; la distancia es de unos 7 Km.

Cala del Mal Pas
El domingo se corrió la media maratón, por lo que el Paseo de la Carretera, vulgarmente llamada "calle del coño", la avenida de la Armada Española y la avenida del Rey Jaime I, se encontraban parcialmente cortadas y delimitadas con cintas de protección y advertencia, bajamos en coche y lo dejamos en Jaime I, ya que como dije antes el acceso a la playa de Poniente se encontraba cortado.

Como casi todos los días paseamos por el parque de Elche y la playa de Poniente, luego por la tarde lo hicimos por la de Levante hasta alcanzar el rincón de Loix.

Sobre las 17:30 la bola de fuego que antecede al ocaso desaparece tragada por un mar tranquilo de un azul intenso  que finaliza junto a las últimas ondulaciones de la sierra de Aitana.

Unos momentos antes las gaviotas con un aire majestuoso sobrevuelan una vez más los altos edificios de su entorno, algunas de ellas mueven las alas con un aleteo rítmico y acompasado a un nivel inferior al de la altura máxima de los edificios, otras los sobrepasan, y muchas de ellas aprovechan las suaves corrientes de aire para desplazarse simplemente planeando, como jugando con la gravedad; siguen una determinada dirección hasta llegar a la proximidad de algún edificio, momento en que giran en una dirección para una vez sobrepasado el mismo cambiar en dirección contraria, luego durante unos breves instantes vuelven a mover las alas para volver a planear de nuevo.

Playa de Poniente
Al anochecer sobre la arena de la playa yacen en calma montones iguales de hamacas azules esperando el sol y el bullicio del nuevo día, las grandes papeleras también azules, parecen en la semioscuridad de la playa enormes cencerros dispuestos sobre la arena, preparados para ser colocados en el cuello de una manada utópica de enormes  vacas, que se hubieran colado en el Jurásico o que pertenecieran a la Ilíada (vacas mitológicas) y hubieran sido olvidadas por Homero.

Mientras, como dando vida a la nueva noche que emerge, la doble hilera de luces del paseo marítimo se abre paso entre la oscuridad de la playa.

El día de la partida lució el sol como todos los anteriores, aunque durante la hora del crepúsculo se encontraba oculto detrás de una gran nube negra que a su vez se ocultaba parcialmente detrás de sierra Helada; una cadena de pequeñas nubes blancas situada a muy baja altura enlaza sierra Helada con la Sierra de Aitana, un diminuto avión va prolongando su estela a medida que va disminuyendo la distancia del mismo con respecto a Benidorm, mientras las gaviotas sin apenas inmutarse evolucionan como de costumbre entre los elevados edificios.

Al coger el coche para marcharnos este no hacía ni intención de querer arrancar, algo que ya me había pasado el día que fuimos al Skala, por suerte solo se trataba del borne negativo de la batería que estaba flojo.

Después de desayunar y con día soleado salimos para Puertollano donde llegamos a media tarde con sol y mucho frio.

Resumiendo un poco diré que casi todos los días salíamos a pasear, bien por las playas, bien por las calles comerciales, casi siempre acabamos en la playa de Poniente donde participábamos en los bailes del grupo Alegrías de Poniente, algunas veces cantamos las habaneras en el arenal del parque de Elche, por la tarde hacíamos ensayo de baile en el hotel y por la noche nos quedábamos bailando en el propio hotel salvo la noche que fuimos al Kaktus Albir.

Hall hotel Marina
Sacamos entradas para asistir en el Skala a una programación en la que intervenían Francisco, Charo Mohedano y un cómico, pero el día de la función nos devolvieron el dinero ( 20 €) porque nos dijeron que Francisco no se encontraba bien y tuvieron que suspender la representación; por cierto que Charo Mohedano se encontraba alojada en el hotel Marina.

No dejamos de probar una vez más los famosos y sabrosos mejillones de Benidorm en la Mejillonera.

Recepción hotel Marina
Con respecto a la vez anterior el hotel presenta la variación siguiente: ha desaparecido John Lennon de la terraza; ya que ha sido retirado junto con los otros Beatles cerca de la piscina y han construido un barco sobre la puerta de la entrada principal de la terraza que comunica esta con el salón, el bar y recepción.

Por último decir que en el hotel Marina se come muy bien y nos hemos encontrado muy a gusto y para aparcar en los alrededores nunca ha habido problema.

Precio por persona 223,51 €.

Puertollano 2 de diciembre de 2013.

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