miércoles, 6 de julio de 2016

Cuenca y Belmonte

Cuenca


Cuenca tiene un importante patrimonio histórico y arquitectónico, que se extiende por toda la ciudad antigua, aunque focalizado en edificios como la Catedral o las Casas Colgadas, que se han convertido en el símbolo de la ciudad. Se caracteriza también por poseer un buen número de museos (más de 10) en el reducido espacio de la ciudad antigua. En los alrededores hay importantes Parajes Naturales.

Hemos vuelto a Cuenca y a Belmonte, la primera vez que pisamos esta emblemática ciudad, debió de ser allá por 2.001, dos años después fuimos a  Belmonte,  solos y en coche. Esta vez lo hemos hecho con un grupo y en autobús.

La  otra vez visitamos el Paraje Natural de la Ciudad Encantada y el Ventano del Diablo. Esta vez no lo hemos hecho, en cambio hemos estado en  los Monumentos Naturales de Palancares y Tierra Muerta (Torcas y Lagunas). De momento es un paraje mucho más tranquilo.


La ruta de ida transcurrió por la carretera de Madrid y poco antes de llegar a Ocaña tomamos el desvío hacia Cuenca.

A la vez que recogíamos al guía en Cuenca, aprovechamos para dejar en la estación de Adif a una de las compañeras, que tuvo que regresar de forma inesperada al recibir la noticia del fallecimiento de un cuñado.


Con el guía a bordo reemprendimos el viaje para dirigirnos al primero de los lugares que íbamos a visitar, el Paraje Natural de Palancares y Tierra Muerta.


Es uno de los conjuntos kársticos más importantes de España por poseer más de 20 torcas y dolinas junto a otras morfologías como simas, sumideros y lapiaces. Está asentado sobre las muelas de Palancares, formadas por rocas del Cretácico Superior, y sobre la paramera de Tierra Muerta, de materiales jurásicos.  Tienen un gran valor paisajístico y geomorfológico.

El conjunto de las torcas de Palancares está formado por 30 depresiones de diverso tamaño, desde la torca de la Novia, de  0,35 hectáreas, hasta la torca Larga, de  1,27 hectáreas.

Las torcas se han formado en los materiales calcáreos del Mesozoico. En aquella época, los sedimentos que darían lugar a las rocas se depositaron en un medio marino de poca profundidad de tipo plataforma carbonatada. La infiltración del agua y su acción erosiva ha disuelto, a lo largo de los últimos miles de años, las calizas del Jurásico situadas bajo del Cretácico. Esta disolución ha formado cavernas que finalmente son incapaces de soportar el peso de los materiales que tienen encima, generando un colapso.


A pesar de formarse en superficie, las torcas tienen su origen en zonas más profundas. Son las calizas jurásicas, situadas  varias decenas de metros bajo el suelo, las que se ven afectadas por la disolución, dando lugar a grandes cavidades subterráneas. Estas cavidades se amplían hasta que dejan de ser estables, derrumbándose y colapsando, dando lugar a la torca que vemos en superficie.


Las torcas albergan una interesante muestra de fauna y de flora, incluyendo aves amenazadas, sabinares de sabina albar y pinares, árboles singulares como el pino candelabro, pino abuelo o la sabina retratá  y una notable diversidad de vegetación dentro de las depresiones, fruto de las condiciones de umbría y humedad generadas en su interior.


Todo lo anterior lo voy a resumir de manera sencilla y muy simplificada, diciendo que  una Torca es una depresión en forma circular originada por el hundimiento de una caverna, o galería subterránea.

Antes de llegar, el guía nos fue haciendo diversos comentarios, entre los cuales voy a destacar algunos; uno de ellos fue concerniente a  la población de Cuenca comentándonos que tiene 57.000 habitantes de los cuales 55.000 viven en la zona nueva y 2.000 en el Casco Histórico, que es más caro e incomodo que la ciudad moderna; otro de los comentarios fue para decirnos que Cuenca aparte de ser la quinta capital de provincia más pequeña de España, tiene algunos de los pueblos más pequeños también. Al pasar por los pueblos de Mohorte y La Melgosa, dijo que eran pueblos de de muy pocos habitantes, La Melgosa dijo que tenía 192 vecinos. Como consecuencia de ello los de Mohorte  le habían sacado unos versos satíricos que dicen así:

Melgosa, piojosa
Pueblo de pocos vecinos
El cura da de comer a los cerdos
Y el sacristán a los gorrinos.


También nos dijo que Cuenca es una ciudad que vive de los servicios y organismos oficiales y que hay una empresa maderera dependiente del ayuntamiento que explota los recursos naturales madereros  del pino, que Mohorte y la Melgosa han pasado a ser pedanías de Cuenca, así esta empresa se queda con toda la madera de la zona.


Entre un bosque de pino laricio y otros matorrales, recorrimos algunas de las Torcas siguiendo este orden, torca del Agua, torca de la Escaleruela, torca del Lobo, torca de la Novia.


En la torca del Agua, corre el líquido elemento por el fondo de la misma, la de la Escaleruela, tiene una especie de escalera natural por la que se puede descender hasta el fondo de la misma , la del Lobo, según una antigua leyenda: Un cazador (Zacarias) iba persiguiendo a un lobo, le disparó y consiguió herirlo, pero el lobo se refugió en la torca y el cazador bajó a rematarlo, se supone que utilizaría una cuerda, por mucho que registró no encontró al lobo y tampoco la cuerda para iniciar el ascenso, la noche se echó encima y el frío arreció, se supone que iba a morir de hipotermia, cuando apareció el lobo y le dijo que lo siguiera hasta su cueva (es un leyenda) allí pasaron la noche y finalmente se salvaron los dos. Le quedó el nombre.


La de la novia también tiene su leyenda, cuentan que a una chica de Mohorte la habían prometido con un chico de Cañada del Hoyo, pero la chica estaba enamorada de un chico del pueblo, por tanto la obligaron a casarse con el de Cañada del Hoyo; cuando el cortejo nupcial pasó por delante de esta torca, ella henchido su corazón de odio, pasión e ira, se suicido arrojándose súbitamente al vacío.


También vimos, más que una torca, un derrumbe o pozo, de poco más de un metro de diámetro que se había producido unos 4 o 5 años atrás y estaba protegido con unos troncos.


Terminado el recorrido de las torcas regresamos al autobús; antes de llegar a las lagunas de Cañada del Hoyo, paramos un momento en la torca de la Novia, que no la habíamos visto al quedar lejos de las tres anteriores, para inmediatamente volver a subir y continuar el recorrido.


Gran parte del agua de lluvia que cae en la zona de Tierra Muerta se infiltra a través de las rocas jurásicas y cretácicas. Esta agua no se acumula sino que discurre por el interior de las rocas, disolviéndolas, hasta surgir por diversas fuentes, como la Fuente del Rollo.  Cuando el colapso de una torca alcanza el nivel por el cual discurre el agua, la torca se inundará, dando lugar a una laguna como las de Cañadas del Hoyo.   


Visitamos solo tres lagunas, hay cuatro más pero o son de propiedad privada o están en zona controlada, siendo mas dificultosa la visita; por tanto estuvimos en la laguna de la Gitana o de la Cruz, la laguna del Tejo y el Lagunilllo, cada una con una coloración distinta debido a los microorganismos, la profundidad y la incidencia de la luz solar;  así vimos una con el agua verde, otra con un tono parduzco, y otra con aguas azules. Aunque alguna de ellas tiene solo 6 metros de agua, otras tienen gran profundidad, la laguna de la Cruz tiene 25 metros de profundidad y la del Tejo 32 metros.


La laguna de la Gitana o de la Cruz también tiene su leyenda que es esta: A finales de la edad media los hijos de dos familias enemigas gitanas se enamoran. Su amor se rompe por diferencias familiares. 


La doncella pierde el sentido desapareciendo un día en esta laguna. Cada verano la laguna cambia de color del verde-azulado al blanco-lechoso en recuerdo al amor puro. A la orilla de la laguna se clavó una cruz; desde entonces se le conoce con dos nombres. Laguna de la Gitana o de la Cruz.


Terminada la visita a las lagunas subimos al autobús y nos encaminamos a Cuenca, llegando al hotel donde íbamos a pasar la única noche de este viaje. Pasamos directamente al comedor del hotel Torremangana ****, luego en recepción nos asignaron la habitación 126 y después de una reparadora siesta, habíamos salido de Puertollano a las 5 de la mañana, a las 18:15 nos encontrábamos de nuevo a bordo.


El autobús nos trasladó hasta la parte más alta de la ciudad, sobre la Hoz del Huécar;  desde allí fuimos bajando pausadamente hasta llegar a la Plaza del Ayuntamiento o Plaza Mayor,  luego hasta el puente de San Pablo. En la carretera de ascenso, hay un arcén perfectamente señalizado para todos aquellos que hacen la llamada “ruta del colesterol”, que sigue el mismo recorrido que esta, hasta llegar a lo alto de la Hoz.

Desde el punto más alto hay una magnifica vista tanto de la Hoz del Huécar como de la casi totalidad del Conjunto Histórico, así como del monumento del sagrado Corazón.

Acompañados en todo momento por el guía y atendiendo a las explicaciones de este, bajamos hasta el Castillo, mejor dicho hasta las escasas ruinas de mismo, nada más pasar el Arco de Bezudo, Bezudo fue el primero en atravesarlo cuando lo conquistaron a los árabes, eso sí lo acribillaron a flechazos, pues bien al atravesar el arco nos encontramos a la derecha con la Hoz del Júcar, que incluso dispone de una playa para el baño, a la izquierda el Archivo Histórico Provincial y en frente los ojos de la mora.


El edificio del Archivo Histórico Provincial está cargado de historia. Instalado en un principio en un inmueble cedido por el Ayuntamiento, en 1965 se traslada a la Casa de la Cultura junto con la Biblioteca Pública. En 1991 se ubica en el edificio actual que fue  la antigua sede del Tribunal de Distrito de la Inquisición en Cuenca. Sede cuya construcción se inicia en 1575 sobre el solar donde se asentaron las fortalezas musulmanas y cristiana, siendo ocupada por la Inquisición en 1.583.


Durante el saqueo de Cuenca por las tropas napoleónicas fue parcialmente destruido y, posteriormente, utilizado como cuartel durante las guerras carlistas. En 1.890, es reformado y convertido en cárcel civil perdurando en esta función hasta su traslado en la década de los setenta.



A continuación hicimos un recorrido por el interior del antiguo Convento de las Carmelitas que actualmente es el Centro de Arte Contemporáneo, Fundación Antonio Pérez; donde una ventana, en armonía con el exterior, un muelle de un somier, una alambrada de gallinero, una lata de gasolina o un muñeco de Michelín  figuran como elementos de arte.


Atravesamos el mismo y salimos por la puerta inferior al Cristo del Pasadizo, a continuación al Mirador de Florencio Cañas y Posada de San José; desde este mirador contemplamos algunos arcos y marcas en la roca del antiguo acueducto de Cuenca.

 
 


Poco después nos encontrábamos delante de la Catedral de Santa María y San Julián,  Plaza Mayor, palacio Episcopal y estatua ecuestre de Alfonso VIII. Ya solo nos quedaba bajar hasta situarnos en el puente de San Pablo, cosa que hicimos y desde allí contemplamos, ahora más cerca, las Casas Colgadas y el Convento de los Dominicos, actual Parador Nacional.

 


El puente de San Pablo en sus orígenes, era de piedra como puede observarse en la zona del arranque, pero se hundió el arco central, y ante la disyuntiva de reconstruirlo o hacer uno nuevo, optaron por esto último; eran los tiempos de la Torre de Eiffel  y el hierro estaba de moda, después de dinamitarlo, el puente no se venía abajo, a las seis horas cayó. El actual no se terminó completamente, en el lado de las Casas Colgadas, el tramo de barandilla está provisional desde su construcción y es inferior al resto, es fácil verlo, incluso en la foto.




El guía ya nos había dejado y nosotros continuamos visitando otros edificios o monumentos, por tanto contemplamos el Convento de las Esclavas, al lado de la Oficina de Información; un acceso en bajada a la Hoz del Júcar con una magnifica entrada ojival; el Museo de las Ciencias de Castilla la Mancha, y el  magnífico frontispicio o pórtico de entrada del Seminario y de la Iglesia de la Merced.


Un poco más adelante  la Torre de Mangana y la plazoleta elevada o plataforma sobre la que está situada, a lo lejos pero más próximo desde esta perspectiva, el Sagrado Corazón.



Regresamos a la Plaza Mayor, antes bajamos por el acceso de puerta ojival a contemplar la panorámica de la Hoz del Júcar.


Cenamos en el Restaurante San Juan Plaza Mayor, cuando llegamos ya estaban todos sentados y acometiendo el primer plato, y eso que llegamos a la hora prevista.


Después de la cena  unos querían regresar al hotel y otros queríamos pasar un rato de juerga, pero al no haber locales en los que nos ofrecieran algo de esto, optamos por regresar al hotel, nosotros en compañía de otras dos compañeras de grupo bajamos andando, hay un gran recorrido, los demás pensábamos que lo harían en taxi, pero parece ser que solo había tres taxis que iban y venían; al final la mayoría también bajaron andando.

Exhaustos llegamos al hotel,  al que parecía que no íbamos a llegar nunca, o que habíamos equivocado el camino,  e inmediatamente nos encomendamos a Morfeo; a la mañana siguiente partiríamos para Belmonte.




El castillo de Belmonte es una fortaleza que se eleva en el cerro de San Cristóbal, a las afueras de la villa de Belmonte, al suroeste de la provincia de Cuenca. Actualmente, está considerado como BIC (Bien de Interés Cultural), fue declarado Monumento histórico - artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional mediante decreto de 3 de junio de 1931.


Fue construido en la segunda mitad del siglo XV, por orden de don Juan Pacheco, primer marqués de Villena. Era un momento de convulsiones y luchas internas en el Reino de Castilla. El marqués se proponía acumular territorios y construir fortalezas para hacerse fuerte ante los problemas sucesorios que se avecinaban.




Visitamos el castillo y la guía se explayó en detalles y explicaciones, pero son tantos y tan diversos que no es fácil exponerlos aquí, por lo que me limitare a hacer una mención especial a las techumbres y artesonados  y a decir que en él se han rodado diversas películas y el resto espero que se extraiga de los enlaces correspondientes.


El castillo y el pueblo lo recorrimos por la mañana; una vez terminada la visita al Castillo, subimos al autobús que nos dejo delante de una de las puertas de la amurallada ciudad antigua, la puerta o Arco de Chinchilla, pasamos por ella y nos dirigimos a la Plaza del Pilar, en otro tiempo totalmente porticada, de la que apenas queda una pequeña muestra, con un abrevadero en un extremo y una fuente en el otro.

 
 
 


Terminamos con la visita a una casa-recreación del siglo XV, que es la sede de un grupo que vela por las antiguas tradiciones, usos y costumbres, han reamueblado una casa de una familia noble o acomodada al estilo de los tiempos de Don Juan Pacheco y con las explicaciones de uno de sus miembros dimos por concluida la visita matinal.



Comimos en otro bello edificio de Belmonte el Palacio Buenavista Hospedería.  Edificio del siglo XVI, restaurado en el año 1996 como hospedería, que está  casi pegado a la Colegiata de San Bartolomé.




Después de reposar la comida, pero sin tiempo para más, pasamos a la Colegiata de San Bartolomé, que es la parroquia de Belmonte, Parroquia de San Bartolomé Apóstol.



Las explicaciones de la guía  fueron muy completas especialmente en lo que concierne al altar Mayor, a la capilla de la Anunciación de excelente rejería  y al Coro Historiado, que fue tallado para la Catedral de Cuenca y trasladado a Belmonte en el siglo XVIII, es la primera sillería de Coro Historiada que tenemos en España.




Debido a que rayaba en lo indecente y estrecho -según palabras del Obispo D. José Flórez Osorio por el crecido número de canónigos, beneficiados y cantores-, en el siglo XVIII se encargó a Fray Vicente Sevilla la construcción de una nueva sillería, que es la que hoy se ve en la Catedral de Cuenca. Esta noticia llegó a Belmonte, y el 25 de octubre de 1754, se acuerda que el Prior de Belmonte viaje a Cuenca para tratar con el Obispo la venta de la sillería del Coro, que por fin fue sentada en la Colegiata de Belmonte el 7 de febrero de 1758.



Ni que decir que la guía nos habló y nos contó historias y anécdotas de uno de los hijos más preclaros de Belmonte, este no podía ser otro que Fray Luis de León, nacido en esta villa en 1.527, nos habló de su persecución por la inquisición, de su encarcelamiento y de su primeras palabras, cuando fue restituido en su cargo en la Universidad de Salamanca. Decíamos ayer……


A él se atribuyen estas décimas  que aparecieron en las paredes de la cárcel al salir de ella y que las vimos escritas en la pared de enfrente del Palacio de Buenavista cerca de la Colegiata.


Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
¡Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y, con pobre mesa y casa,
en el campo deleitoso,
con sólo Dios se compasa
y a solas su vida pasa,
ni envidiado, ni envidioso!

Otra de las poesías archiconocidas de este autor  es la  siguiente:

Oda a la vida retirada.

 ¡Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruido
y sigue la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!

El resto puede verse en el siguiente enlace.


Salimos de la colegiata y pasamos  por el Palacio de Buenavista para tomar o evacuar líquidos, según cada cual, antes de emprender el viaje.


Delante del Palacio Infante Don Juan Manuel Hotel Spa, subimos al autobús sobre las 18:30 horas, regresamos por la autovía de Tomelloso y Manzanares e hicimos una parada en la mitad del camino. Poco antes de las 22 horas estábamos delante de la puerta de casa.

Días 15 y 16 de Junio.



Puertollano Junio de 2.016 
  




   





2 comentarios:

  1. Soy Lourdes, la guía de Belmonte. Me ha encantado encontrar este resumen tan estupendo, sobre todo de vuestra visita a Belmonte. Fue un placer acompaňaos en esta parte del viaje en la que me brindarles la oportunidad de descubrir/redescubrios mi pueblo. Enhorabuena por la entrada y hasta pronto. Un afectuoso saludo!!!! Lourdes

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